Capítulo 22

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Mix hizo una pausa fuera del edificio donde los Dark-Hunters se reunían. Por los autos en el aparcamiento, el coste total de todo aquel lujo alimentaría tranquilamente a una pequeña nación, podía decir que ya estaban aquí y aún así...

—No siento como mis poderes se drena —le dijo a Earth. —¿Cómo puede ser eso?

—Es un truco. Algo que Yibo debe estar enmascarando.

Mix negó con la cabeza.

—No lo creo. Quizás él sepa alguna manera de evitar que nos drenemos los poderes unos a otros.

La mirada de su cara la enfrio.

—Confía en mí, Mix —dijo Earth mientras hacía una pausa para mirarlo. —No hay manera de que un grupo de Dark-Hunters estén juntos sin agotarse los unos a los otros. Yibo nunca podría obtener esa habilidad. La única manera de que eso ocurriera sería que el propio Mew estuviese aquí mismo. Y ya que no está... eso es imposible. Los dioses nunca lo consentirían.

Mix no estaba tan seguro, pero confiaba en él. Si alguien sabía la verdad, era Earth.

Cuando se dirigieron a la puerta principal, mitad esperó que alguien los detuviese. Pero no hubo guardas, ni escuderos...

Nada.

Desde que había sido evacuado hacía algunos años, el edificio no era la cosa más limpia en el mundo. Había telarañas y otras cosas acerca de las que no quería pensar, tiras en el piso como basura. El aire era casi irrespirable, hasta el extremo de picarle la garganta si respiraba por la nariz.

Se extrañó que hubiese luz en el edificio.

Pero Yibo era un dios

—¿De dónde sacó la luz que viene de las escaleras? —le preguntó a Earth.

—No lo sé. Tal vez tenga un generador enganchado, u otra vez, Yibo está usando sus poderes para iluminar esto.

Sei encontraron las escaleras al fondo y subieron. Mientras subían, podrían oír voces apenas perceptibles, pero las palabras eran ininteligibles.

Mix hizo un intento para no respirar profundamente mientras se preguntaba qué mentiras les habrían dicho Chanagun y Yibo a los demás.

¿Cuántos de ellos los creerían?

Como alcanzaron la puerta al final del vestíbulo del piso de arriba donde los demás parecía que estaban reunidos, jaló a Earth para detenerle a fin de que pudiese escuchar lo que estaba ocurriendo dentro antes de que entraran. Apenas ahora comenzaba a sentir un tirón en sus poderes, pero era todavía muy suave.

—¿Así que cómo derrotamos a Mew?

Mix se sobresaltó cuando reconoció la voz del escudero. Pequeña rata bastarda. Pero había sospechado mucho de él. Él había sido vehemente en su odio contra Mew.

Se congeló al ver la decisión en la cara de Earth.

—Él es un Daimon —dijo Yibo. —Lo matas igual que nos matas a nosotros.

Chanagun fue el siguiente en hablar. Su voz se oyó.

—¿Estáis con nosotros, hermanos y hermanas?

Mix se encogió de miedo cuando oyó el sonido de aceptación de la multitud.

Earth lo echó hacia atrás.

—Yo me ocuparé desde aquí. —Earth lo besó ligeramente en los labios antes de dar media vuelta, bajó su mano y la maldita puerta de acero se desintegró.

Earth entró confiado en el cuarto, incluso aunque sabía que Yibo probablemente tenía alguna manera de matarle. Dejaría que el bastardo lo intentase. Si lo hacía, entonces estaría listo para pelear.

08 EarthMixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora