¡Conquistar Al Oso! [Spruan]

¡extra +18!

Juan estaba molesto, muy molesto.

Veía al que es su pareja desde hace un par de meses, hablando con Elisa.

Dios, la pelirroja era una chica muy linda, mucho más que el.

Tenia miedo de que esa linda Omega le llamara la atención a su Alfa.

Se imaginaba distintos escenarios donde el Alfa lo dejaba atras y se iba con ella.

Y mientras el pensaba en todo eso, sufriendo silenciosamente el Alfa y la Omega se acercaron a el.

-Juan.- Escucho como si tuviera un mosquito en el oido.

-¿Juan?- Mierda ese mosquito no se va.

-¡Juan!- Dios que insoportable.

-¡MIERDA JUAN CONTESTA DE UNA PUTA VEZ!- Oh.

-¿Q-Que paso amor?- Preguntó con un tono meloso, nervioso por la severa mirada de su pareja.

-Eli se tiene que ir, despidete.- Eli... a Juan no le ponia apodos.

-¡Hasta pronto, Juan!- Dijo feliz la chica.

-Adios.- Se despidió seco y se fue, sin darle a los otros la oportunidad de preguntar por ese cambio de actitud.

Y mientras tanto, en la cabeza del híbrido se repetia el por que esa actitud.

Tendria que hablar con el de lentes.

-Perdón por eso, Eli, no se que le pasa ultimamente.

-No te preocupes, Spreen, quizas le paso algo. Bueno, me tengo que ir ¡adios Spreen!

Dijo, mientras se iba despidiendose con una mano, el híbrido de oso sonrió de manera leve y hizo el mismo gesto.

Al ya no ver a Elisa en su campo de visión, dio media vuelta y fue por donde se fue Juan.

Sabia que estaría en su santuario, siempre esta ahi cuando no tiene nada que hacer.

El camino se le hizo corto, era un dia bonito y soleado.

El problema llegó cuando al momento de llegar a las afueras del santuario, vio que por ese lugar estaba nublado y lloviendo.

Alterado, sabiendo la capacidad de su pareja, entro rapidamente.

Ingreso al santuario y fue hacia la habitación del Omega, viendolo cubierto de miles de cobijas.

-¡Largate Zorman, te dije que no quiero hablar!

-No soy Zorman, Juan.

Y tras decir eso, vio como el de lentes asomaba lentamente su cabeza, y esto hubiera sido adorable si no fuera por que sus ojos demostraban un ligero enojo.

-Largate, no quiero hablar contigo.- Soltó molesto el Omega.

Al contrario de hacerle caso, se acercó de manera firme y seca al contrario mirandolo fijo a los ojos.

Juan se puso nervioso, presentando un ligero sonrojo y intento cubrirse nuevamente con las cobijas.

Pero su tarea se vio interrumpida al ver que las cobijas fueron tomadas por el oso, quien se las quito y no le dio oportunidad de recuperarlas.

Juan se volvió tomate, tenia una camisa del Alfa puesta.

Spreen se sorprendió levemente levantando sus orejitas de oso.

Le gustaba como le quedaba, se le veía muy grande.

El pequeño Omega intento de alguna manera taparse, siendo la unica forma tomar su almohada y ponersela encima.