"El arrepentimiento más doloroso es el que surge de haber lastimado a alguien que amamos, y saber que ya no podemos cambiar el pasado."
Pero...
¿Qué pasa si no nos arrepentimos de nada?
◦•●◉✿ REVELLION NOREN ✿◉●•◦
Notas!!
Noren
Historia cort, con c...
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Jaehyun se sentó en la barra como un borracho solitario, por supuesto que no estaba ahí por estar abandonado o por despecho, esos eran sentimientos desconocidos para él que simplemente estaba de cacería. Tocó su rostro hinchado y no pudo evitar sonreír al recordar la mirada brillante que Jeno le había dado antes de golpearlo, lo que trajo a flote otro recuerdo de un par de días atrás cuando su amigo llegó a hacer un par de confesiones de las que ya estaba enterado.
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—No... Jaehyun... —un gemido escapó de la boca de su acompañante cuando Jaehyun mordió su cuello —piensa en Renjun... —Jeno intentó convencerlo débilmente mientras sentía como unos dedos expertos deslizaban hacia abajo el cierre de sus pantalones, no tenía idea de cómo había terminado en esa situación cuando se suponía que había llegado hasta la habitación de sus mejores amigos para pedirle a Jaehyun que dejara a Renjun para poder tomarlo él con libertad y sin remordimientos.
Por un segundo se preguntó que tan grande era la voluntad de Renunun para no caer rendido al sexo de Jaehyun, quien en ese momento envolvía la erección de su mejor amigo entre sus dedos y lo presionaba con delicadeza de arriba hacia abajo al mismo tiempo que mordía el grueso labio inferior de Jeno.
—Shh... —Jaehyun pidió silencio sin hablar y le fue concedido, esa noche no hubieron palabras, pero fueron bien recompensadas por una excitante melodía de gemidos, jadeos y suspiros. Las noches en que Doyoung se iba con Dara eran las más interesantes para Jaehyun y su nueva e inesperada presa había resultado muy fácil de convencer.
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La noche pasó muy rápido, Jaehyun se la pasó de maravilla con el gentil camarero que al parecer era nuevo y tenía un acento extraño, olvidando que estaba en busca de alguien nuevo para pasar el rato.
El camarero, que dada la poca clientela de esa noche se había dedicado a atender al jovencito de rostro inocente exclusivamente, se rió de un chiste que realmente no entendió, sus ojos se llenaron de arrugas y brillaron un poco más.
—¿Te traigo otra? —preguntó casualmente.
— Sí —Jaehyun, así se llamaba el apuesto estudiante, asintió como si una copa más no fuera a llevarlo a la inconsciencia. El camarero se retiró e hizo una mezcla de bebidas mientras le daba la espalda al cliente del bar, el último ingrediente de dicha mezcla provenía de un pequeño frasco que había sacado disimuladamente de su delantal.
Jaehyun tomó la copa que el mozo puso en la barra dio un largo trago terminando así con la mitad de la bebida de una vez e intentó ver a través de una niebla extraña frente a sus ojos.
—Creo que me siento mal —dijo el estudiante arrastrando las palabras y apoyando la cabeza en la barra.
—Mi turno termina en diez minutos, si quieres te llevo a tu casa —ofreció el joven camarero muy amablemente.
—No recuerdo en dónde vivo —dijo Jaehyun con sus ojos apenas abiertos. El camarero sonrió con malicia y mordió su labio inferior mientras le daba una mirada evaluadora al estudiante ebrio; joven, hermoso, e inocente, justo como se los recomendó su abuela.
—Entonces tendré que llevarte a la mía —dijo con voz insinuadora. —Espérame aquí —le pidió, —no te vayas, o algo malo podría sucederte—aconsejó haciendo énfasis en sus palabras, Jaehyun asintió y de haber estado menos ebrio y drogado hubiera podido distinguir el destello casi diabólico en los ojos del atractivo camarero.
—¡Espera! —Jaehyun lo llamó y el camarero volvió en sus pasos. —No puedo irme con un desconocido, dime cómo te llamas.
El camarero sonrió, el estudiante era tan tierno que le provocaba comérselo.
—Me llamó Taeyong - le dijo y extendió su mano que Jaehyun estrechó vagamente.
