Capítulo 59: Fin de la historia.

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Altera siguió al Dragón hacia las alturas mientras este daba un poderoso rugido, las nubes se alejaron en un instante por la energía del mismo y varias veces tal rugido se escuchó alrededor del mundo. Pero Altera notó que este estaba cargado con su energía, deduciendo que el mundo entero estaría impregnado con su energía gracias a su rugido.

(¿Quiere despertar la forma espacial de los Guardianes restantes? Eso sería ridículo, también despertaría el poder verdadero de 19.)

Altera frunció el ceño y aceleró, superando al Guardián y posicionándose encima de este para apuntar su palma al mismo, lanzando un poderoso choque eléctrico de millones de voltios.
El impacto de la electricidad empujó al Dragón pero no pareció dañarlo con la gravedad que Altera esperaba, aunque era solo un ataque de prueba.

El Guardián se recompuso en un instante y cargó hacia Altera con un poderoso mordisco, el cual fue evadido por la reina, pero aún así siendo golpeada por el ala del dragón, el cual la tomó con una de sus patas e intentó apretarla con su fuerza superior.
La presión era equivalente a estar en el núcleo del planeta, pero no era un inconveniente tan grande para la Altera actual, la cual simplemente con la fuerza de sus brazos abrió las garras del Dragón, y con una patada en el abdomen del mismo se zafó.

El Dragón simplemente se dió la vuelta y escupió una poderosa llamarada de fuego púrpura, Altera apuntó su arma y se transformó al instante en un báculo, al brillar, una barrera dorada detuvo el ataque de lleno, aunque habría sido distinto si ese ataque hubiese sido su aliento al máximo poder.

El fuego se disipó y Altera miró al Dragón, pero éste ya no estaba en el lugar de hace un instante, sino mucho más arriba, decenas de kilómetros para ser un poco más preciso.

Altera lo vió algo confundida, siendo que la principal fortaleza del Guardián número 30 era su poderío físico, era extraño que se aleje en vez de acercarse, dándole así la ventaja de la distancia.

Altera entonces tomó su báculo con dos manos y apuntó con él hacia la bestia, moldeandose en un instante a una ballesta con una poderosa flecha de enorme cantidad de toneladas de peso. Y a pesar de su peso, al disparar, la flecha destruyó la barrera del sonido, acercándose a la velocidad de la luz.
En un instante la flecha estaba delante del dragón, y entonces, todo se apagó para Altera…

Rápidamente despertó, miró a su alrededor y pudo reconocer los gigantescos cubos flotantes en este espacio oscuro, el Vacío, y entonces una gran catarata de dolor cubrió su rostro y su boca.

--¡Agh!--


Un gran gemido de dolor salió de Altera, quien al mirarse, vió su pecho cubierto de sangre, la cual desprendía de uno de sus labios y el interior de su boca.
La Reina no comprendía absolutamente nada, en un momento estaba disparando hacia el Guardián 30 y un instante después había quedado inconsciente, despertándose cubierta en su propia sangre en otra dimensión.
Un dolor agudo se presentó repentinamente en el interior de su boca, Altera no dudó y metió su mano en ella, con dos dedos tomando esa muela y arrancándola con su fuerza, despidiendo el dolor en un instante.
Su muela estaba fracturada en decenas de pedazos, solo manteniéndose unida por la energía que recubre todo su cuerpo, no había duda, había recibido un golpe en el rostro, uno tan poderoso capaz de dejarla inconsciente por varios segundos, Altera entonces juntó dos dedos y una réplica de esa misma muela fue creada con el material de su armadura, colocándola en el alvéolo, así haciendo que dejara de sangrar.
Y ahora fuera de dolor, ya podía pensar tranquilamente.

Wartune: Hall of HeroesWhere stories live. Discover now