Capítulo 4

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Remus se quedó allí en el bosque por unos minutos más. Miró su muñeca, en la que se podía apreciar la marca del destino. Ella reclamaba a Lucius Malfoy como su compañero.
En un principio se había negado. Se lo dijo a su padre y el solo le dijo que siguiera sus instintos. No le dijo nada por ser Lucius Malfoy su pareja destinada, él parecía estar bien con eso.
Cuando se lo comentó a sus amigos en el expresso camino a hogwarts se burlaron del Slytherin y eso era algo que Remus no iba a aceptar. Quisiera o no, Lucius Malfoy era su pareja y él estaba bien con ello. Pero todo empezó a cobrar sentido cuando el lobo le pedía acercarse al rubio. Desde ese momento supo que no había vuelta atrás y que haría lo posible para tener a su rubio.
Los primeros días en hogwarts fueron normales, las clases no eran tan pesadas.
Todo parecía normal, hasta que un día sintió una mirada en él. Siempre intentaba dar con la persona, pero nunca lo conseguía. Y no fué hasta esa tarde que descubrió quien era. Lucius Malfoy parecía no querer quitarle la mirada, y se sorprendió al ver que se sentía mejor a como se sentía por la mañana. Sonrió al recordar como fue su reacción a la marca, estaba asustado y contento a la vez.

Esa mañana se había despertado más tarde de lo normal. Había soñado con su madre, y ese era un tema muy delicado para el. No le era fácil abrirse con las personas por ese camino, siempre intentaba evitar hablar de ese tema, incluso con su padre. Él le había dicho que estaba bien, que podía tomarse su tiempo para pensar, que no le presionaría, y él agradeció eso.
Se levantó de la cama y bajo a la cocina para desayunar, su padre lo estaba esperando y cuando le vio sonrió.

-¿Otra vez soñaste con ella?-Pregunto mirándole.

-No fue un sueño... fue como un recuerdo.-Afirmó.

El recuerdo de su último cumpleaños con ella, dos semanas antes de que ella se fuera.

-Esta bien que todavía esté por tu mente...-Comentó su padre.-¿Sabes por qué?-Remus lo miro atento, esperando a que siguiese.-Porque eso significa que ella no se ha ido del todo. Que todavía está con nosotros. Que todavía te quiere y te protege.-Respondió pasándole una taza.

Remus sonrió. Sabía que si no te Olvidarás de esa persona siempre iba a estar de alguna forma para cuidarte y quererte. Eso se lo dijo su madre cuando tenía 3 años y ahora su padre se lo volvió a decir, haciéndole recordar.

-Aún duele que no esté.-Comentó Remus mientras calentaba la leche para su café.

Abrió un cajón y agarró un cuchara. Fue en ese momento en que vio aquella marca en su muñeca. Extrañado se giró a su padre y le preguntó.

-¿Que es esto, papa?-Le preguntó.

Cuando su padre se giro para verle se quedó quieto. Con sorpresa se acercó a ver su muñeca. Remus no podía describir lo que sentia. Era un sentimiento raro, se sentia lleno, como si le hubiese faltado algo durante toda su vida y ahora por fin podría describirlo. Era raro.

Sentia como mariposas. Ellas volaban dentro de él felices.

-Es la marca del destino... Pronto sabras quien es tu destinado!-Dijo su padre feliz abrazando le.

Y el hecho de que tuvieras la marca del destino era un regalo de la vida. Todos obtienen esas marcas, algunos cuando son jovenes y otros cuando son algo mas mayores, pero la marca siempre estaría...Pero había veces en la que la marca no aparecía.

Esos casos habian sido pocos los que se habian reportado, pero existen. Y al parecer era porque esa persona de alguna forma ignoraba ese sentimiento. Ellos nunca sentirían esa necesidad, solo cuando aceptaran el sentimiento....

Remus suspiró. Las mariposas dentro de el seguian volando nerviosas como cuando estaba con Lucius. Se sentía nervioso junto al rubio, era su destino y le daba miedo. Tenia miedo por su condición. Ahora sabiendo que el rubio iba a ignorar todo lo relacionado con la marca y el destino estaba nervioso, eso era un regalo de la magia para tener una vida mas facil, pero al parecer a Lucius no le importaba.
Negó y empezó a andar hacia el castillo.

Debía de haber una forma en la que el rubio cambiase de pensamientos. Debía intentar hacer algo, no podia quedarse de brazos cruzados.

Lucius Malfoy era su destino, y el iba a hacer todo lo necesario por estar a su lado.

DestinoWhere stories live. Discover now