#04 Lucy... ¿Estoy enamorado de Wendy?

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Natsu entro en el gremio, como era de esperarse alguien había hecho un mal comentario y ahora todos estaban peleando. Cosa normal en este lugar. Natsu paso entre todos los revoltosos intentando no involucrarse en la batalla, pues no estaba de humor para peleas. El dragón y su amigo felino se sentaron en la barra principal que siempre andaba vacía cuando ocurría alguna batalla, a excepción de Mirajane que atendía a quienes querían algo y a Levi que estaba sentada leyendo un libro. La habilidad de Levi para concentrarse en leer incluso estando en medio de un campo de batalla era impresionante, pero ella se dio cuenta cuando Natsu se sentó junto a ella.
Levi se le quedo mirando por un rato, recordando las palabras de Wendy: “Si… lo quiero demasiado…”, las cuales Levi aun no lograba comprender. “Tan solo espero que no la lastimes, Natsu” pensó la peli azul para volver a concentrarse en su lectura. Natsu le pidió carne asada en llamas a Mirajane y en cuestión de minutos se le fue entregado. Ah, y Happy pidió pescado. Estaban comiendo cuando de la nada apareció Lucy, agarrando a Natsu de la bufanda y arrastrándolo fuera del gremio. Este no entendía porque ella hacia esto, pero debía de suponer que era para decirle algo importante y se dejó arrastrar. Happy los siguió bastante confundido.
—Agh, ¡¿qué sucede Lucy?! —se quejó Natsu bastante hambriento— Estaba desayunando.
—Natsu quiero que seas sincero conmigo. —ordeno Lucy firmemente mientras se cruzaba de brazos— ¿Qué sientes tu por Wendy?
—¡¿Por Wendy?! —Natsu se sorprendió. Eso quería decir que Wendy le había contado a Lucy lo que él le había dicho. ¡Pero él le había dicho eso a Wendy sin pensar! Pero estaba escuchando su corazón de todos modos; ¿así que después de todo si quería a Wendy? ¿La quería tanto como para estar “enamorado” y sentir “amor”?— Siendo sincero Lucy. Yo las espié a ti y a Wendy el otro día cuando estaban hablando, y escuche que Wendy estaba enamorada de mí.
—¿Así que nos estabas espiando? Eso nunca lo espere de ti… —la maga celestial estaba impresionada e indignada a la vez, pero sospechaba que Natsu estaba reteniendo algo, e iba a insistir— Pero eso no importa. ¿No tienes nada más que decir?
—Si… —Natsu, reflejaba una mirada de determinación mientras miraba fijamente a Lucy. En lo más profundo de su mente podía escuchar los consejos de su padre Igneel, diciéndole que fuera honesto— Desde ese momento no dejo de pensar en eso. Y un extraño sentimiento de felicidad no me deja tranquilo… es muy raro, normalmente me gusta estar feliz, pero esta es una felicidad diferente a las demás. —Natsu no se dio cuenta de que estaba sonriendo, pero Lucy si se dio cuenta— Y empecé a sentirla justo después de escuchar a Wendy decir que estaba enamorada de mí.
—Oh, Natsu…
—Mi padre Igneel una vez me dijo algo sobre el amor. —continuo Natsu ignorando todo a su alrededor y concentrándose en sus recuerdos— Que era un sentimiento muy “poderoso” que puede dar mucha felicidad, y que te puede hacer muy cercana a una persona. Estoy confundido Lucy… —el peli rosa se acerca hacia la rubia y la toma de los hombros, mirándola fijamente con una mirada de confusión y preocupación. Lucy tenía toda su atención. Entonces Natsu hablo— Lucy… ¿Estoy enamorado de Wendy? —por alguna razón Natsu se sentía derrotado, como si le hubieran dado tremenda paliza, pero Lucy le hablo con mucho cariño al punto de parecer maternal—
—Sí, Natsu, estás enamorado.
