-No puedo dejarte solo, se te puede subir la fiebre.-
-Es solo una torcedura de tobillo, Erwin, no es como si me fuera a morir por eso.-
-Lo sé, pero igual me preocupo.-
Apoye mi cabeza en su hombro, agotado y algo adolorido por mi tobillo.
-Si algo bueno tiene esto, es que no estás trabajando hasta tarde.-
-Supongo que sí.-
Me abrazo suavemente intentando no hacerme daño, aunque era imposible que lo hiciera. Erwin siempre era dulce y cariñoso conmigo, pese a la forma como nos conocimos, termine encariñándome y enamorándome de este bastardo.
-No deberías caminar más de lo necesario, tienes hinchado el tobillo.-
-Tampoco es como si hubiera caminado tanto.-
-De cualquier forma deberías permanecer en cama.-
-Si me quedo todo el día en cama, ¿Quién me va a cuidar? Tu también tienes cosas que hacer.-
-Cierto.- dejo un beso en mi hombro -Intentare no trabajar tanto para pasar más tiempo contigo.-
-Tsk, no hay como hacerte cambiar de idea.-
-No.-
Apoye mi cabeza sobre su pecho y me deje mimar.
Amaba tanto a este bastardo que no sabría que hacer. Su presecencia se volvio fundamental en mi vida sin que me diera cuenta, pase de querer matarlo a amarlo antes de que pudiera procesar todo lo que ocurría, ya que en algún momento podría perderlo y todo se acabaria.
Talvez si estuvieramos en otro mundo, podríamos estar juntos tranquilamente, tomandonos nuestro tiempo para amarnos y llevar nuestra relación tranquilamente y no tener que vivirla como si fuera el último día.
-Erwin.-
-Dime, Levi.-
-No mueras, no mueras si no estoy yo contigo.-
-Te lo prometo.-
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Corrí desperado hasta el hospital, tanto que ya no importaba mi tobillo.
Erwin había sido herido de gravedad cuando salio de expedición al exterior, y había sido mi culpa por no acompañarlo. Puede incluso morir por la cantidad de sangre que pudo perder.
-Capitán, tranquilizese, el Comandante Smith esta en riesgo vital, todavía no puede entrar a verlo.- dijo la enfermera -Le avisare cuando el Comandante este mejor y pueda recibir visitas.-
-Esta bien.-
Espere sentado en el suelo por varias horas, no se cuantas fueron, pero fueron unas de las horas más tristes de mi vida.
