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De nuevo voy a hundirme en el sufrimiento y el dolor, siempre pierdo lo que no vale la pena perder, pero esta vez no fue mi culpa ¿Cierto?

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De nuevo voy a hundirme en el sufrimiento y el dolor, siempre pierdo lo que no vale la pena perder, pero esta vez no fue mi culpa ¿Cierto?

Odasaku acaba de ser enviado a una misión mortal el solo, el que sea un Mafioso no significa que le guste matar gente, suena irónico pero así es. Mi grave error fue pasar a la oficina de Mori, quien no me dejó ir a ayudarlo. Estoy seguro que fue porque no cumplía con los requisitos que implicaba ser un asesino, pero él era humano, alguien importante para mi.

Cuando logre librarme de todos los guardias fui corriendo hacia donde debería estar Odasaku, ahí estaba, pero sin vida. No escuché sus últimas palabras, solo estaba el cuerpo ahí, helado y sin pulso ¿Qué debería hacer ahora? Cuando ya me retiraba escuché la voz de Odasaku, diciéndome que me acercara.

— Osamu, recuerda siempre ayudar a los más débiles, ve por el camino de la bondad, no por el lado de la oscuridad.

Después de eso dejo de respirar.

¿Me estaba diciendo que dejara la Port Mafia? No puedo hacer eso, ósea, si puedo pero ¿Y Chuuya? Estoy seguro que él no va a dejar a Ane-san y a Verlaine atrás, si dejo la sede seguro lo usarán de intermediario para que yo vuelva, amenazándome con que algo le harán a mi Chibi.

Regrese a la Port Mafia aproximadamente a las dos de la mañana, estuve rondando sin destino alguno por la ciudad, pero ahí estaba Chuuya esperándome en la ventana de su habitación, estaba encendida la luz de su lámpara de noche y como siempre, el brillo de sus ojos se notaba aunque estuviera lejos de él. Cuando noto mi presencia no dudo en aventarse del noveno piso para recibirme.

— ¿A DÓNDE FUISTE?

Cuando noto la sangre en mis manos se confundió aún más, me tomó en sus brazos y llegamos a su habitación más rápido usando gravedad. Durante unos minutos le estuvo preguntando muchas cosas, donde estaba, que hacía, de donde esa sangre y cosas así.

En ese momento después de muchos años, logré soltar una lágrima.

Chuuya abrió todavía más los ojos, jamás me había visto en ese estado y era evidente, yo jamás muestro mis sentimientos con nadie que no sea Odasaku. Se acercó a mi y me abrazó, haciéndome sentir realmente reconfortado, no sólo era el problema de Odasaku, si no que le pasaría a él si yo traicionó a la Mafia.

Cuando comencé a decirle lo de Odasaku él se tensó, el poco tiempo que ambos habían convivido fue agradable, o eso siempre me dijo Chuuya. Acaricio mi cabello mientras yo lloraba entre su hombro y su cuello, esa noche supe cuanto quería a ese lindo chico en mi vida.

— Osamu.

— Mmm.

— Si estás pensando en suicidarte de nuevo no lo hagas, por favor, no soportaría si uno de tus intentos llegara a funcionar.

— No te preocupes, hasta la muerte me tiene miedo.

Solté una pequeña risa y me aferre más a él, hasta que el sol salga, no voy a despegarme de mi chico. Desgraciadamente Verlaine nos despertó a los dos aproximadamente a las ocho para que desayunáramos, gracias a dios Chuuya le lanzó como 7 cosas para que yo no me despertara, como lo amo.

Girasoles para Chuuya // SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora