Capitulo 6

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Sentado a la cabecera de la mesa, Sasuke probó el manjar de leche y trigo. Hacia lo posible para ignorar la alegría reinante. Finalmente había dado permiso para un refrigerio especial. A pesar de no dar importancia a la opinión de las personas, no vio motivo para castigarlos por causa de los errores de su mujer.

Pero luego el dejaría en claro que Sakura no debía ser tratada con diferencia, ni por la mismo entrometida de Edith.

¡Sakura! Cuando no la encontraba había perdido el control. Como un loco y gritando, recorrió el castillo buscándola, sin importarle la perplejidad con que lo miraban las personas a su alrededor. Podía oír a su padre callándolo: Un Uchiha jamás levanta la voz.

Juntando pedazos de informaciones, Sasuke descubrió que Sakura había estado en la cocina preparado un remedio para un niño y sin compañía había salido a la huerta.

Cuando finalmente la encontró, había sufrido un impacto como el de un gran golpe en el pecho. Lo invadió una mezcla de emociones tales como el alivio, satisfacción y frustración creciente.

Aborreció verla arrodillada en la tierra como una campesina. No le había dado permiso para administrar remedios o para arruinarse las manos con la jardinería. Entonces, Sakura lo había enfrentado desencadenándole una furia jamás sentida. Sin querer se le había aproximado y la había asustado. Al retroceder ella cayó hacia atrás dejando a la vista sus piernas bien torneadas. El sintió ganas de tocarlas, de caer sobre su mujer y tocarle los cabellos y poseerla.

El recuerdo de la escena lo enojaba. Su mente estaba ida y él se sentía fuera de control. Y ella era la culpable. A pesar de haberse alegrado con la existencia de la sobrina de Deidara, admitía que Sakura no era a criatura débil, cobarde o maleable como en la había imaginado a causa de su educación en el convento. Ella tampoco era fea ni vieja, pensó al verla enfrentarlo con la mirada. Con una audacia inesperada, su mujer levantó la copa para brindar y a continuación bebió hasta vaciarla.

Sasuke supuso que ella ya había bebido mucho vino. Sus ojos verdes revelaban una imprudencia bien diferente de la habitual expresión de desafío. La idea de que aquella jovencita estuviera ebria, le aceleró el pulso, pero él no comprendió por qué.

Mantuvo una mirada desconfiada sobre ella. No esperaba que Sakura hiciese algo impropio delante de los moradores del castillo. Pero aun, ella mostraba ser una valiente nata, siempre enfrentaba a las personas sin miedo.

El vestido no era adecuado. Además de ser obvio que se trataba de una prenda reformada, el trabajo en la huerta lo había ensuciado. Sasuke frunció el entrecejo. ¿Qué tipo de mujer removería la tierra sin importarle su ropa? Una monja o una novicia que no precisase preocuparse de su túnica negra, pensó el horrorizado.

Sasuke la imagino envuelta en las sedas traídas del este, en varios tonos de azul y de verde. Este último color sería mejor. Resaltaría sus ojos.

¿Y esmeraldas? Sakura quedaría tan hermosa con una tiara con incrustaciones de esas piedras raras. Él le había dicho a Edith que no le pusiera una toca a su mujer. Entonces, ella había prendido sus cabellos y los cubrió con una chalina dorada. De repente, sintió ganas de verlos sueltos.

Sorprendido, desvió la mirada de Sakura.

Hacia algunos años que él se concentraba en un único objetivo. Y ahora que estaba a su alcance el proprio instrumento de la venganza comenzaban a estancarse sus planes. Delirios. Sasuke trataba de dominarlo pero la disciplina fallaba, desgastada por la heredera de Deidara y por el constante dolor de estómago.

El seria el vencedor, lo juro. Miró a su esposa y vio que ella lo miraba con aire curioso. ¿Sería ella capaz de leerle los pensamientos? Al observar su belleza, las personas a su alrededor y el barullo desaparecían. Hasta el aire parecía haberse detenido para revelar a Sakura como el centro del mundo.

La Esposa Virgen ~  SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora