Las cosas entre Jaehyun y Sujin estaban algo tensas, pues después de aquella situación, Jeong no encontraba las palabras correctas para disculparse, por lo que la femenina terminó haciendo que se fuera de su apartamento lo más rápido posible.
Nix miraba confundido toda la escena, preguntando en silencio por qué su dueña se veía tan afectada.
¿Debía morderle el trasero a ese idiota?
Sujin se encerró en su cuarto y prendió la televisión, buscando algo con que distraerse. Estaba molesta y herida, ofendida más bien.
¿Quién se creía que era? ¡Uhg!
Cómo bajar la calentura en un simple paso: dile prostituta de cuarta a tu compañera. ¡Listo!
Se cubrió con mantas y cerró los ojos, intentando olvidar lo que dijo minutos atrás. Ya estaba tan molesta que comenzaba a pensar sin parar.
Maldito Jeong, maldito chico que debía soltar estupideces en vez de algo lindo.
Sujin no era la persona más estable mentalmente hablando y eso lo podíamos saber cuando se encerró en el baño después de comer varias galletas y una porción de pizza.
Estaba vomitando todo aquello que ingresó a su estómago hace solo minutos, expulsando todo en el inodoro por unos cuantos minutos. Hasta que usar sus dedos ya no servía de nada, pues ya estaba vacía. Era una rutina constante que realizaba cada que se sentía culpable después de tener esos atracones de comida.
Su estómago y garganta dolía, sentía mucho dolor al tragar y eso no era molestia pura para Sujin, pues eso le prohibía seguir comiendo como loca. Sus ojos cerrados al fin ayudaron a que el sueño llegue a su sistema y la compañía de Nix, quien subió a la cama después de unos minutos dudando, lograron que Sujin pudiese descansar luego de tanta mierda.
Sería una semana larga y debía estudiar para los exámenes finales. Ya basta de fiestas y dormir a la madrugada por estar jodiendo en casas llenas de alcohol. Era tiempo de tomarse sus estudios de manera seria.
Aunque por suerte era fácil para ella, su plan de estudios era efectivo para el horario que debía cumplir con su trabajo. Así que ya sabía que aprobaría los exámenes finales sin problema alguno.
Jungwoo notó el cambio en su humor, preguntó por eso pero Sujin no estaba con ganas de responder todo aquello en la universidad.
Y, como en muchas otras ocasiones donde no podía expresar sus sentimientos, recurría al sexo para liberar ese estrés. A Jungwoo realmente no le molestaba, eran amigos después de todo y, en cierta parte, le daba curiosidad saber qué sucedía.
Pero aún así, se asustó cuando Sujin solo se abrazó a su cuello cuando estaba a punto de montarlo. Solo abrazándolo con cuidado mientras regulaba su respiración, pero sin intención de moverse.
Jungwoo posicionó sus manos en la cintura de la muchacha, acariciando su suave piel con delicadeza.
──¿Qué sucede, bebé?
Sujin negó con su cabeza, dando a entender que no tenía ganas de hablar.
──¿Puedo ayudarte con algo o solo estás cansada? ──apretó sus costillas, intentando darle cosquillas y sacarle una pequeña risa ──, me preocupas, bonita.
──Jeong descubrió en qué trabajamos ──confesó con voz baja ──, y dijo algo estupido que me molestó y lo mandé a la mierda y ahora… no sé. No entiendo por qué lo arruinó tanto.
──Ya, ya ──besó su mejilla ──. ¿En serio debes tener sexo para dejar salir lo que te pasa? No seas así, sabes que puedes hablar conmigo y no es necesario chupármela primero.
──Ya sé ──jugó con el cabello de Kim, enredando sus dedos en la nuca del chico ──Pero…
──Estabas molesta.
──Sí.
──Está bien, pero intenta hablar conmigo o con quien sea, antes de recurrir a esto ──su voz era suave y buscaba transmitir confianza ──. Me tratas como un juguete sexual, sucia.
──Gracias, Woo.
Tras dejar otro beso en su mejilla, respondió: ──No es nada, Sujinnie.
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Voy a publicar dos porque ando ansiosa y porque esto es relleno.
