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La primera semana de su pesadilla empezó. Durante el tercer día había ido de visita Yeji cómo de costumbre, ambos estaban en la habitación de aquel hospital, Sunoo sentado sobre el sofá y la chica tirada de panza en el suelo donde estaba realizando su tarea.

Sunoo mantenía su mirada fija en Sunghoon, simplemente observando como su pecho subía y bajaba con lentitud, así se sumergió en sus pensamientos. Pensaba en si era necesario contarle a la pequeña hermana de Sunghoon de la situación planteada por el doctor; consideraba correcto decirle pero pensaba demasiado en su bienestar y no quería que ella estuviera como él ahora mismo, sin poder siquiera dormir de la ansiedad.

Pasó a pensar en Sunghoon por milésima vez, quería aferrarse a la idea de que él despertaría, que en cualquier momento abriría sus ojos y le diría que todo se trataba de una broma para después burlarse de su reacción. Deseaba ver nuevamente el color marrón de sus ojos al brillar con el sol.

Yj: Suni... - Le habló nuevamente - Suni... - Volvió - ¡Sunoo!

Levantó su pie a cómo pudo para ponerlo a la altura de dónde se encontraba su mirada perdida, tapando su vista a Sunghoon y solo aquello lo logró despertar.

Sn: ¿Eh? ¿Me hablabas? - Regresó de su mundo y la menor golpeó su frente con su palma.

Yj: Estás bien perdido Sunoo, llevo hablándote cómo quince minutos. - Soltó una risilla.

Sn: Lo lamento me fuí - Negó - ¿Qué me ibas a decir?

Yj: Una pregunta, más bien duda - Se sentó en el suelo de un solo movimiento y cruzó sus piernas para poner encima el cuaderno que usaba - ¿Cómo sé el valor de esta X? Me piden sacarlo y no tengo ni la menor idea de qué hacer. - Abultó su labio inferior. - Yo conocía estos problemas sencillos pero ahora me las ponen más largas. - Lloriqueo.

Sn: Despejar X, es más fácil de lo que piensas. - Se sentó a su lado - Sigue el método que tengo yo y pum, de papita.

Quedó junto con ella y empezó a explicarle paso a paso como se resolvía el ejercicio indicado. La chica lo miraba atentamente y prestaba atención a cada palabra que salía de su boca y cada garabato sobre el papel hasta lograr comprender del todo.

Sn: ...Y ya en el último paso, ¿La raíz cuadrada de 49?

Yj: Uy, espérame tantito - Se estiró para agarrar su calculadora y empezó a teclear en ella lo solicitado, pues su mente no tenía la capacidad de procesar el problema - 7.

Sn: Muy bien, entonces el resultado final sería 7.

Encerró el número con un color rojo para destacar el fin dentro de todo el largo escrito de números repetitivos.

Yj: ¡Wow, muchas gracias! Eres un excelente maestro. - Tomó su cuaderno y se le quedó mirando con una enorme sonrisa - La verdad le estoy sufriendo mucho ahora que no podemos ir a clases pero sé que con tu ayuda voy a conseguir el mejor promedio!

Debido a la situación actual todo se canceló, todo se había cambiado a la modalidad en línea, partiendo desde clases hasta el trabajo, en todos los aspectos. La menor ahora pasaba más tiempo en el hospital junto a él dónde tomaba sus clases a través de una llamada y luego pasaba todo el resto de la tarde intentando comprender lo visto en clase.

Sunoo se vió en ventaja con eso, su trabajo también había pasado a modalidad en línea, por lo cual ahora tenía en qué mantener su mente ocupada al trabajar desde su computadora desde el cuarto de hospital.

Para él, seguía pareciendo una exageración, pues él se la pasaba encerrado allí y no veía como estaba todo el exterior.

O al menos creía eso hasta aquel domingo.

In another life | Sunsun |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora