4. ¿Extraño?

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Julie:

—¿Acaso eres sorda o qué?— inquirió el extraño en un tono bastante grosero.— Quítate.

Hizo un ademán con la mano para que me alejara, este idiota se cree que no entiendo lo que me trata de decir. Para su mala suerte, yo hablo y entiendo el coreano a la perfección, menudo imbécil.

—Y yo te dije que te disculparas.— respondí ahora en coreano, cosa que hizo que él abriera sus ojos de par en par. Como si no lo pudiese creer.— ¿Acaso eres sordo o qué?— contraataqué.

Tragó fuerte y echó sus lentes de sol hacia atrás del puente de su nariz.

—Si no piensas hacerlo entonces llamaré a los guardias de seguridad y pondré una orden en su contra por dañar mi celular.— mentí y enarqué una ceja. Él ni se inmutó.— ¿Ah no me crees? ¡Seguri...!

Puso una de sus manos en mi boca tratando de ahogar los gritos, estuve a punto de patalear pero su olor me hizo perderme en mis sentidos. Su perfume... Huele tan varonil y exquisitamente bien. No se como describirlo, nunca había olido algo tan bien como su jodida loción.

—Calmate niñata, ya lo voy a recoger para que me dejes en paz por fin.— masculló molesto y poco a poco quitó su mano de mi boca, el gesto hizo que me diera escalofríos por todo mi cuerpo. Me removí incómoda y asentí.

¿Qué diablos me pasa?

Se agachó a recoger mi móvil, la pantalla estaba agrietada y cuando lo volteó para ver mi funda. Se quedó paralizado, como si no lo pudiese creer.

No podía ver su rostro pero podría deducir que estaba nervioso.

—¿Qué? ¿Acaso es un crimen tener una funda de mi artista favorito?— pregunté sarcásticamente.

—Yo... Mejor me voy.— me entregó el celular en mis manos y comenzó a caminar rápidamente.

Reaccioné un poco tarde, no podía dejar que se fuera con mi celular dañado. No tengo dinero para repararlo y en teoría, fue su culpa.

—¡Oye! ¡Espera!— grité agarrando mi maleta y persiguiéndolo por todo el lugar, no podía perderlo de vista y dejar que se salga con la suya.

Su figura trataba de perderse entre el montón de personas que habían en el aeropuerto pero yo soy más rápida, corro y logro lanzarme encima de su espalda. Ambos caímos al piso.

—¡Estas loca! ¡Te demandaré por esto, pedazo de niñata!— exclamó molesto en coreano, su cuerpo se retorcía debajo del mío logrando llamar la atención de algunas miradas y sigo insistiendo en que su loción huele fantástica.

Controlate, Julie. Solo tienes ojos para Luka.

—¡He visto mucho la ley y el orden como para dejar que un idiota como tú se atreva a robarme!— Bramé. Caigo en cuenta en que hemos estado hablando en coreano todo este tiempo. Eso explica porque nadie viene a ayudarnos.

—¡Pero si no te he robado nada!— siguió retorciéndose.

—¡Robaste mis ilusiones para conocer al mejor artista que pudo crear esta tierra!— sollocé desilusionada.— ¡También me robaste la oportunidad de ver el vídeo donde su agencia indicaba su estado y las entradas sobre la reunión!

Dejó de luchar y exhaló fuertemente. Apreté mis labios evitando que mis lágrimas salgan, este estúpido no merece verme llorar y tampoco le deben interesar mis problemas.

—Aww, que hermoso es el amor. Cariño, me recuerdan cuando nos reencontramos en el aeropuerto de París. Ese día no me despegué de ti.— habló una chica que iba pasando con su pareja y este solo le asentía.

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⏰ Last updated: Apr 23 ⏰

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Conociendo A Una Estrella©Where stories live. Discover now