—¡Wuahhh! ¡Wuahhh! —lloraba Happy que estaba allí parado sin que se dieran cuenta de él hasta ese momento— ¡Natsu, amigo, no lo puedo creer! —Happy salto hacia su dueño abrazándolo fuertemente. El dragoncito estaba apenado y sonrojado— ¡Lo que dijiste fue muy lindo! ¡Wuahhh! ¡Te deseo la mejor suerte del mundo con Wendy! ¡Wuahhh! —continuaba el gato llorando mientras que Lucy y Natsu se sentían súper incomodos— ¡Serán una linda pareja!
—G-gracias H-Happy. —agradeció el asesino de dragones acariciando el pelaje de su amigo queriendo calmarlo para que no hiciera más escandalo— ¿Qué debería hacer Lucy? —pregunto Natsu a Lucy, mirándola con mucha seriedad y firmeza—
—Jejeje, esto resulto ser un poco más fácil de lo que hubiera pensado. —pensaba Lucy reflexionando a la vez que ignoraba la atención de Natsu— Puedo ver que el amor de Natsu y Wendy es muy inocente y sincero. Awww, es un poco tierno la verdad. Pero modo seria Lucy, tienes que guiarlos muy bien en esto.
—Lucy, Natsu te pregunto algo… —dijo Happy con la voz cortada y sorbiendo mocos por la nariz. Entonces la rubia entro en sí y hablo confiada y relajada—
—Deberías pasar más tiempo con ella. Hacer caso a todo lo que te diga e intentar no joderla como ayer en mi casa. —el tono de Lucy se volvió muy agresivo— ¿Quedo claro?
—Eh, si, muy claro… —contesto Natsu tragando saliva con miedo, no sintiendo miedo de Lucy, sino de que Lucy le contara a Erza sobre el accidente del baño (si Erza se enterara Natsu no lo contaría mas)—
—Y también deberías confesárselo cuando lo veas conveniente, después de todo no creo que te vaya a rechazar. —ya esto era todo lo que Lucy podía hacer, el resto dependía de ellos. Natsu poso su mano sobre el hombro de Lucy, a la vez que le regalaba una sonrisa— ¿Eh?
—Gracias Lucy. Muchas gracias. —agradeció el peli rosa muy feliz con tener el apoyo de una buena amiga—
—¡Muchísimas gracias Lucy, ahora Natsu y Wendy serán novios! —gritaba el gato azul jovialmente dando vueltas por el aire—
—Mejor quédate callado Happy. —aconsejaba Lucy, porque sabía que el verdadero peligro de este proyecto era que Happy lo jodiera todo— Y te recomiendo que no vayas a estar cerca de Natsu cuando este con Wendy.
—¡Aye! —respondió Happy dando una última voltereta en el aire antes de aterrizar en el suelo sin problemas—
Antes de que Happy aterrizara Natsu se fue corriendo al interior del gremio más que dispuesto a concluir con su nuevo objetivo. La batalla continuaba dentro del gremio, nuestro protagonista corrió por el gremio esquivando los golpes que le lanzaban y contraatacando cuando podía, realmente no le importaba quien estaba intentando golpearlo, así eran las clásicas luchas amistosas dentro del gremio; un raro todos contra todos.
Natsu vio a Wendy sentada en la barra siendo atendida por Mirajane. Una sonrisa se dibujó en la cara de Natsu que fue corriendo hacia la barra con emoción, pero de la nada un chico de cabello negro y que por alguna razón estaba en calzones se interpuso es su camino con claras intenciones de pelear: era Gray.
—¡Esta vez no te escaparas, Natsu! —exclamo el mago nudista que hacia unas señas con las manos, materializando una enorme espada que a pesar de estar hecha de hielo se veía muy afilada—
—¡Tú puedes Gray-sama! —gritaba una chica de cabello azul desde una distancia prudente. Era nada más ni menos que la admiradora eterna de Gray; Juvia—
—¡Lo siento Gray! —Natsu tomo impulso y dio un fuerte salto, pasando por encima del alquimista de hielo y cayendo detrás de el— ¡Pero ahora no tengo ganas! —explico Natsu echando pierna hasta la barra, dejando a Gray estupefacto—
—¿Natsu no quiere pelear? ¡¿Pero que le está pasando a ese trasero de llama?!
