La Llegada De Los Héroes《Isekai Quartet En COTE》

Prólogo: Sacrificio y recompensa.

Lugar desconocido, en un mundo de magias y fantasías.

Se puede ver a un hombre esqueleto tirado contra el suelo, compeltamente inmóvil e inerte, como si estuviera muerto, aunque realmente no lo estaba. A su alrededor, un ambiente montañoso lleno de la llama de la muerte recorriendo los arboles en la zona, con un ente moribundo en frente de él, perteneciente, no a una persona, sino a un ser con forma de dragón europeo, tirado frente a él casi muerto.

(¿Cómo es que sigue vivo? Usé mi mayor ataque, bueno, al menos pude proteger Nazarick, solo necesito rematarlo y ya).

Pensó el hombre esquelético, cargando un hechizo, al mismo tiempo, el dragón de color plata disparó su hechizo al unisono que eo esqueleto, impactando uno al otro.

"Ya no hay forma de que ninguno se salve, solo queda mi cabeza...".

Mencionó el hombre esquelético, con solo su cabeza o craneo, como el había mencionado, mientras que el dragón yacía muerto en el mismo suelo que él, finalmente, el cuerpo del esqueleto, que estaba pulverizado, no podria recobrar la forma de una manera realista en este momento.

"Muchas gracias por estar conmigo Nazarick, les deseo lo mejor a todos, cuiden de ustedes mutuamente, espero alguien pueda dirigir Nazarick con honestidad, si hay algún dios mirándome en este momento, espero sea alguien piadoso y me perdone por lo que he hecho".

El hombre esqueleto, con solo su cabeza, había pronunciado esas palabras a todo aquel que la pueda escuchar, pensando que no había nadie para escucharlo.

Finalmente, el esqueleto falleció, sus brillantes ojos rojos, si se les podría llamar ojos, perdieron todo brillo, dejando solamente una calavera vacía.

En otro lugar, en otro mundo.

Se podía ver a un jovén pelicastaño sosteniendo una espada, al mismo tiempo que sus heridas, tendido en el piso, no le quedaba ni dos minutos de vida.

Mordiendo su espada para aplacar su dolor, veía, ante él, el cadaver de un hombre con grandes cuernos, así como una poblada barba blanca, tendido en el piso al igual que él, muerto.

"¿Al final no obtendré mi preciada recompensa eh...?".

Se preguntó a si mismo el jovén, en paralelo, sus compañeras tendidas en el suelo cansadas, intentando ayudar al chico, el cuál solo se resignó y intentó ayudar en su muerte.

"Si no puedo salvarme, entonces aceleraré mi propia muerte...".

Dijo el jovén, clavando su propia espada en su pecho, llegando hasta en corazón, terminando de morir enfrente de sus compañeras, que no pudieron hacer nada.

"S-s-solo... ¡Solo tenias que esperar a que despertara Aqua!".

Dijo una adolescente, de cabello oscuro y ojos carmesí, llorando encima del muerto cuerpo del jovén.

En ese momento, la mencionada despertó y fué a acudir en la ayuda de su fallecido compañero, el cuál se negaba.

"¿No irás con ellos?".

Preguntó una mujer peliplata mirando con preocupación al jovén.