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"O1"
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Alguien ya esta yendo a la preparatoria con una carta de amor para entregársela a su crush, pero no les voy a decir quien soy.
¡AYUDA, NO HE LLEGADO Y TENGO NERVIOS!
Si mis cálculos no fallaban, por ser la semana del cuidado del medio ambiente, hoy iba a haber una conferencia por parte de un hombre que nos iba a platicar acerca de cómo cuidar el entorno y blah, blah, blah. El caso era que los últimos descansos de los alumnos de preparatoria y universidad se iban a juntar.
Una de mis pocas oportunidades de poder estar en el mismo horario que Ni-Ki y poderlo admirar a lo lejos mientras jugaba fútbol con sus amigos.
Además de que iba a ser casi a la hora de la salida, así que podré ignorar todo eso una hora más y luego saldría corriendo del instituto lo más rápido posible para ir a mi cama, pegar mi cara en la almohada y gritar como el chillón que soy.
Aún sigo sin creer que voy a hacer esto...
Cuando llegué a la entrada, pude visualizar a Jungwon, otro fracasado como yo porque su crush no le hace caso. Ni siquiera lo dejé saludarme, sólo lo jale hacia adentro del plantel y lo llevé a una zona alejada de los demás alumnos.
— Necesito decirte algo, es urgente — hablé tan rápido y nervioso que dudo me hubiera entendido.
— ¿Qué está pasando? ¿Qué hiciste ahora? — Preguntó extrañado.
Obvio le iba a contar, es mi bestie, así que le iba a pasar el chisme.
— Me gusta Ni-Ki — solté.
Jungwon comenzó a reírse ahí mismo, luego dio unos saltitos en su lugar, luego agitó volvió a reírse pero esta vez daba pequeños grititos y al final hacía ruidos incomprensibles.
Okey, esta faceta de Yang es rara.
— ¡POR FIN ADMITES QUE TE GUSTA! —
¡PERO AOEKFDJSN YANG JUNGWON, SÉ MÁS DISCRETO!
— ¡Baboso! Baja la voz — reproché en un susurro y Jungwon pareció darse cuenta de lo que había pasado.
— Perdón, me emocioné — dijo esta vez en un tono bajo. — En fin, ¿Sólo era eso? No sé porqué siento que hay algo más —.
¿Vieron por qué es mi bestie? Su sexto sentido sabe todo de mí.
— Voy a declararme — hablé, rápidamente le tapé la boca a mi amigo con mis manos porque esta a seguro de que iba a gritar —. No es así como piensas, le escribí una carta y necesito que tú se la entregues —.
— Yhm hm mhmmm mmmh mh, mm hm — le destapé la boca para que pudiera hablar —. Deberías dársela tú, no yo —.
¿Cómo te explico que si yo lo hago, lo más probable sea que me dé un paro cardíaco ahí mismo por estar frente a tremendo dios?
— Me voy a terminar arrepintiendo, tú lo sabes —.
— Tienes razón, ¿Pero por qué precisamente yo? — Preguntó.
— Porque, uno, eres amigo de Ni-Ki y dos, podrás estás más cerca de Jay —.
Y ¡Bum! El rostro de Jungwon pareció totalmente convencido, pues parece que decir el nombre del estadounidense era la clave para convencerlo.
— ¿Tienes la carta? — Preguntó de nuevo, asentí como respuesta —. Bien, me la entregas cuando termine la conferencia. —
