Capítulo 32

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Verano; Regulus Black

Adna, Regulus, Alec y Ness se reunieron con el señor Wenlock en la estación. Emocionados por la nueva casa. Y Marvin los hizo aparecer ahí.

La nueva casa de los Wenlock.

Arlette estaba fuera para recibirlos. Habían reformado desde la última foto que le enviaron a Adna, ahora la casa estaba reformada, toda de madera, el jardín estaba lleno de flores y dalias azules, como la antigua. Regulus miró a Adna sonriendo y ella agarraba su collar, el collar que Regulus le había regalado en Navidad, aún lo llevaba; una dalia azul.

-Tonto el último! -Grito Ness corriendo dentro de la casa, Alec la siguió corriendo y Regulus y Adna también se echaron a correr a por las habitaciones.

-Cuidado con la alfombra! -Grito Marvin.

Ness fue la primera en llegar, se quedó con la habitación más lejos del baño. Regulus fue el segundo, quedándose con la habitación central, Adna fue la tercera quedándose con la de al lado de Arlette y al final Alec se quedó con la que estaba al lado del baño.

Marvin y Arlette subieron las escaleras.

-Bien. -Empezó Marvin. -Aquí en la segunda planta hay las seis habitaciones y el baño de chicas. Abajo esta mi habitación y el baño de chicos. En el sótano esta la habitación de Dánae y el sótano claramente.

-Perdon... ¿Dánae es la elfa doméstica? -Preguntó Regulus. Y Adna asintió.

-Bien, abajo también está la Sala de estar, comedor y cocina. Y arriba esta la habitación de invitados. -Acabó de explicar Marvin.

-¿Y donde esta Sonya? -Preguntó Alec.

-Se ha ido a una reunión de la Orden. -Explicó Marvin. -Han... Han visto a Bellatrix por las afueras de Londres.

-¿¡Que?! -Exclamaron Adna y Regulus a la vez.

-Tranquilos, aquí estamos a salvo. -Dijo Arlette. -Y han doblado la vigilancia de Lauren, no vendrán a por vosotros, ninguna de las dos.

Adna llevó su mano al ojo, aún recordaba ese día, su ojo quedaría ciego toda la vida.

-Pero, si llegará a pasar tenemos un plan. -Afirmó Marvin. -Seguirme.

En el salón, en la zona de los sofás había un gran retrato de Marvin. Arlette se subió al sofá y abrió el cuadro, como si fuese uno de Hogwarts pero si contraseña.

-Esto lleva a un pasillo y unas escaleras, que llevan abajo, a una chimenea de solo ida, y solo se puede ir a casa de los Potter, de los Tonks y a las tres escobas. -Explicó Marvin. -Estamos seguros.

-Es solo para emergenecias, ¿eh? -Avisó Arlette.

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Era la primera noche, y Adna vió una vela en la puerta.

-Adna... -Era Regulus, en la puerta, ahí, parado.

-¿Reggie? ¿Que haces aquí? Son como las 4:00 de la mañana...  -Dijo Adna frotándose los ojos.

-He tenido una pesadilla...

-¿Como las que tenias en cuarto? -Preguntó Adna.

-Sí... -Afirmó Regulus.

-¿Tu madre otra vez? -Preguntó  Adna, preocupada.

-Mi prima. -Respondió Regulus.

-¿Bella? -Se extrañó Adna. -Ven aquí, Reg. ¿Que pasaba con ella?

Regulus se sentó en la cama de Adna, su voz temblaba.

-Quería... Quería matarte y luego a Margaret, luego a Barty, luego a Pandora, luego a Evan, luego a Sirius... Quería matar a todos, a Marvin, Dorcas, James, Ness, Alec... Y lo hacía, uno por uno, y me hacía mirar... -Explicó Regulus, se le cortaba la voz mientras lo contaba.

-Merlín... -Se horrorizó Adna.

-¿Puedo dormir contigo? -Preguntó, tímido.

-Eh... Si claro, ven. -Respondió ella haciéndole un sitio a su amigo.

Regulus se acurrucó a su lado, tenía las mejillas húmedas, había llorado... Eso le recordó a cuando Alec y Ness iban a su cuarto, cuando tenían pesadillas, o les daba miedo la oscuridad... Porque al final Regulus era eso, su hermano asustado.

Regulus ya había pasado por eso durante cuarto año, cuando su hermano se fue, Regulus lo pasó peor que nunca. Walpurga creía que Regulus sabía donde estaba Sirius, y pensó que a base de golpes lo confesaría.

Tenía pesadillas con Walpurga todas las noches, y todas las noches iba hasta la torre de Ravenclaw para dormir con Adna, porque era la única que podía calmarlo. De hecho, ella fue la que le pidió que cuando tuviese una pesadilla, fuese con ella.

Merlín, a Adna le encantaría quitarle los recuerdos, las pesadillas y todo lo que hacía sufrir a Regulus... Pero sólo podía estar allí, diciéndole que todo estaba bien ahora.

Cuando vea la luna... //Remus Lupin//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora