Como si fuera la primera vez

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—      Entonces Lee Felix... ¿Aceptas a Lee Minho como tu esposo? — Jisung podría morir en ese instante de ternura, jamás había esperado que su amigo le pidiera que oficializara su boda.

—      Acepto — Felix desde la mañana no podía dejar de sonreír, sus pecas resaltaban mas y a diferencia de lo que todos pensaran no le molestaba el dolor de mejillas.

—      Ahora Lee Minho ¿Aceptas a Lee Felix como tu esposo?... ¡Vaya!, esto es más difícil que un trabalenguas — Algunos invitaron al igual que los novios rieron ante la broma del chico, un flash aturdió a Jisung quien rápidamente giro a ver a Jeongin quien portaba una sonrisa traviesa.

—      Que pregunta mas absurda... Claramente acepto — Minho sentía que en cualquier momento se desmayaría o vomitaría de la emoción, no pudo dormir durante toda la noche por pensar que estaba a horas de casarse con el amor de su vida.

—      Por el poder que me otorga el estado y más importante yo mismo, los declaro esposo y esposo... Entonces que esperan, ¡Puede besar al novio! — Minho volvió a reír estuvo esperando esa frase todo este tiempo.

Llevo sus manos a las mejillas de su ahora esposo para acariciarlas muy suave, sus ojos se conectaron y las estrellas se debieron de sentirse celosas por los hermosos destellos que se formaron en los iris de ambos, los chicos ansiaban con ese día, lo soñaron por mas de tres años, inclusive antes de ser prometidos, mucho antes de ser novios, desde la primera vez que se vieron supieron que estaban destinados para que ese día llegara.

Felix fue quien dio el primer paso, besando a Minho de manera lenta, suave y muy tierna, se robaron algunos suspiros, gritos y aplausos por parte de sus invitados.

Jeongin no perdió el tiempo antes de tomar la secuencia de fotos desde que se miraban antes de besarse hasta que se separaron, amaría ponerlas en el libro de fotos que les entregaría a sus amigos.

Después de la pequeña ceremonia el resto de la recepción fue más que hermosa, la joven pareja de recién casados apenas pudo despegarse veinte minutos y eso fue suficiente para que no quisieran volver hacerlo durante toda la noche.

Felix jamás se sintió tan dichoso junto a su familia, sentir el orgullo de sus padres, el cariño de sus hermanos y que sus abuelos unas personas criadas a la antigua estuvieran apoyándolo en todo momento a pesar de sus creencias, que mas podría pedir.

Minho por su parte no pudo sentirse un poco triste, ya que esperaba que sus padres por lo menos asistieran para felicitarlo, aunque su felicidad no fue estropeada ya que a mitad de la ceremonia sus dos hermanas menores llegaron, al final les dieron sus buenos deseos y le dieron la bienvenida al nuevo integrante de la familia.