Capítulo 1: Beca

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Los motores comenzaron a girar. El piloto les pidió a los pasajeros que se abrochan los cinturones de seguridad y les aseguró que pronto emprenderían el vuelo. Tan pronto como las ruedas se separaron del suelo, el avión estalló en miles de pedazos de metal. De repente, Beca se despertó alarmada por un pitido ensordecedor. Apagó la alarma de su móvil y se levantó de la cama. Cuando llegó al baño, se lavó la cara con agua fría y se miró al espejo durante unos segundos. Casi no había dormido últimamente y todas esas horas muertas le estaban pasando factura.

Bajó a la cocina con el móvil en la mano.

-Buenos días, Beca. ¿Qué tal has dormido? - le preguntó su madre, Greta, sonriendo.
-Buenos días, mamá. Hoy no he dormido mucho pero al menos he podido descansar un poco-.

Beca se sentó en una de las sillas de la cocina, y su madre hizo lo propio.

-¿Otra vez has soñado con el accidente? -

Beca asintió. Su madre alargó el brazo hacia la encimera y cogió un plato con tortitas y arándanos.

- Toma, a lo mejor te sientes mejor-. Le dijo finalmente Greta antes de marcharse. Quizá necesitara estar sola un rato.

Después de desayunar, Beca se puso el uniforme y guardo sus libros en la mochila. Se encaminó hacia la puerta mientras se despedía de su madre a gritos y salió de su casa. Ella siempre cogía el autobús para ir al instituto, pero como ese día iba más pronto de lo habitual, optó por coger la bicicleta.

Cuando llegó, Ashley, su mejor amiga, le estaba esperando al lado de su taquilla. Beca sonrió y Ashley le devolvió el gesto. Llevaban más de seis años siendo muy cercanas, pero Beca comenzó a notar cambios en su amistad desde hacía poco más de tres meses. Otra chica llamada Judit solía estar con ellas la gran mayoría del tiempo, y a Beca se le hacía molesto. De hecho, Judit parecía querer separarlas. A Beca no le importaba mucho, pues, en realidad, tenía más amigas, aunque eso no evitara el hecho de que le doliera por dentro.

Los pensamientos de Beca se vieron interrumpidos por el timbre que indicaba que las clases iban a empezar.

Al llegar al aula, vio a una chica que nunca antes había visto. Beca supuso que era nueva, así que avanzó para saludarla.

-Hola, me llamo Beca, ¿ y tú? - preguntó Beca con una sonrisa en la cara.
- ¡Hola! Yo me llamo Amira, encantada-. Le respondió la chica alegremente.
-Igualmente-. Beca quería saber más sobre ella, quería conocerla-. ¿Te apetecería dar una vuelta después de clase?-
- ¡Claro! - Exclamó Amira emocionada.

Al terminar el horario de clase, Amira y Beca quedaron en la parada de autobús situada junto al instituto. Decidieron ir a una heladería cercana y pasar ahí la tarde.

Estuvieron hablando hasta que el cielo adoptó un color anaranjado. Para entonces ya eran las ocho y cuarto de la tarde y decidieron irse a sus casas y verse mañana de nuevo en el instituto.

Beca se encaminó hacia su a casa feliz de haber conocido a una amiga nueva, pero un pensamiento rondaba por su cabeza desde que habló con Amira por primera vez, y no parecía poder quitarse la duda de su mente: " - ¿ De verdad sería capaz de reemplazar a mi mejor amiga por alguien que casi acabo de conocer? -"

Con amor, karma.Where stories live. Discover now