، ★ : capítulo O3

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Dos meses duraba la gestación de un gatito, realmente se oye rápido, pues Pablo estaba a punto de cumplir los dos meses y su panza se asimilaba a la de Frenkie cuándo tenía nueve meses. El gatito estaba sumamente bipolar, podía ser un amor y en cuestión de minutos querer acabar con la raza humana.

Las cosas por aquel hogar estaban tranquilas, por su puesto que para Marc no trataba más de una simple broma, pero se desmayó cuándo vió al gato cambiar a su forma humana, Ben por su parte no entendía nada y era feliz con eso, Pablo le permitía acariciar a sus crias por sobre el vientre y le encantaba la sensación.

Pedri se paseaba diariamente por aquella casa llevandole a Pablo exquisitos manjares como ratones, cucarachas y una que otra paloma, la pareja verdaderamente no quisieron entrometerse en el gusto culinario de sus gatos, así que se limitaban a mirar con asco de vez en cuándo y no decir nada, cabe destacar que Frenkie tenía que estar detrás de Ben porque desde que había visto a los gatos se había puesto de cazador de cucarachas.

- Quiero una galleta Frenkie~ - Pablo rogaba mientras veía a Frenkie comer unas ricas chocoships, hacía puchero y dejaba que sus lindos ojos hicieran lo demás, lucia totalmente adorable, imposible decirle que no.

- No, Pablo, estás son mías - pero Frenkie era inmune.

- Ahg, pero a tu infantil bebé si le das -se cruzó de brazos por sobre su prominente panza.

- ¿infantil bebé? por supuesto que es infantil Pablo , es un niño, no tiene sentido -respondió dando otro mordisco a su galleta, riendo por las ocurrencias del menor.

- El embarazo me tiene más estúpido -respondió encogiendose de hombros -¿no has oido eso de que a los embarazados no se les niega nada?

- Patrañas -terminó el paquete de galletas dando el ultimo mordisco a la faltante, haciendo enojar a Pablo -debes superarlo, querido.

- Pero...

- Nada - interrumpió -Debo salir un momento al mercado ¿puedes creer que se acabó mi preciado Downy?

Frenkie salió del lugar y Pablo pataleó frustrado, era de esas relaciones amor-odio, amaba a Frenkie porque era como su padre humano, pero a él verdaderamente le gustaba hacerlo enojar, aún más sabiendo que su caracter de gato le obligaba a ser gruñón muchas de las veces.

-Juro que intento, pero no me puedo acostumbrar - la voz de Marc llegó a sus agudos oidos.

- Marc, ¿tienes galletas?.

- No Pablo pero...

- Ahg, me voy de aquí, nadie puede ser considerado con un hombre embarazado en esta casa -y sin esperar respuesta salió de la sala enojado , ni siquiera Pedri se había aparecido.

Marc levantó sus cejas y miró al sofá dónde se supone que estaría Ben , bien, se suponía porque el pequeño no se encontraba allí, trató de no entrar en pánico, porque podía estar en cualquier lugar de la casa, hasta con Frenkie.

- Marc, ¿dónde está Ben?, es al único que le gusta ir de compras así que lo llevaré conmigo -la voz de Frenkie lo hizo exaltarse y clavar sus uñas en el respaldo del sofá.

- Umn, debe estar en la habitación -respondió inseguro y rogando que allí estuviera, por que le tocaba a él vigilarlo.

Frenkie caminó hasta su habitación compartida revisando en busca del niño, y asi con todas las habitaciones de la casa, buscó hasta en el pátio pero no habían señales del bebé, para este punto el chico ya tenía su corazón palpitando fuertemente.

Regresó con rapidez a la sala dónde estaba su esposo, aunque el mayor ahora se encontraba en la cocina buscando por allí.

- Marc, Ben no está en ningún lado -habló desesperado, lo que hacía a Marc ponerse nervioso.

mininosᅠ★ᅠpedrigaviOnde histórias criam vida. Descubra agora