The nobody.

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Japón un país tranquilo y pacífico, con un excelente ambiente para vivir pero las condiciones de labor son tan detestables qué hacen la mayor parte de la cuidad esté haciendo trabajos sucios para la mafia japonesa, dónde el país se divide por distintas familias pero todos están unidas a un grupo que controla y supervisa todas las familias. La situación de las mafias en una cuidad llamada Musutafu, se divide por diferentes calles o territorios dónde operan estás familias de la mafia pero siempre hay un lugar dónde los mafiosos o asesinos sé pueden resguardar un hotel llamado el continental.

Ahora ubicando en un cementerio dónde estaban haciendo el entierro de una persona, dónde las nubes grises tapaban el cielo y de estos brotando unas gotas de agua por la lluvia dónde las personas empezaron a cubrirse con las sombrillas, dónde una persona estaba mirando con una notoria seriedad aquel ataúd y la lápida, una pequeña gota de lágrima empezó a bajar en sus ojos por la notoria tristeza qué empezó a sentir, mientras los que acompañaron empezaban a dejar los pésame a la persona.

"Midoriya Inko, una buena madre"

Aquella persona vistiendo de negro con su notable, pantalones estrechos, su camisa de manga larga de color blanca, su corbata también negra su sacó del mismo color, con un cabello corto de color verde dando un suspiro hasta qué alguien le tocó su mano. Una chica de pelo corto y castaño vistiendo para la ocasión siendo la esposa del chico, quién seguía mirando la lápida hasta qué finalmente lo cubrieron con tierra. Una persona se acercó a la pareja siendo el padre de la chica tocando el hombro del chico, para darle el pésame.

—Izuku.

—Señor.

—Lamento lo que pasó, sí necesitas a alguien con quién hablar..puedes venir a mi distrito y desahogarte.

—Gracias.

—Hija, nos vemos.

—Me saludas a mí madre porfavor.

—Claro– con ésto último el señor le tocó nuevamente él hombro al chico para después retirarse.

Seguido cada uno de los que estaban presentes se empezaron a retirar mientras la lluvia empezó a hacerse más fuerte, sólo sé quedaron la pareja él chico de pelo verde guardo el paraguas sin importar qué se mojé, seguía mirando más la lápida de su difunta madre dando un suspiro pesado, esté sé agachó para agarrar tierra y dejarla caer en el suelo en el lugar dónde estaba enterrada luego para dar su última despedida puso algunas flores sin importar qué se mojaban. Luego poco a poco empezó a regresar al auto de su esposa y ella estaba esperándolo.

—¿Pudiste despedirte bien?

—Tal vez ella me está escuchando, tal vez no..quiero irme a la casa.

—Entiendo querido vamonos.

Tras poner encender el motor del auto, este partió del cementerio pará conducir por las calles de aquella cuidad oscura, mientras las luces de los focos estaban a su 100 para iluminar las calles dando un pequeño visual dé estas. Llegando a lo que es su casa, dónde al abrí la cochera el auto se adentró y luego ambas parejas sé bajaron para entrar a la casa. El primero en bañarse fué Midoriya, denotando su figura de un adulto pero había algo más. Esos tatuajes de su espalda que parecía ser un símbolo. Después de salirse, esté decidió sentarse en su sofá mientras mantenía esa misma mirada de cuando enterraron a su madre.

—Midoriya,Si quieres puedes faltar al trabajo.

—No, estoy bien con eso hoy fué un día pesado. Sólo quiero descansar.

En la mañana siguiente.

Midoriya sé levantó temprano, apagando él ruido de la alarma bajando por la escalera dé su casa para llegar a la cocina y prepararse su café caliente para aguantar la mañana de su trabajo en una empresa qué tenía que ver con maquinaria e infraestructura. Luego su esposa se bajó también, mientras ella le tocaba el hombro pará hacer qué el peliverde volteó siendo recibido por un beso en la boca de buenos días.

"UNA NOCHE PARA LA VENGANZA"Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang