CAPÍTULO 22

3.1K 171 9
                                    

Lisandro pov:

Habíamos llegado de la comisaría y Milagros ya estaba muchísimo más relajada. La veía con una sonrisa hablando con Lautaro y Joaco que recién habían vuelto de Italia y me sentía feliz porque hubieran encontrado a las personas que la habían lastimado.

Todavía no podía creer como su propio ex novio había podido hacerle eso y encima desubicarse tanto en la sala de interrogatorios. Escucharla a Milagros decirle que en serio había estado enamorada de él mientras en su mirada no se podía percibir nada más que enojo y repulsión había sido bastante shockeante de ver. Se notaba que ese Lucas había roto su confianza con sus acciones.

Delfina había sido mi primer y única novia seria y la quería tanto que ni siquiera se me podía pasar por la cabeza lastimarla como lo había hecho el ex de Mili con ella. Saber que tenía pesadillas y le costaba dormirse, que había tardado algunos días en dejar que me acercase, que a veces seguía sintiendo al chico que la había agredido y que tenía esos moretones por culpa del ex novio, me daba mucha bronca...y también me hacía sentir culpable en cierto punto: Lucas había dicho que la había querido intimidar porque supuestamente estaba saliendo conmigo. Sabía que nada de lo que ese chico había puesto como excusa, justificaba su comportamiento y reacción pero en el fondo de mi cabeza, se repetía una y otra vez la idea de que, si esos rumores nunca hubiesen existido en primer lugar, Milagros no habría tenido que sufrir esa agresión. Por momentos me sentía mal conmigo mismo y no entendía como no se había enojado y alejado de mí pero intentaba alejar esos pensamientos que lo único que hacían era hacerme sentir una mierda.

Estaba apoyado contra una de las paredes del comedor viendo como todos se divertían y yo me estaba aguantando el dolor que tenía en el tobillo. Había estado caminando tanto que, aunque tuviera la bota, todavía me dolía. Recién se estaban por cumplir 2 semanas desde mi lesión y ya necesitaba estar jugando de nuevo pero sabía que lo único que podía hacer era ir a rehabilitación y esperar a que el médico me diese el alta un poco antes de lo esperado.

—Licha, ¿todo bien? —me preguntó Nahuel acercándose a donde estaba parado—. Estás medio apartado.

—Sisi, todo bien. —Dejé de mirar a Mili para volver mi vista hacia mi amigo—. Solo me quedé pensando en todo lo que pasó hoy.

—Fue todo bastante flashero la verdad —me confesó—. Pero me alegra que hayan podido encontrar a los pibes. Ahora Mili va a poder estar más tranquila.

—Sí, eso espero...Todavía siguen comentándole cosas en las redes pero siento que lo está sobrellevando un poco mejor.

—Es verdad, la noto más relajada desde que decidió quedarse en tu casa... —Suspiró—. Me parece que fue una buena decisión de su parte hacer este viaje para relajarse.

—¿Cómo para relajarse? —Lo miré extrañado—. ¿Vos sabés por qué están acá Mili y Zoe?

—Sí, Zoe me contó —me contestó—. ¿Mili no te dijo nada?

—No.

Me quedé pensando en qué nunca se me había ocurrido preguntarle el porqué de su viaje. Había dado por hecho que eran sus vacaciones o que simplemente era un viaje que había planeado hace mucho y que quería hacer pero por lo que me acababa de decir Nahuel, no parecía tan simple.

—Mili decidió venir a Inglaterra por-

—No me digas —lo frené—. La verdad, quiero saber pero si ella no me lo contó...no sé, prefiero preguntarle después.

—Me parece perfecto —dijo mi amigo—. Yo te lo iba a contar porque soy medio chismoso pero es mejor si te lo cuenta ella. Hay cosas que seguro yo tampoco sé.

Malentendido | Lisandro MartínezWhere stories live. Discover now