Era tanto la sorpresa que no podía decir algo, recibí un abrazo de su parte pero no sentía la misma calidez de las otras veces que lo hizo, pude percibir al instante que algo cambió y Kun lo iba a confesar en cualquier momento.
- Te extrañé - volvió hablar y esta vez pude reaccionar.
- Estuviste muy desaparecido - respondí burlona.
- Pasaron varias cosas en mi reino, mi padre enfermó y tuve dos meses ocupando su lugar, fue agotador, pero ya se recuperó y pude venir, perdóname -
- Tranquilo, bienvenido a París, Kun - sonreí levemente.
Estuvimos hablando por un rato, pero Kun fue quien dominó toda la charla, solo contaba sobre él y de él, estaba aburrida y esperaba preguntas para mí pero no, él mismo se hacía preguntas y se las respondía.
En un momento, giré hacia la caja de cartas de Taehyun y tenía ganas de solo escribirle una respuesta, solo que no ya me propuse responderle cara a cara. Pero algo tenía en claro es que quería salir de este ambiente que solo se trataba de Kun, hacer otra cosa que no sea escucharlo y que no me haga sentir como una psicóloga haciendo un diagnóstico.
Después de un rato, terminó de hablar y pude tomar un suspiro disimulado de alivio.
- Interesante tu vida en estos seis meses, ¿quieres dar algunas vueltas? - propuse sin mostrar mi aburrimiento y frustración.
- Claro, ¿por qué no? -
Mientras dábamos vueltas por el centro de la ciudad, Kun empezó nuevamente a hablar sobre él, más bien de su familia, pero sigue siendo él. En ningún momento se detuvo para preguntarme cómo estuve, cómo me iba en el modelaje, ni nada. Ya era molesto.
- ¿Quieres un café? - preguntó mientras se detenía en frente de una cafetería, asentí gustosa y nos adentramos al lugar.
Me pedí un café con un croissant y decidí por empezar yo la conversación.
- Bueno Kun, me gustó escuchar hablar sobre vos -
- Me excedí, lo siento - me interrumpió.
- No te hagas problema, ahora me toca a mí hablar - seguí hablando, ignorando lo que dijo recientemente - Escucha Kun, se te nota en la cara que tienes cosas que decirme y de preferencia quiero que me lo digas ahora antes de que... - tomé un respiro y pensé bien lo que estaba por decir - Antes de que me muera de la intriga, ya que estuve suficiente contigo sin saber nada -
- Claro, dime, soy todo oídos -
- Bien, primeramente, ¿no tuviste un momento de escribir una breve carta? -
- Te acabo de contar todo lo que tuve que hacer, lo siento, no tuve tiempo - respondió un poco avergonzado.
Quedé en silencio unos segundos, ya que a comparación de Taehyun, él ya siendo rey con muchísimas responsabilidades se hizo un momento en su agenda para escribirme, por más corta que se vea la carta, igual la mandaba.
- Ok, siguiente, ¿me puedes decir lo que me estás ocultando? -
Kun quedó paralizado por un momento, se notaba que estaba ordenando sus palabras antes de decirme una respuesta, así que me mantuve en silencio, hasta ello, nuestro pedido llegó. Y finalmente, el contrario aclaró su garganta y me miró con seriedad.
- En estos meses me dí cuenta que no tengo sentimientos profundos hacia a ti, eres una chica con una personalidad bastante admirable y única, creo que los chicos sentirían atracción o curiosidad en ti, ya que tu transmites ganas de conocerte, eres muy simpática y empática, tienes un buen sentido del humor y eres capaz de sacarle una sonrisa a la persona que está al borde de sus emociones - tomó un respiro profundo y siguió - El punto es que, solo siento atracción por ti, no tiene nada que ver que seas de otro país y que por ello no me dejo tener sentimientos más en serios, solo que así lo siento estando cerca o lejos, creo que por ello también no te mandé ni una carta, no me nacía hacerlo ya que lo veía innecesario y que no te hacía falta, al menos no de mi parte -
