Mi corazón es distinto

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-- Muy bien... ¿Y cómo me veo?

Naruto sonrió con un antifaz de dragón rojo en su rostro, provocandole una tierna sonrisa a Hinata.

Es un día feriado en la gran Aldea de la Hoja dónde los pueblerinos celebran el aniversario de la paz entre las aldeas, y la parejita reciente, quien se habían juntado hace 5 meses luego de la guerra, disfrutan una hermosa tarde de verano.

-- Naruto-kun... pero qué cosas se te ocurren -- respondió la chica ocultando sus labios.

-- ¿Por qué? -- Naruto frunció el ceño junto con una cómica sonrisa -- ¿No te gusta lo que ves? -- hizo una pose de garras y un gruñido feroz, que parecía más bien el gruñido de un perro.

-- Cariño... pero si suenas más bien como un perro...

El Uzumaki elevó un poco su antifaz con interés mientras aprecia como la chica se divierte por sus chistes.

No entendía porque la hacía reír tanto pero... le encantaba. Nada tiene precio cuando las esquinas de sus ojos y sus comisuras labiales curvaban hacia arriba.

Era una imagen realmente adictiva de contemplar. Por fin había encontrado a alguien que valoraba sus malas bromas.

Luego de un rato visitando diferentes quioscos, las horas de paseo pasaron demasiado rápido; jugaron muchos juegos de tiendas, comieron ricos dangos y caramelos de envolturas, aparte de conversar de diversos temas.

La Hyuga le pidió al Uzumaki el favor de acompañarla a regresar a su casa a tempranas horas de la noche, debido a que ya era tarde y le generaba un poco de temor andar sola.

En especial por los reglamentos estrictos que impartía su padre a la hora de llegada.

-- Muchas gracias por acompañarme a mi casa Naruto-Kun --- dijo al detenerse frente a su puerta -- Me divertí muchísimo estando contigo, no podía pedir otra cosa.

Ambos unieron sus manos con cariño, y Naruto demostró un dulce gesto.

-- Yo... agradezco que hayas aceptado salir conmigo el día de hoy -- esbozó una sonrisa -- Ya había pasado tiempo que no salimos de esta manera, ¿No?

Hinata asintió al recordarlo.

-- Es cierto... -- sonrió, pero luego cambió su sonrisa a una melancólica -- Solo lamento no haber podido compartir más tiempo contigo como me gustaría.... Ya sabés, con las normativas de mi padre y todas esas cosas...

Realizó un suspiro desalentador más tarde, el cual Naruto lo interpretó con preocupación.

Sabía que el padre de Hinata era un tipo rígido y autoritario que no permitía faltas de nadie. Y como dictaban las normativas del clan, cada una de ellas debían ser cumplidas a la perfección.

Al tratarse de salidas de este estilo por las noches, era realmente obstinado.

-- Tranquila Hinata, no te preocupes -- sonrío para hacerla sentir mejor -- Por esa razón... ¿fue que salimos desde temprano?, ¿No es así?

La Hyuga elevó un poco su vista nostálgica por sus palabras.

-- Sí... es verdad... -- animandola un poco.

-- Y lo mejor de todo fue... ¿Qué te divertiste, no es cierto? -- Naruto sonrió con intriga, a lo que Hinata asintió enseguida.

-- Por supuesto -- le regaló una suave caricia en su mejilla -- Sabés que yo siempre me divierto contigo.

One shots [Naruhina]Where stories live. Discover now