𝕺𝖇𝖘𝖊𝖘𝖘𝖎𝖔𝖓. 30

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"te amé peligrosamente".

- Charlie Puth



Que giros daba la vida, hace un tiempo estaba pasando unos enormes momentos llenos de ansiedad y preocupación. Pero y eso ¿para que?, todo eso que lo preocupaba y que no lo dejaba dormir había sido altamente erróneo.

Ella estaba aquí, estaba justo al frente de él otorgándole una mirada llena de amor.

No la había perdido, ella seguía estando aquí.

- Yo ya los dejaré solos.- dijo la castaña absenta al verlos no hacer nada.- Feliz cumpleaños cariño.

- Gracias mamá.- le respondió quitando una lágrima que caía de su ojo.

Dicho eso la progenitora salió de la habitación dejando a ambos jóvenes sin saber que decir o hacer. Era extraño, se sentían como desconocidos que ya hasta se habían besado.

La tensión se sentía, y ¿cómo no?, pasaron muchos días sin verse y solamente entablando conversaciones de dos minutos. No estaba de más que estuviesen así.

Al sentarse Eren tomó un profundo aire para sacar absolutamente toda esa tensión

De repente Mikasa carraspó la garganta para romper el tan incómodo silencio, no pasó una hora arreglando todo eso para que a fin de cuentas sea solo una decoración.

- Eren.- lo nombró.- ¿Podríamos ya hablar?.

Okay, eso a Eren le daba terror, aunque las posibilidades de que Mikasa terminara con el eran nulas. Pero a veces la mente puede ser alguien terrible realmente.

- ¿ah?.- eso lo hizo reaccionar.- Claro Mika, sentémonos.- dijo señalando la cama.

Luego de decirlo Eren tomó un enorme puño de aire para luego liberarlo y sacar toda esa tensión que estaba dentro de el. De verdad no quería perder a Mikasa y no lo iba a hacer. Así que sin más tomó sus manos y la miró directamente a los ojos.

- Perdóname.- dijo así sin más.- No debí haberte ocultado el estado de Hange, Miki.

- No te preocupes.- ella solo sonrió.- Tu solo tratabas de protegerme, tampoco es como si yo hubiese reaccionado de la mejor manera. Pero esto no es una excusa, perdóname tu también a mi.

- Creí que te había perdido, Mikasa.- un escalofrío recorrió su cuerpo completamente al recordar esos días.- Y el saber que había sido por mi culpa empeoraba todo en mi.

La azabache vio como a el chico se le comenzaban a cristalizar los ojos, sintió su corazón partirse en dos. Nunca había visto a Eren así.

- Eres de verdad una parte esencial en mi vida.- siguió el.- Eres ese rayito de luz que me hacía falta y todo mi mundo se apagó cuando esa luz se fue. Por favor Mikasa de verdad perdóname.

Una lágrima salió, y en un movimiento instantáneo ella abrazó a Eren. Sintió que era lo mejor que podía hacer.

- Ey.- al fin ella respondió.- Deja de llorar y de culparte.

- Pero Mikasa fui yo quien...- ella interrumpió.

- No, no lo fue.- lo menos que quería hacer era verlo llorar.- Esto es solamente una experiencia más lindo, en toda relación hay problemas ¿de acuerdo?.- el asintió.

𝕺𝖇𝖘𝖊𝖘𝖘𝖎𝖔𝖓 | EremikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora