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Al salir de la casa afortunadamente un taxi estaba pasando por ahí, así que lo llamé y este enseguida se detuvo.

— ¿Kim Sunwoo? — Preguntó el muchacho quien conducía.

— ¿Park Sunghoon? — Pregunté de vuelta — ¿Eres taxista? —

— No. Llevé el auto con el mecánico y yo voy a llevárselo al amigo de mi padre — explicó brevemente.

— Ah, entiendo, pero, ¿Puedes llevarme? El amor de mi vida está a punto de ser engañado y tengo que impedirlo. —

— Claro, súbete rápido — indicó y yo hice caso —. Ponte el cinturón, no hay tiempo que perder —.

Si algo caracterizaba a SungHoon en la escuela, era porque le gustaba mucho la adrenalina, así que no sé por qué no me sorprendí cuando escuché las llantas rechinar contra el asfalto de la calle.

El auto pasaba rápido las calles, dando algunas maniobras que casi nos matan en más de una ocasión, Sunghoon incluso se saltó uno que otro semáforo y eso llama más la atención porque estamos en un taxi.

Recuerdenme nunca estar en el mismo auto que Sunghoon si él es quien conduce.

Policía, detenga el auto y coloques a un lado de la calle. — Escuchamos a nuestras espaldas.

Ay, Diosito santo.

Cuando mi amigo Park hizo lo requerido por las autoridades  solamente me volteó a ver.

— No te preocupes, yo lo manejo. —

Que entre en pánico dice.

— Señor, usted iba a una velocidad peligrosa en una vía pública, espero tenga una buena razón o tendré que llevármelo a la comisaría — dijo el hombre cuando Sunghoon bajo el cristal de la puerta.

— Buenas tardes oficial... Jungkook — dijo el chico mientras leía la placa del hombre —. La cosa está así, estamos desesperados. —

El hombre sólo volteó a verme y yo asentí totalmente cargado de miedo.

Sunghoon, ¿Qué haces?

— ¿Cuál es el problema? — Preguntó el policía.

— ¿Ve al chico que está ahí? — Me señaló y yo trague duro —. Su novia está a punto de dar a luz y necesitamos llegar con urgencia al hospital, las chica ya está en labores de parte y, si no llegamos a tiempo, él se perderá de la mejor experiencia de su vida... Seguramente usted tiene hijos y sabe lo bonito que es. — Explicó Sunghoon.

*Insertar gritos internos.*

— ¿Eso es verdad, joven? — Me preguntó está vez a mí.

— ¡Sí, señor oficial! Necesito llegar lo más pronto posible, mi hija está a punto de nacer — dije, siguiéndole la corriente a la falsa historia de Sunghoon.

— Wow, una niña, yo soy el padre de una pequeña princesa también... Está bien, se las dejare pasar esta vez, pero manejen con cuidado, ¡Felicidades, chico! — Y así, el hombre policía se fue y nos dio paso para que siguiéramos nuestro camino.

Cuando volvimos a estar en carretera, a una velocidad más tranquila que antes, simplemente comenzamos a reírnos como focas epilépticas.

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

— ¡DIOS! ¿PERO QUÉ HICIMOS? — Gritó mi amigo.

— ¡ESTABA SUPER CAGADO DE MIEDO! — Expresé, aún seguía temblando ligeramente.

— Gracias por seguirme la corriente — dijo Park, dándome un codazo.

— Gracias por sacarnos vivos de ahí. —

Aviso avisador, Sunghoon y yo no estamos promoviendo mentiras hacia la ley.

El viaje continuó entre bromas y risas, incluso le conté todo, desde la noche que acepté estar enamorado de Ni-Ki hasta lo sucedido hace unas horas, él me aconsejaba y me escuchaba, me sentía agradecido por haberme dado un buen ambiente a decir verdad. Creo que debería pasar más tiempo con Sunghoon, este chico es divertido.

Cuando llegamos al mirador, rápidamente desabrocjé mi cinturón de seguridad y saqué mi billetera para pagarme, pero él me detuvo.

— No me debes nada. Ahora ve y detén el plan de Jake — dijo mientras se estiraba para abrir mi puerta.

— Te debo una grande, ¡Nos vemos! — Me despedí mientras bajaba del vehículo.

— ¡Adiós y felicidades, papá! —

Cuando llegué a recepción, tuve que hacer la pequeña fila que estaba ahí, estaba algo desesperado, miré el reloj de mi teléfono y vi que ya eran las siete y veinte.

Pasaron las dos personas delante de mí y por fin fue mi turno.

— Hola, ¿Puede darme una entrada para el mirador? — Pedí hamablemente a la anciana mujer que me atendía.

— Claro, chico, ¿Sólo eso será? — Preguntó.

— Sí, sólo eso — respondí rápidamente, comencé a dar saltitos ansioso por querer subir.

— Puedo ofrecerle una guía, le explicará acerca de la historia de este mirador y cada una de las edificaciones que se logran ver arriba —. Volvió a ofrecer y yo apreté los labios.

— No, no, no, sólo un boleto está bien, gracias — dije y fuí sacando la billetera — ¿Cuánto es? —

— Treinta- — ni siquiera la dejé terminar, le pasé un billete de cincuenta y recibí el boleto para luego salir corriendo — ¡Joven, su cambio! —

— ¡Quédeselo! —

Subí las primeras treinta escaleras lo más rápido que pude, las otras veinte lo hice con algo de esfuerzo, las otras veinte ya estaba comenzando a cansarme, las otras veinte tenía que usar el barandal y para las últimas veinte ya estaba cansado.

Me duelen las patas, pero todo sea por Ni-Ki.

Cuando llegué a lanparte de arriba procuré mezclarse con la gente para pasar desapercibido, luego de un rato pude divisar a Ni-Ki y la imagen que vi no me la esperaba para nada.

Él estaba... Sólo...

"N"

𝐍𝐨 𝐒𝐚𝐛𝐞 𝐐𝐮𝐞 𝐒𝐨𝐲 𝐘𝐨 ❀ 𝐒𝐮𝐧𝐊𝐢Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu