Uniendo fuerzas

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En el reino sombrero habían varias naves en forma de copas dañadas, Peach había aterrizado con delicadeza y al tocar el suelo se dispuso a buscar al fontanero de rojo.

Llamándolo por su nombre lo iba buscando por los alrededores, preocupada de que haya acabado mal herido por esa caída, se sentía responsable porque ahora el hermano menor estaba de rehén en su lugar.

Hasta que en un punto de un pequeño prado, logro identificar al hombre de rojo quien estaba tumbado boca abajo en el suelo.

— ¡Mario! — ella lo llamo rápidamente yendo hacia el.

El fontanero al escuchar su voz reacciono del duro golpe, levantando la mirada y se reincorporaba sentándose en el suelo, la rubia al llegar hasta el se sintió aliviada al verlo.

— Que bueno que estás bien — ella lo abrazo contenta de verlo.

Lo ayudo a ponerse de pie mientras Mario trataba de que aliviar el pequeño mareo que recibió por el duro golpe.

— Princesa, es bueno saber que Luigi y yo logramos sacarla de ahí. ¿Por cierto dónde está? — preguntó buscando a su hermano con la mirada.

Peach veía como este revisaba alrededor con la esperanza de ver al de verde llegar con ellos, pero ella sabía que eso no sería así.

— Me temo que no logro salir de la nave — ella respondió ganándose una mirada de confusión de parte del más bajo.

— ¿Como dice? — exclamó entre preocupado y enojado.

— Bowser lo atrapó antes de que logré saltar y dijo que si no se casaba conmigo que mejor lo haría con él — ella le explicó lo que pasó después de que Mario había sido derrumbado.

— ¿¡Esa lagartija planea obligar a mi hermanito a casarse con el!? — había cerrados ambos puños con enfado.

De solo imaginar a su pequeño hermano en las garras de ese monstruo, hacia que la rabia y furia aumentara, provocando que sus puños sacaran las llamas que conformaban parte de sus poderes.

Entre su enfado logro divisar a una pequeña criatura que los vigilaba, Mario posó su vista a este y de inmediato se alejo llevando algo en sus manos.

— ¿Que es eso? — preguntó el más bajo reconociendo el objeto que se llevaban.

Fue tras el sin esperar respuesta de la rubia, la pequeña criatura que iba de un lado a otro acabo escondiéndose en los barandales de un puente.

Mario dejo de seguirlo a una distancia y decidió dejarlo para así demostrar que no le haría nada, Peach lo alcanzó algo agitada por la persecución.

El pequeño que estaba escondido se dió valor y decidió salir de su escondite para presentarse frente a ambos humanos.

— ¿Estás bien? Esa caída se veía demasiado peligrosa — le pregunto al fontanero por su estado.

— Oh estoy bien, pero lo que traes consigo es la gorra de mi hermano — Mario señaló lo que aquella criatura tenía entre sus diminutas manos.

— Oh esto cayó de la aeronave que se fue, que desastre causó — comento viendo a su alrededor.

Varios sombreros gigantes estaban destrozados y también parte de la naturaleza del lugar, aquel pequeño se dió la vuelta para ver nuevamente a ambos.

— Estoy tan enojado conmigo mismo, esa lagartija gigante atacó mi hogar y de paso secuestro a mi hermanita — comento con voz quebradiza.

— A mi también me quito a mi hermanito — Mario compartió el sentimentalismo, mientras veía la gorra verde.

La pequeña criatura vio aquel objeto y decidió dárselo al fontanero quien tomo con sumo cuidado la gorra de su gemelo.

— Luigi es fuerte, y sabe que irás a por el — Peach trato de animarlo, el de rojo asintió decidido.

— Iré a rescatarlo — se decidió en su misión con firmeza.

— Entonces llévame contigo, también quiero salvar a mi hermanita — aquel fantasmita se puso frente al más bajo decidido en acompañarlo.

— Los dos tenemos objetivos en común, está bien nos ayudaremos eh... — Mario se quedó callado ya que no sabía su nombre.

— Cappy, así me llamo. Pues adelante — el pequeño se puso sobre la cabeza del fontanero.

Mario se sintió algo incómodo ya que llevar sombreros elegantes no es su estilo, su gorra había sido masacrada por la pelea.

— Oh, déjame arreglarlo — Cappy también tenía un pedazo de la tela que confirmaba la gorra roja, se fusionó con ella y se transformó en una nueva gorra.

Cayendo de nuevo en la cabeza castaña, el bigoton se sintió mejor y mas cómodo. La gorra de su hermano se la dio a la princesa pidiéndole que la guardara para cuándo el regrese con Luigi.

Peach asintió tomando el objeto, Mario se despidió de ella y le deseo que llegara con bien al reino champiñón ya que ella tendría que dar aviso a sus súbditos de que está bien.

Mario y Cappy salieron del lugar en búsqueda de otra nave para que puedan usarla para rescatar a sus hermanos pequeños.

Una Boda Y Una Aventura (Bowuigi Shipp)Where stories live. Discover now