Primera vez en la vida en la que su eterno rival no quería pelear con él. Gray estaba tan en shock que se sentó en la misma mesa donde estaba su fanática, tomando un vaso de jugo con ella para intentar pasarse el shock. Wendy estaba tranquila hablando con Mira y Charle ignorando el desorden de su alrededor, hasta que Natsu se sentó al lado de ella con una sonrisa insuperable y con su confianza hasta las nubes.
—¡Hola Wendy, otra vez!
—H-h-hola… —saludo la dragoncita un poco nerviosa por la repentina aparición del peli rosa. Pero lo que Wendy estaba intentando era no recordar lo que Natsu le había dicho esa mañana, pero eso fue inevitable y su sonrisa no tardó en aparecer—
—¡¿Oye Wendy, no estarás ocupada en este momento?! —pregunto el asesino de dragones con demasiado entusiasmo, extrañando a la pequeña que tenía al frente—
—Bueno en estos momentos no, pero…
—¡Esta bien! ¡¿Entonces podrías venir conmigo?!
—¿Ir contigo, adonde?
—Déjame enseñarte.
Natsu se levantó del banco súbitamente, agarrando a Wendy de la mano y literalmente arrastrándola fuera del gremio mientras ella gritaba por la sorpresa. Mirajane se quedó confundida mientras Charle tomaba un vaso de jugo, “Espero que ese tonto no haga una ridiculez” pensaba la gata suspirando con pesar.
—¡Ah, Natsu! ¡¿Adónde me llevas?! —preguntaba la dragoncita sintiéndose como una muñeca de trapo siendo arrastrada por un niño—
—¡Eh, ni idea! —se detuvo Natsu súbitamente, Wendy casi cae al suelo de trompa si no fuera porque el peli rosa la jalo del brazo para que no se cayera. Natsu se quedó inmóvil y tenso— Lo siento Wendy, la verdad no tengo ni la menor idea de adónde voy.
—¿Me sacaste del gremio para ir a ningún lado? —pregunto la chica confundida pero no disgustada del todo, ya que le gustaba estar con Natsu—
—Creo que sí, pero no hay problema. —el asesino de dragones miro a la pequeña dragoncita y le sonrió, tomando nuevamente su mano— ¿Wendy, te gustaría ir a ningún lado conmigo?
—P-por s-s-s-supuesto… —tartamudeo Wendy mientras comenzaba a caminar con Natsu lentamente tomados de la mano como un hermano con su hermana… o como una pareja (aunque esto último era difícil de ver para la mayoría)—
Continuaron caminando por la ciudad tranquilamente. Andando por calles que ya conocían, viendo lugares y cosas que ya conocían, lo único diferente eran las personas que caminaban a su alrededor ya que era poco probable encontrarse con alguien conocido de la nada. Y a este punto de la historia ya pensaran que aparecerá alguien conocido que hará que Wendy o Natsu se ponga celoso, pero no… porque esto no es un fanfic cliché (XD).
Los dos dragones no se hablaban, solo andaban de aquí para allá sin ningún rumbo fijo. A veces pasaban por la misma calle por segunda vez sin darse cuenta, pero seguían andando como si nada, dejando que sus pies anduvieran solos. Al fin y al cabo estaban disfrutando el paseo, ambos con una sonrisa y una alegría más que notoria. Después de un rato la dragoncita se detuvo y el dragón mayor hizo lo mismo un poco extrañado.
—Natsu parecemos unos locos, tal vez deberíamos ir a algún lugar. —comento la chiquilla dándose de cuenta que no tenía mucho sentido caminar solo porque si—
—Oh, claro, haber… Hmmm… ¿Adónde podríamos ir…?
El dragón de fuego se acarició la barbilla pensando de adonde podrían ir. Claramente tenía que ser un lugar divertido, y para Natsu no había lugar más divertido que el gremio de Fairy Tail. ¡Pero no era un buen lugar para estar con Wendy! Así que decidió ir mejor al segundo lugar más divertido que conoce. ¡Y antes del cantar de un gallo ya estaban en la casa de Lucy! Wendy estaba un poco incomoda por haber entrado en la casa de su amiga sin permiso (aunque casi todos los del gremio lo hacen) y estaba sentada en la mesa jugando con sus dedos mientras que Natsu cocinaba una merienda con sus poderes de fuego.
