Chapter One

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Estaba todo muy oscuro, las calles estaban totalmente tranquilas mientras Sammy y Casey estaban tranquilas pensando en ver un video mientras comían palomitas, jamás imaginarían que esa noche acabaría siendo tormentosa, sangrienta y macabra

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Estaba todo muy oscuro, las calles estaban totalmente tranquilas mientras Sammy y Casey estaban tranquilas pensando en ver un video mientras comían palomitas, jamás imaginarían que esa noche acabaría siendo tormentosa, sangrienta y macabra.

-Casey... ¿porque te gustan tanto las películas de terror? ¿No tienes pesadillas?- le pregunto Sammy viendo todas las películas que Casey guardaba.

-No lo se... ¿porque te gusta tanto Billy Loomis?- rio Casey mirandola.

Al Sammy escucharla le lanzó un almohadón a la cara mientras reí, al hacer esto pudo notar en el reloj que llevaba en su muñeca que era realmente tarde.

-Dios mío! Sidney me va a matar! Es muy tarde- dijo ella levantándose del sillón en el que estaba para luego correr a ponerse los zapatos.

-intenta sobrevivir hasta mañana y así vienes a ver la película- le dijo Casey levantándose a la par del sillón.

Ella y Samantha se despidieron como era de costumbre, talvez si Sammy se hubiese quedado nada hubiese pasado o talvez también hubiese corrido con la misma desgracias.

Samantha salió por la puerta y Casey cerró la puerta sin llave. Al Samantha salir un escalofrío corrió por su cuerpo haciéndola sentir con nervios y algo ansiosa así que se apresuró a irse lo más rápido que pudo pero antes de cruzar la calle vio entre algunos arbusto a alguien vestido de negro correr entre ellos, ella sin dudarlo fue a casa de Casey a lo que ella abrió.

-¿Se te quedó algo?- preguntó la rubia al abrir la puerta.

-Casey hay alguien por ahí... cierra bien, yo iré lo más rápido que pueda a mi casa- le mencionó ella.

-Claro, en un momento cierro todo con seguro- sonrió y le dio un abrazo.

Quien diría que esa sería la última que estás dos grandes amigas se vieran y se hablaran.

Samantha con un poco de nervios camino la calle sin cruzarla,  se aseguró de estar unos metros lejos de la casa para poder cruzar la calle y asi evitar al asechador que estaba en los jardines.

Cuando por fin estaba cerca de su casa pudo ver entre los arbustos a alguien subiendo por la ventana de su casa en la habitación de su hermana, se acercó y pudo notar que se trataba de Billy. Ella siempre había estado enamorada del novio de su hermana pero jamás había sido capaz de hacer algo para que la relación entre ellos cambiara.

Samantha con el corazón partido, entró a su casa para luego dirigirse a su habitación donde se acostó en su cama pensando únicamente en quien siempre había amado cuando de repente sonó algo en su ventana, ella se levantó un poco temerosa pero al ver quien era su rostro se iluminó.

-Billy!- sonrió ella abriendo la ventana de su habitación.

El chico entró y ella corrió a darle un abrazo, él le recibió el abrazo.

-hace varios días no trepas por mi ventana, pensaba que te había pasado algo- le dijo la chica con una leve sonrisa.

-Estába algo ocupado ¿de donde vienes?-le preguntó por la ropa que llevaba la chica.

-Oh estaba en casa de Casey Becker, sabes que me gusta ir a ver películas a su casa- dijo Samantha sonriendo.

-no deberías salir muy tarde, es peligroso- dijo caminando por la habitación viendo todos los cassette de música coleccionados por Sam quien los había ordenado encima de una repisa encima de su escritorio.

-ya lo se... de hecho vi a alguien husmeando en frente de la casa de Casey...-le respondió ella recordando lo que había visto.

-Enserio? Y porque no te quedaste con ella?- preguntó sin quitar su vista de las cosas que tenía sobre la repisa de Sam.

-Sabes como es Sidney... ella me cuida mucho y me mataría si no le aviso- dijo ella mirándolo para luego pararse detrás de él.

-Si... pero tiene razón, te podría pasar cualquier cosa-dijo para luego sentarse sobre la cama con un cassette y un walkman.

Al oírlo ella únicamente lo miro extrañada pero él tenía razón, después de la muerte de su madre todo le daba miedo al punto de que por dos meses no quiso salir de las cuatro paredes que conformaban su habitación, ella había dejado de dormir y comer por miedo a ser asesinada o violada, pero él estuvo ahí ayudándola a seguir su vida y tal vez por eso le tenia tanto cariño y estaba enamorada de él.

-Tienes razón... la próxima me quedo en casa de Casey y llamó a Sid- le contestó la chica de cabello castaño para luego acostarse boca arriba en la cama.

Billy la vio acostarse a su lado, lo que hizo a continuación no fue correcto y Sam lo sabía pero su amor por él siempre había sido más fuerte.

El se puso sobre ella besando los labios de Samantha, ella sabía que estaba mal pero no pudo evitarlo y siguió los besos de él hasta que se escuchó como alguien tocó la puerta y detrás de la puerta se oyó una voz.

-Sam, llegaste?- era la voz de la hermana mayor de Sammy, Sidney Prescott de 17 años por lo tanto únicamente un año mayor que Sam.

Sam no le respondió, en el mayor silencio posible hizo que Billy saliera por la venta pero antes de esto él volvió a besarla solo sonrió cuando él se fue, Sidney volvió a tocar la puerta lo que hizo que Sammy saliera de sus pensamientos y corrió a abrir la puerta.

-Porque no abrías?- preguntó Sidney entrando a la habitación de su hermana menor.

-Estába arreglando unas cosas- le respondió ella guardando el Walkman y el cassette en su lugar.

-Bien, Billy entró a tu habitación? Crei haber escuchado su voz-dijo mirándola y preguntando sin mucha importancia.

-Si... quería llevarse mi walkman pero no se lo di... lo vi subiendo a tu habitación hace un rato- le respondió mirándola evitando lucir nerviosa.

-Ah si, papá casi lo ve pero por suerte no pudo abrir la puerta del todo- le contó Sidney a su hermana menor.

Samantha solo la escucho hablar y como era de costumbre sintió celos, anhelado ser ella la novia de Billy.

-Que bien que no los vio, sabes Sid... quiero dormir es mejor que te vayas- le dijo ella para sacarla de la habitación.

Sidney asintió saliendo de la habitación de su hermana menor, le pareció un poco extraño ya que normalmente se quedaban hablando durante la noche pero no lo pensó demasiado y salió de la habitación.

Durante la noche en la habitación de Samantha mientras dormía el teléfono que estaba en su habitación sonó.

-Alo?-mencionó ella con voz de sueño sin prestar mucha atención.

Del otro lado del teléfono se escuchó algo romperse y un grito.

-váyase al demonio quien sea-colgó el teléfono volviendo a dormir.

Esto sería algo de lo que Samantha se arrepentiría de por vida, quizá ella pudo haber hecho la diferencia.

Scream | Samantha PrescottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora