Lee Felix había cumplido con todos los estándares de su distante padre, incluyendo tener de novio a alguien asombroso como Hwang Hyunmin, el ex rey de su preparatoria; para su desgracia, no contaba con que su novio no era realmente quien el conocía...
Felix dejó su abrigo en el sofá de la habitación y corrió al pasillo directo a recepción. "¿Puede llevar las cosas de aseo a la habitación V23?" La enfermera asintió y Felix le sonrió en agradecimiento.
Regresó de nuevo a la habitación del hospital en el que se encontraban los gemelos Hwang, acostados cada uno en su cama.
"Ya van a asearlos." Dijo en voz alta. "Voy a aburrirlos con mi día de hoy."
Tomó asiento en la orilla de la cama de Hyunjin y acarició su brazo. "Mi amor, ya te creció el cabello." Río bajito. "Me encantaría que vieras lo guapo que te vez con cabello corto y castaño." Suspiró. "También tengo el cabello castaño, te había dicho que lo pintaría de ese color y ahora estamos iguales, de hecho, Hyunmin también tiene el mismo look que tú."
"Hola cariño, ¿Llegasta hace poco?" Felix asintió. "¿Algo nuevo?" Negó Felix. "Ya pasaron dos meses..."
"Ellos van a despertar." Miró de nuevo a su novio. "Hyunjin tiene que terminar el plan de su negocio y Hyunmin debe estar con él."
"Traje los paños, ¿Quieren que les ayude?" Llegó la enfermera y ambos negaron. "Me retiro."
Esa había sido la rutina los últimos dos meses, cuando ocurrió el accidente ambos se habían golpeado la cabeza y habían tenido una cirugía de emergencia, desgraciadamente Hyunjin y Hyunmin desde entonces se encontraban en coma. La señora Hwang llegó a Seúl cuando sus hijos estaban saliendo de la cirugía y fue ahí donde conversó con Felix, este le contó todo lo sucedido y corrió del hospital al señor Hwang cuando este llegó intentando culpar a Felix. Ahí fue cuando la rutina se definió para Felix; dormir en casa y de vez en cuando en el hospital, ir a clases, regresar a casa o al hospital, hacer tarea, ducharse, ayudar a la señora Hwang con el aseo de los chicos y asi todos los días, las noches siempre las pasaba llorando al teléfono con su madre y aunque ya habían pasado 2 meses, seguía doliendo, no quería pensar en que no despertarían.
"Mi niño hermoso, ¿Cómo creíste que tenía un favorito?" La señora Hwang pasó un paño húmedo sobre los brazos de Hyunmin. "Los amo a los dos por igual y con toda mi alma, por favor no me dejen." Ahogó su llanto. "¿Cuál sería mi motivo de existir si no los tengo a ustedes?"
Felix lloraba en silencio en el otro extremo de la habitación, limpiando a su novio. Era como cuando Hyunjin cuidó de Felix cuando tuvo temperatura, la cruda realidad es que Hyunjin no daba señal de vida, más que el aparato que contaba su ritmo cardiaco.
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Con mucho cuidado se recostó alado de Hyunjin y tomó el libro de biología en sus manos. "¿Ya te dije que no me va bien en esta materia?" Comenzó a leer el libro para estudiar y así pasar su examen el día siguiente. "Estoy aburrido, ¿Podrías ayudarme a mi tarea?" Río bajito.
Aventó el libro al suelo y se acomodó para abrazar a su novio, tomando una pequeña siesta a su lado. Necesitaba soñar que el despertaba, le daba un besó profundo e irían a la universidad juntos.
