«No me importa el mundo. Cuando estoy contigo, todo se vuelve mejor. A tu lado puedo actuar como si no hubiese nadie alrededor».
Cada vez que Park Sunghoon tiene dudas, Jake siempre está ahí, apoyándolo y tomando su mano.
Sim Jake lo acompañó desde...
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Sunghoon siempre supo que su Jake tenía alma de revolucionario, por lo que no fue ninguna sorpresa para él el enterarse de que su adorado novio estaba convocando el apoyo de toda la comunidad universitaria para una protesta pacífica en la explanada del campus principal.
Pero primero, remontémonos al por qué de ésta situación. Hablemos de dos días atrás.
Era un día brillante, el clima lucía perfecto y su humor se encontraba de maravilla. Jake había culminado con su proyecto más reciente, al que denominaba como el más codicioso y por ende, el mejor de sus trabajos hasta entonces; toda una exposición fotográfica acerca de la comunidad LGBTQ+.
La consigna era sencilla. Para una de sus clases de fotografía cada alumno debía desarrollar una exposición retratando en ella una problemática social por la cual se vieran afectados. Jake no tuvo que pensar demasiado antes de decidirse por hablar de la opresión y discriminación que existía contra su comunidad. Pero no solo quería hablar de la bifobia, él deseaba expandirse y señalar todos los comportamientos erróneos e intolerantes que la sociedad adoptaba cuando se trataba de aquellos que salían de las casillas establecidas por la heteronormativa y que tenían modos de amar distintos y expresiones diferentes a la de las personas cisgénero estereotípicas. Así que se puso manos a la obra al instante, trabajando con varios de sus amigos y conocidos para ello.
Desde luego, llamó a Yang Jungwon, el viejo amigo de la preparatoria de su novio, quien era un bailarín contemporáneo excepcional y además, el mayor representante y defensor de la comunidad arroace. Jungwon aceptó de inmediato su idea para la fotografía que deseaba conseguir con él y durante una tarde lluviosa, el bailarín plasmó años de incertidumbre atravesados durante su juventud sobre su propia orientación por medio de una pieza de baile corta pero significativa en la que los colores de su bandera pintados en su rostro se deslavaban entre el agua, quedando gloriosamente retratada cada emoción por medio de la cámara del de cabellos rosas y siendo resaltada por las grandes habilidades de edición en postproducción de éste mismo.
Le siguió con Lee Hyein, la hermanita de su compañero de clase: Lee Heeseung, quien había sido echada de su casa tras ser descubierta por sus intolerantes padres junto a su novia Haerin. Afortunadamente, tuvo el respaldo de su hermano mayor y de sus abuelos, quienes la acogieron y jamás la dejaron sola. Jake trabajó con ella durante una noche de cielo despejado. La chica se situó debajo de un farol, mirando a un costado de la calle y sosteniendo en su mano izquierda una mochila que llevaba pines rezando distintas oraciones, entre las que más destacaba aquella que decía "love is love". Al frente suyo, estaba su hermano. El rubio llevaba una sombrilla de colores abierta, la cuál recargaba sobre su hombro derecho. Le estaba extendiendo su palma a la chica con una enorme sonrisa pintando su rostro, siendo él el lado luminoso de la fotografía. Porque sí, Jake no solo quería centrarse en los aspectos negativos, dentro de todo, había apoyo, aceptación y calidez.
Continuó con Hwang Hyunjin y Lee Félix, dos amables drag queen que había conocido durante una de las tantas marchas del orgullo a las que había asistido junto a su novio, luego visitó a Sana, quien era la responsable de un refugio dedicado a la protección de infancias y juventud queer. Todos ellos fueron pieza clave para que su proyecto se convirtiera en la gran joya que es, pero sin duda, quien vino a ser la cereza en el pastel fue su novio, Park Sunghoon, quien es su mayor motivación para luchar y su fuente total de inspiración.