—¿Natsu… es bueno que estemos aquí…? Lucy podría molestarse…
—Jajá, no te preocupes Wendy. —reía el chico con la mirada fija en la carne que estaba asando con sus manos— Todos entramos en la casa de Lucy cuando queramos y ella no se enfurece… demasiado, jeje. —Natsu recordaba todas las veces que Lucy lo había echado a patadas de su hogar, para el eran recuerdos divertidos—
—¿Y no se molestara si comemos la comida de su alacena?
—No me ha descubierto aun, así que no sé si se molestaría… pero seguramente no lo hará o eso creo. —Wendy no estaba segura de la confianza de Natsu, el cual estaba completamente despreocupado—
—Natsu, eres muy raro… —susurro la dragoncita con una tierna sonrisa—
—¡Ya está la carne! —exclamo el chico apagando el fuego de sus manos con la que sostenía la carne. Sin duda amaba su magia de fuego que le permitía no solo calcinar a sus enemigos sino también cocinar alimento sin recursos “externos”. Con sus manos dividió la carne asada en dos pedazos casi iguales (es difícil cortar algo en mitades iguales con las manos)— Toma Wendy, —Natsu coloco el trozo más delicioso en un plato que estaba sobre la mesa justo frente a la chica— ¡Buen provecho!
El asesino de dragones comenzó a disgustar su deliciosa “merienda” como solo una bestia podría hacerlo. Luego se acordó que estaba frente a una “dama” y entonces comenzó a comer de forma más humana con un gesto de vergüenza. Comieron de lo más tranquilo hasta acabar con su comida. Wendy seguía sentada limpiándose las manos con unas servilletas mientras que Natsu aún se lamia los dedos como un animal. Nuevamente Natsu se dio cuenta de la bestialidad que estaba haciendo y con mucha pena tomo una servilleta para limpiarse las manos de una forma más normal.
—Lo siento Wendy. —se disculpó el chico de la nada. La chiquilla lo miro confundida, y Natsu tenía que admitirse a sí mismo que esa expresión era muy tierna— Me he estado comportado como un animal todo el día, me disculpo si te he hecho sentir incomoda.
—No es para tanto Natsu. —contesto Wendy nerviosa, pensando que Natsu se estaba tomando todo muy en serio y estaba intentando ser demasiado respetuoso, algo que no es común en él— No hay problema si tú eres así, no tienes que sentir vergüenza por ser tú mismo.
—Si no tienes problema supongo que no lo hay. La verdad Wendy es que últimamente no entiendo mis propias acciones, confieso que estoy actuando extraño sin razón. —confeso el prota de FT con mucha indiferencia y hasta un poco melancólico—
—Natsu todas las acciones tienen una razón, incluso cuando no sabes cuál es. —explico la chica que para ser de corta edad a veces podía ser muy sabia— Puede que en algún momento sepas porque actúas extraño, pero… pero quiero que sepas que me seguirás agradando seas como seas Natsu.
—Muchas gracias Wendy. —agradeció el peli rosa muy gratificado por las palabras que acababa de escuchar que lo hicieron sentir mucho mejor—
—Aunque es tu forma de ser la que me gusta de ti… —pensó Wendy con un pequeño rubor—
—Creo saber porque es que actuó extraño… —pensó Natsu con una expresión muy seria y determinada. Expresión que normalmente muestra cuando se toma algo muy en serio— Y es por ti… Wendy…
En poco tiempo Lucy regreso a su casa contenta por haber sido de ayuda para sus amigos enamorados, pero se llevó una sorpresa al verlos allí en su departamento de lo más tranquilos comiéndose la carne de su alacena. Claro que estallo en un ataque de ira, pero solo en contra de Natsu ya que ella era incapaz de molestarse con la pequeña Dragon Slayer. Pese al escándalo que monto Lucy, ella realmente estaba muy feliz de que sus amigos la estuvieran pasando bien juntos. Después de todo sus consejos eran buenos.

Lucy Casamentera - Fairy TailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora