Intimo

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Aviso contenido maduro:

- ¿Y como vas con el proyecto de Hange?- Pregunto Levi mientras comía el desayuno que le había preparado la chica.

- De maravilla, aun me sorprenden las ideas extrañas que tiene Hange-San pero a la vez son extraordinarias, estoy segura de que todo será un éxito. 

- No alientes mucho a la cuatro ojos, a veces se emociona y puede que termine colapsándote en trabajo.

- Ay ya basta Levi hace una semana que se termino mi reposo por el golpe en la cabeza...- Dijo la chica en voz cansina ya que el pelinegro era demasiado sobreprotector con ella al nivel de ser algo cansador. 

- Tsk.... luego no digas que no te lo advertí- Contesto este de forma malhumorada mientras se levantaba de la mesa. 

- Levi... sabes que no hace falta que te preocupes tanto por mi- Dijo esta coquetamente para luego acomodar el cabello que caía sobre los ojos de Levi y depositar un beso en sus labios.

- Siempre sabes como terminar con mi malhumor ¿Cierto mocosa?- Contesto el pelinegro para besarla nuevamente pero de una manera mas intensa arrinconándola contra la mesa.

Ambos comenzaron a besarse intensamente donde la chica mantenía sus brazos sobre los hombros del mayor reforzando así aquel beso que iba subiendo de nivel a cada segundo. Hasta que Levi la levanto para sentarla sobre la mesa en un ágil movimiento, como si esta no pesase nada, para luego depositar besos sobre su cuello que era claro que dejarían marcas mas tarde, pero ahora mismo eso no le importaba. 

Daia enredo sus piernas alrededor del cuerpo de Levi haciendo que sus intimidades quedasen pegadas una a la otra, donde la chica se dio cuenta que la virilidad de aquel hombre ya había despertado haciendo que cada célula de su cuerpo lo desease profundamente.

- ¿Estas segura que quieres seguir? Porque luego no podre contenerme- Le dijo el pelinegro susurrándole en el oído haciendo que sintiese una corriente eléctrica recorrer su espalda. 

- Si.... estoy segura- Le respondió en un hilo de voz pero sabia a la perfección que la había oído. 

Levi sin decir una sola palabra continuo besando intensamente a la pelinegra, mientras lentamente iba retirando las prendas que esta traía hasta quedar solo en ropa interior, aquello hizo que Daia se sintiese un poco avergonzada, ya que claramente nunca había tenido sexo con alguien ni mucho menos un hombre la había visto desnuda, por lo cual se puso mas roja que un tomate.  

- No te avergüences, eres perfecta- Le dijo el pelinegro mientras la tomaba del mentón para que lo mirase a los ojos, pues al parecer había notado el bochorno de Daia.

- Lo siento... es que yo....nunca he..- Balbuceo Daia mientras observaba el torso desnudo de aquel hombre que tenia en frente.

- Tranquila, seré cuidadoso y.... no te apenes por eso.....no es que yo tenga mucha experiencia tampoco- Le dijo Levi con un leve sonrojo apareciendo en sus mejillas ya que hace muchos años que no tenia relaciones con una persona, solo lo había hecho un par de  veces con una chica de la universidad que ni siquiera recordaba ya que fue en una noche de borrachera. 

Ante esto Daia se relajo bastante por lo cual continuo con aquel intenso suceso comenzando a besar cada parte del cuello de Levi haciendo que este soltase leves gemidos, mientras lo ayudaba a librarse del cinturón que cerraba su pantalón, hasta que finalmente el pelinegro saco su miembro mientras lo acercaba a la entrada de la chica.

- Comenzare lentamente, me avisas si sientes mucho dolor ¿Si?- Le dijo Levi para posteriormente besarla dulcemente a lo que sentía como algo de gran tamaño se abría paso en su interior, haciéndole sentir un intenso dolor por lo cual araño la espalda del pelinegro, el cual ni siquiera se inmutó.

Tal como dijo Levi, este comenzó con embestidas suaves y poco profundas hasta que Daia se acostumbrase. Un momento después ya no era mas dolor lo que sentía si no que una gran sensación de placer inundaba cada parte de su cuerpo haciéndola soltar gemidos bastante audibles mientras arqueaba su espalda. Levi pareció entender la situación, por lo cual comenzó a aumentar la velocidad de sus embestidas haciendo que la pelinegra no controlase sus gemidos ya que sentía que salían por si solos mientras se afirmaba firmemente en la espalda de aquel hombre. 

Luego de un largo tiempo de aquella intensa actividad, Daia sentía que no podía mas de aquella nueva sensación, nunca pensó que existiera algo tan satisfactorio al punto de ser adictivo, hasta que este en un rápido movimiento la cambio de posición, dejando la mitad de su cuerpo apoyado en la mesa para luego ingresar nuevamente dentro de ella.   

- Eres mía Daia- Le susurro en su oído mientras aumentaba cada ves mas el numero de sus embestidas. 

- Si..... lo....lo soy- Contesto la chica entre jadeos al borde del clímax. 

- Mierda.... voy a venirme- Escucho decir en voz ronca a Levi mientras aumentaba exponencialmente sus embestidas, haciendo que aquella mesa se moviese, hasta que ambos dieron un gemido bastante audible de placer dando fin a aquel evento. 

Daia mas cansada que nunca y sudorosa trato de bajar reincorporarse de aquella mesa pero Levi en un hábil movimiento la ayudo a pararse, notando así que había quedado algo adolorida, mientras rápidamente se puso ropa. 

- Ven vamos a bañarnos- Le dijo Levi tendiéndole la mano para dirigirse al baño, donde al llegar comenzó a verter agua en la tina.

Daia había notado todos los arañazos que este tenia en su espalda, por lo cual preocupada se llevo ambas manos a su boca con los ojos como plato, ya que no se había dado cuenta de que realizo tales rasguños.  

- Levi... lo siento mucho, mira como deje tu espalda- Dijo Daia mientras lo giraba en el espejo del baño.

- No te preocupes Daia no me duelen ¿Y a ti?

- ¿A mi que?- Pregunto algo extrañada la chica.

- Tsk.... mira tus piernas... aquí- Dijo Levi mientras le señalaba unos leves moretones asomándose en sus muslos. 

- Oh... no lo había notado.

- Siento si fui algo brusco, a veces no logro controlar mi fuerza.... este...¿Estas lastimada?- Pregunto lo ultimo algo sonrojado mientras ingresaba a la tina a lo que Daia hacia lo mismo. 

- No, tranquilo Levi no fuiste nada brusco- Le contesto la chica riendo para luego depositar un suave beso en sus labios haciendo que este sonriese.

Ambos comenzaron a hablar de cosas triviales, mientras se ayudaban mutuamente a jabonarse.

- Ay Levi no restriegues tan fuerte mi cabello, me haces doler- Dijo la chica con los ojos cerrados debido a la espuma y el dolor, en tanto Levi con ambas manos lavaba el cabello de Daia. 

- Tsk.... deja de quejarte Daia, así se lava el cabello

- Soy una persona Levi no un plato al que le restriegas la mugre pegada.

- Pero que delicada eres- Dijo para luego comenzar a enjuagar su cabello. 

Luego de que ambos terminasen con su baño matutino pasaron el resto de su día juntos, donde la mayor parte del tiempo Daia le hablaba de diversos temas a lo que Levi solo se dignaba a escucharla atentamente entre tanto sonreía de vez en cuando ya que amaba escucharla hablar de temas que la apasionaban. 

Bad Romance / Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora