C II

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Giovannie

6:59 am marcaba mi reloj.

Y yo aquí parado en la esquina de su calle, todo por tener que ir a la escuela. No piensen que me da flojera, no, quiero ser un gran arquitecto, pero con este frió quiero estar en mi cama bajo mis cobijas.

Voltee cuando escuche pasos, y si señorita puntualidad siempre a la hora, justo a las 7:00 am, entrabamos a la escuela 7:30 am, así que podíamos irnos a nuestro paso, sin preocupación de llegar tarde.

Llego y como somos nosotros nos abrazamos muy fuerte y le di un beso en la frente como saludo y ella me dio uno en la mejilla, tal vez para muchos esto es visto como algo más allá de la amistad, pero para nosotros no. Para nosotros es respeto, lealtad y hermandad.

Si algo me enseñó mi padre, es que a una mujer siempre, siempre pero SIEMPRE se le trata con el debido respeto y sobre todo con mucho cariño, sea cercana o no. Así como era mi padre con mi madre y con ella, soy con todas las mujeres con las que convivo día a día, en especial con las tres que encabezan mi mundo, mi madre, mi doncella y mi novia.

-Buenos días, doncella- la salude después del ritual del beso.

-Buenos días, piume- me regreso el saludo, le extendí mi mano para que lo tomara y poder caminar.

-Te planchaste el cabello, doncella- exprese sorprendido, pues ella no es de las mujeres que utilicen maquillaje, se planche el cabello, vista con faldas, escotes o porte tacones. 

Simplemente no le gustan, y se esa razón, siempre le han dicho que no es bonita y no tiene un cuerpo bien formado, solo porque ella no es "femenina" como el resto de las mujeres que veo, y no se preocupa por someterse a dietas completas, hace ejercicio pero no como para obsesionarse por tener una figura como Barbie. 

Ella es gordita, si. Es unos centímetros más bajita que yo, si. En su cuerpo lo que resalta son sus caderas, sus piernas y nalgas, ya que de busto desde que la conozco no es tanto. Pero no me importa, ella es mi doncella, y para mi es Diosa hecha vida.

Ella en un gesto de pena, bajo la cabeza y se hizo un chongo para que no le volviera a decir nada, me sentí mal y quise arreglar mi error pero su cara ya me lo había dicho todo

-Te ves muy linda doncella, no te hagas chongo- quise soltar el chongo pero no me dejo y retrocedió para que no la alcanzara.

 Al ver que ya no haría nada, empezó a caminar primero, y yo detrás de ella, mi doncella es linda tal cual.

Hoy por ser lunes, podemos ir vestidos sin uniforme, y ella iba vestida con un pantalón de mezclilla negro y una blusa lisa color lila con un abrigo negro largo, me gustaría ayudarla con ese peso sobre sus hombros, pero no lo he logrado, aun.

-¿Cómo estuvo tu fin de semana?- rompió el hielo y se lo agradecí mentalmente, no quería que estuviera incómoda.

-Bien, salí a pasear con Amy el sábado y el domingo estuve con mamá. ¿A ti que tal te pinto tu fin de semana?

-Lo mismo de siempre, las tareas escolares y ayudar en mi casa, nada nuevo que reportar.

-¿Estás segura? ¿No hubo alguna discusión con tu familia?

-No, nada de nada.

-¿Y la razón de tu cabello?- sabía que algo pasó para que se lo alisara. 

Cada que dicen algo de ella que sea "horrendo" trata de igualarlo a las demás, si tan solo viera que es porque ella es de pelo quebrado y su familia es lacia, excepto su hermano menor, él es chino como yo.

MIRA AL CIELO| Siempre Será Nuestra PromesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora