Objetivos similares

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Lo que debió ser una ducha rápida terminó siendo un salir y entrar del cuarto de baño para preguntarle a Aki para que servía cada cosa. Por supuesto esto lo hacías sin ningún tipo de vergüenza, y sin ropa, por lo que Aki te pidió que cuando quisieras saber de algo le llamarás y, desde la puerta de baño, le lanzaras lo que fuera que quisieras saber para que servía hacia el sofá. Luego él te lo lanzaba de vuelta. Era como jugar a uno de esos deportes que habías visto por la tele mientras desayunabais.

Al rato, y cuando ya tenías todo claro y era innecesario volver a salir del baño, una voz conocida entró al departamento. Los pasos se fueron acercando hasta la puerta deo baño y dio dos golpes a la puerta para avisar que iba a entrar. Como ya habías adivinado, era Himeno que además traía ropa para ti.

-¡Hola T/N!¿Que tal tu primera noche en la casa de Aki?

Pensaste un poco que respuesta darle y terminaste dándole un debatible "movidita pero agusto". Himeno se acercó hasta el water y dejó la ropa encima de la tapa. Luego se giró para mirarte, tu estabas metida en oa bañera con el agua hasta el cuello.

-¿Pasa algo?- Preguntaste al notar la concentrada mirada de tu compañera.

Ella estuvo así unos instantes más y luego puso una de sus manos como una pistola apuntándote y sonrió.

-Buen cuerpo compi.

Te guiñó un ojo y salió sin decir nada más. Parpadeaste rápidamente sin entender el comentario y luego te miraste a ti misma. (A Azumi le habría encantado oir eso) pensaste.

Al rato saliste de la ducha con ropa nueva puesta. Sorprendentemente la ropa de Himeno te quedaba bastante bien, aunque cierto era que tuviste que abotonar toda tu camisa para que no se callera. Te asomaste al salón y encontraste a la pareja hablando sobre algo con muchos papeles esparcidos sobre la mesa. Aki fue el primero en darse cuenta de tu presencia y te hizo un gesto para que te sentaras.

-Veo que te queda bien la ropa. He escogido la que pensaba que te quedaría mejor y creo que he acertado, ¿No crees Aki?

Aki se limitó a poner una cara completamente neutral mientras te miraba con tu nueva ropa. Cuando ya te habías sentado junto a ellos volvió a hablar.

-El demonio fuego.

Esas tres palabras fueron suficientes para poner toda tu atención en la conversación.

-Por lo visto- continuó Aki- lo han avistado merodeando cerca de la zona de cultivos urbana quemando la siembra. Algunos agricultores trataron de pararlo pero terminaron siendo víctimas del demonio. Los que quedaron vivos huyeron.

Recuerdos empezaron a surgir en tu mente. Los gritos de tu amiga y su familia mientras eran devorados por las llamas de aquel monstruo te empezaron a atormentar de nuevo. Apretaste fuertemente tu puño para no hacer ninguna tontería mientras mirabas la mesa con los informes y noticias de los sitios donde el demonio había atacado.

-¿Sucede algo T/N?- Himeno posó su mano sobre la tuya y tu alzaste la mirada. Tanto Himeno como Aki te miraban algo preocupados e intrigados.

-No.- Negaste tratando de dar tu mejor sonrisa.- Todo va perfectamente.

Ambos se miraron y volvieron la vista a las noticias.

-Las víctimas más frecuentes suelen ser campos y granjas, pero se ha encontrado algún registro de intento de ataque a edificios a las afueras de la ciudad que son más recientes.

-Si el demonio se arma de valor y empieza a atacar la ciudad- le cortó Himeno- podría morir mucha gente.

-Exacto.- Afirmó Aki con un leve movimiento de cabeza.- Hay que encontralo y acabar con él antes de que eso ocurra.

-Podriamos empezar por preguntar a los granjeros que lograron huir.- dijiste para ser parte de la conversación- Si alguno sabe por dónde llegó nos podría dar una pista de por donde empezar a buscar.

-Muy buena idea T/N. -Te felicitó Himeno.- Yo me encargaré de eso, mientras tanto vosotros dos podríais daros una vuelta por los alrededores de los sitios donde el demonio atacó por última vez a ver si encontráis algún indicio de algún posible futuro ataque.

-Bien.- dijo Aki levantandose de la mesa.- Nos prepararemos e iremos ahora mismo.

-Estupendo.- respondió Himeno imitando a Aki.- confío en vosotros dos.

Ambos se encaminaron hacía la puerta de salida.

-Chao T/N, te he dejado más ropa en tu habitación para que tengas algun recambio.- Himeno se despidió de ti mientras salía pero no le prestaste mucha atención.

Aki cerró la puerta y se dirigió nuevamente a la sala principal donde los papeles aún seguían tirados por encima de la mesa.

-Venga T/N, prepárate que salimos en breves.

Tu no diste respuesta alguna.

-T/N, ¿Me has escuchado?

Aki se acercó un poco más a ti y pudo ver como sujetabas una de las hojas que habías agarrado de encima de la mesa.

No querias que estuviera pero era inevitable. El informe y la noticia del ataque a una humilde casa de campo situada algo alejada de la ciudad. La casa de campo había sido reducida a cenizas a manos del demonio de las llamas y no se encontraron supervivientes. Tampoco se encontró uno de los cuerpos de la familia que vivía en aquella casa. Al no encontrarlo, se dió por hecho de que el demonio lo habría devorado y se dio el caso por cerrado. Apretaste fuertemente la hoja con furia. Querías romperla en mil pedazos y no volverla a ver en tu vida.

Todas esas emociones que habían estallado de un momento a otro en tu interior fueron aplacadas por unos brazos que te rodearon por los hombros. El olor del autor te fue fácilmente reconocible. Le miraste de reojo un poco desconcertada, no te esperabas esa reacción.

-No me mires así.- musito Aki entre dientes.- No se me da bien dar afecto ¿Vale?

Volviste la mirada a las hojas y ambos os quedasteis en silencio por un momento.

-Mira -dijo Aki sin dejar de abrazarte.- No se que fue lo que te hizo que te gustara matar demonios. Tampoco se si tienes algo que ver con el demonio fuego. Pero, yo ando detrás de un demonio también y cualquier tipo de ayuda es buena para asesinarlo y la voy a acoger con los brazos abiertos.

Lágrimas comenzaron a brotar de tus ojos cayendo en el papel y empapándolo.

-Se que esto es algo que jamás haría con nadie y aún menos con un demonio- prosiguió- pero, en vista de que tu y yo vamos a pasar bastante tiempo juntos y que tenemos objetivos bastante similares estoy dispuesto a intentar, recalco el intentar, llevarme medianamente bien contigo.- tu respiración se detuvo por un momento, pensaste que estabas en un sueño.- Así que te voy a pedir que confies en mi para que me cuentes lo que te ocurrió si así conseguimos lo que queremos.

Ambos quedasteis en silencio otra vez, un silencio más largo que el anterior. Entonces te levantaste con uno de los papeles en la mano, era una de las hojas del antiguo periódico el cual puso la foto de la niña cuyo cadaver había desaparecido tras el incendio de la casa de campo.

-Azumi...-Dijiste finalmente. Aki puso toda su atención en ti.- En verdad te ves mejor sin los rasgos de demonio que yo le he puesto a tu cuerpo.

Aki abrió los ojos mientras analizaba lo que acababas de decir. Mientras tanto, tu fuiste a la cocina y con unas tijeras recortaste la foto de Azumi. Tomaste la imagen ya recortada, le diste un beso y la guardaste en tu bolsillo. Entonces, ya más calmada y con las lágrimas secadas fuiste hacia la puerta.

-Aki- medio gritaste sin girar a verle. Aki tomó sus cosas y se dirigió también a la puerta, era hora de salir.

-¿Estás bien?

Aki abrió la puerta mientras no dejaba de mirarte incrédulo por lo de antes, aún había mucho que asimilar y que preguntarte. Tu dejaste que el aire azotara tu cara suavemente. Llena de determinación saliste del apartamento.

-A por el cabrón de las llamas.

Te odio, mi amor (Aki Hayakawa x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora