𝕺𝖇𝖘𝖊𝖘𝖘𝖎𝖔𝖓. 26

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-. Oh, cariño todas las
luces de la ciudad, nunca
brillarán tanto como
tus ojos.♡

- James Arthur.

*Eren*

Llegué a mi casa más que feliz teniendo en mente aún, que estaba teniendo alguna especie de "relación" con Mikasa, es que yo aún no me lo puedo creer ¿¡esto en serio estaba pasando!? La chica hermosa y preciosa de la cual me enamoré hace cuatro lejanos años, ¿me estaba dando una oportunidad de conquistarla? Digo, no se si sea mi novia todavía, solo me dio esa oportunidad, ¿sería un fastidioso si le llegase a preguntar si es mi novia? ¿Debería hacer algo mejor por ella y ahí pedirle que sea mi novia de una vez por todas?. Digo, ya he confesado mis sentimientos hacia ella dos veces, y hacerlo una tercera vez ¿estaría mal? O ¿estaría siendo apresurado? ¡agh! Mierda no se que pensar, teniendo en cuenta que Mikasa es mi primera "novia".

- aaaaah.- un pequeño chillido agudo me hizo sacarme de mis pensamientos. Era Falco mi (hermoso) sobrino, era tan adorable, también, demasiado tranquilo para ser solo un bebé de un mes, agradecía al cielo que había heredado el rostro de Yelena, ya que si sacaba el de Zeke sufriría de bullyng toda su vida.

Me acerqué a la cuna donde el yacía durmiendo hace un rato, lo tomé entre mis brazos y acaricie su lindo cabello rubio.

- ¿Dormiste bien, pequeño?.- le contesté y el dándome una sonrisa lo cual tomé como respuesta. Tome el cuaderno de notas que estaba a un costado de mi cama y comencé a leerlo, debía darle de comer a Falco.- Bien campeón, es hora de comer.

Tomé de nuevo al pequeño entre mis brazos para bajar al comedor y prepararle su biberón para luego darle una ducha.

Al llegar a la cocina dejé a Falco en el corral de juego donde habían uno de sus muchos peluches y ahí se quedó quieto mientras escuchaba como lanzaba cada peluche.

Tomé las instrucciones de Yelena para prepararle su biberón, coloqué el agua a hervir luego de que estuvo diez minutos, después vertí la leche para bebes la puse en la batidora. Y al cabo de unos segundos más ya la leche estaba lista para servirla en el biberón.

Esperé unos cinco minutos más a que el tetero estuviese listo para darle de beber a Falco, ya que según las instrucciones no se la puedo dar muy caliente, aunque era lógico ¿cómo demonios se le da algo caliente a un bebé? ¿Tanta desconfianza me tenían?.

Estaba concentrado en el biberón, tanto que no me percaté de que me había llegado un mensaje.

- ¿Mamá?.- pregunté extrañado, ya que casi nunca me escribía. Solía era llamarme.

Abrí el mensaje y no pude evitar que un doje de preocupación entrara en mí.

Mamá💞✨


Hola hijo, voy de camino a casa.
Tuve que dejar a Yelena con Zeke en
el hospital.
Ya que me siento un poco mal.

¿Que te ocurrió mamá?
¿Quieres que te prepare un ?.

Solo es una pequeña jaqueca, cariño.
Nada de que preocuparse.

𝕺𝖇𝖘𝖊𝖘𝖘𝖎𝖔𝖓 | EremikaWhere stories live. Discover now