¿Ahora me Necesitas? [2]

Capitulo 31 (Extra 1)

Amber.

Se siente bien volver a casa, Frank esta trabajando en el nuevo hotel, pronto lo inaugurará. Ahora que lo pienso no se el significado del nombre de su cadena hotelera.

Anoche luego de comer tranquilamente en casa con Ami, grito de alegría con la noticia de que será una nena. Esta mañana llegó un camión lleno de cosas de nena y puedo imaginarme quien lo compró.

—¿Y todas estas preciosuras?—llega Am desde la cocina, todas las cosas que llegaron estan en el living dispersas por todas partes por que son pesadas para que yo las mueva.

—Eso tiene el nombre de Frank impreso por todas partes, simplemente no pudo evitarlo— le respondo con una sonrisa.

—Oh no, esta tan ilusionado con su nena que ahora si que no se puede frenar con nada—todos tienen una sonrisa impresa imborrable.

—Cuando salimos de la clinica llamo a su hermano para darle la noticia, esta encantado con todo.

—Es un gran muchacho, que por cosas pasadas queria privarse de ser feliz, simplemente pienso que sus padres no lo merecían.

—Coincido completamente contigo, por otro lado me dijo que vos sabias algo que el no, y esta obsesionado con descubrirlo—se ríe bjito y se acerca mas a mí.

—Obvio que si nena, ya sabia que estabas embarazada mucho antes que lo supieras, te soñé. Con respecto a lo otro sabía que no era malo.

—Menos mal los resultados dieron negativos, dijo que se hirian con el tiempo que el cuerpo los reabsorvia, fue un gran alivio.

—Oh lo sé, Frank no durmió por varios dias buscándote enloquecido, hasta Aria me dijo que se le instalo afuera de la casa y durmió en la puerta con tal de que le de una respuesta—baja la voz mas todavía—también me dijo que por las noches lloraba como un niño al que le sacaron un dulce—encerio hago el esfuerzo… diosito me lo pones dificil.

Me rio a carcajadas sin poder creerlo, Frank el frio empresario llorando por su ahora prometida fugitiva. Pobre mi corazón, no quería hacerlo sufrir.

—Yo pensando que no querria al bebé, ¿te dijo la reaccion que tuvo cuando vio la pancita?—de golpe se puso seria y todo atisbo de diversion se esfumó como si nunca estuvo.

—No—cagamos metí la pata— ¿Como reaccionó?— ¿le digo? Hay que miedo.

—El pensó que era producto de la inseminación, como el no quería hijos vi esa opción, siempre los quise y no me iba a prohibir de tenerlos.

—Eso mismo le e advertido cientos de veces, hasta que al parecer entro en esa cabeza dura que tiene—dice con cierto atisbo de tristeza— es increible que tuviera que pasar todo esto para que al fin afronte sus miedos, es un gran chico y estoy orgullosa de él.

Se le caen un par de lágrimas y sonrie.

—Estoy orgullosa del hombre en el que se convirtió, me ubiece encantado estar con el en los años que estuvimos separados—digo con pesar.

—Es mejor como se dieron las cosas, en esa época fue un tiempo muy oscuro para él, realmente temí que se perdiera, tenia siempre una cadenita que sé era tuya y la tuvo siempre puesta, creo que eso lo consolo, pudo salir de ese estado.

Me toco el cuello, la cadenita que le regale en conjunto con la mia, no sabia que el la había guardado… claramente lo subestime.

—No sabia que la habia guardado, pensé que se deshizo de ella, se la di para su cumpleaños—se me llenan los ojos de lagrimas.

—No llores linda, el te ama y ahora van a ser felices como ambos merecen, se que fue doloroso todo para ustedes, esa cadenita fue su salvavidas—lloro sin poder evitarlo, Ami me abraza.

—Estas hormonas me hacen llorar por todo, ahora que estamos juntos estoy feliz.

—Me alegro tanto por ustedes chicos, al fin podrán ser felices y formar la familia que siempre quisieron—nos abrazamos y ella llora un poco, adora a Frank y se nota.

Después de charlar muy emotivamente con Ami, decidí salir a pasear un poco, quiero tomar un poco de aire estoy cansada de estar encerrada, aunque hace pocos dias volvimos.

Obviamente Frank no me dejo irme a otro lado que no sea su pent house, cuando llegamos me sorprendí al ver todas mis pertenencias aquí, por otro lado planeaba instalarme con él.

Atravieso la plaza y veo a niños correr enloquecidos por todas partes, otros tirandose del tobogan, otros jugando a la pelota, bebes con sus dos padres jugando enternecidos, me veo con Frank y la bebé haciendo esto.

Voy a descansar un rato en el banco al solcito, la mañana esta hermosa, soleada sin nubes, los pajaros vuelan y trinan entre ellos, los observo maravillada. No me doy cuenta que alguien se sentó a mi lado hasta que me habla.

—Hola pecas—me doy vuelta para mirar al dueño de esa sexi voz que en su momento me gustó, me mira calido con una sonrisa.

—Hola Dave tanto tiempo—me agarra los dedos.

—Hola preciosa, ¿Como estas? Veo que al fin te comprometiste con el idiota afortunado.

—Ey, no le digas así, pero si al fin estamos juntos, lamento como terminaron las cosas, podes volver a trabajar con nosotros—baja la mirada a las manos que sostiene lo acaricio sutilmente, es un gran chico pero no era nuestro tiempo. Jamás lo fue.

—Lo siento, pero es cierto aunque fue bueno mientras duro lo nuestro. Pero gracias a vos encontré a mi chica ideal, siempre creí que eras vos, estuve tan equivocado, pero al fin me di cuenta a tiempo. Lamento todos los malos entendidos hasta con el idiota de mi ex amigo.

—¿Que paso con ese idiota? Eran tan amigos casi inseparables.

—Se quiso pasar de listo con mi chica y lo moli a golpes.

—Oh lo siento, aunque no tanto se lo merecia por patán.

—Deseo que seas muy feliz preciosa, hay algo que e tenido por mucho tiempo que no me pertenece—lo miro confundida sin entender a que se refiere—Soy el causante de que la carta de Frank hace mas de cinco años atras no llegara a ti, realmente lo lamento.

No se como procesar esta nueva información, ¿Que carajos?

—¿Que mierda Dave? No entiendo.

Saca un sobre amarillento del bolsillo de su campera de cuero negra y me lo entrega, lo guardo sin abrir en mi bolso me mantengo en silencio.

—Vi cuando Frank te iba a dejar un sobre en el buzón, lo intercepte y le dije que me encargaría de dártelo, que éramos vecinos, me lo dio confiado.

—Por eso maldita escoria jamás la leyó—aparece Frank no se de dónde pero le da una piña que lo hace caer para atrás en el banco.