Parte Única

71 11 0
                                    

Aún recuerdo hasta el más mínimo detalle del día en el que te ví partir de mi lado.

¿Te sientes de la misma manera que yo cada vez que nuestras miradas se encuentran?, o ¿Acaso fui el único que siempre pensó en cumplir aquella promesa?

Corría por aquellas viejas calles de la ciudad mientras sostenía aquel inservible paraguas entre mis manos. La lluvia caía a cantaros y tan sólo unas pocas cuadras atrás mi paraguas se había atascado en la puerta de aquella cafetería, lugar donde te ví conversando con la que ahora reconocía como tu prometida.

En el momento en el que sentí tu mirada sobre la mía me obligue a dar un paso atrás y huir de aquel lugar si tan siquiera haber terminado de entrar. Y al final me encontré envuelto en aquella inesperada situación, corriendo por las resbaladizas calles de la ciudad con el paraguas roto y el corazón también, mientras mis lágrimas se confundían con la lluvia y soltaba pequeños sollozos por la presión acumulada en mi pecho.

Meses después volví a encontrarme contigo, quise hacerte tantas preguntas, pero al notar a tus padres y familiares se encontraban presentes, me resigné a no hacerlo cuando recordé que pertenecíamos a niveles sociales muy distintos y esa fue la principal causa de nuestra separación.

Esa vez, nuestras miradas no sé encontraron en ningún momento durante los primeros minutos de nuestra estadía en ese lugar, una de tus manos sujetaba la cintura de aquella chica casi de la misma manera en la que solías abrazarme a mí, pero un poco de confianza volvió a mí cuando por una milésima de segundo tus ojos se encontraron con los míos y aflojaste el agarre del cuerpo de tu prometida.

Pero volví al caer en el instante en el que apartaste tu mirada de la mía.

En ese preciso momento lo único que desee fue salir corriendo de ese gran salón, pero contuve mis ganas de hacerlo al recordar que yo solamente era un mesero más en tu fiesta de compromiso.

Dime, Jungkook...¿Tanto odio me guardabas cómo para celebrar tal ocasión en mi lugar de trabajo?, o ¿Acaso mis sentimientos te importaban tan poco y por eso tomaste tal decisión?
Por más que lo pensé, me negué rotundamente a creerlo. Por lo que me resigné a servir en las mesas más alejadas de la principal. Porque al final de todo, nos habíamos convertido en dos fantasmas que no podían ser vistos en el mismo lugar.

Cuando finalmente terminó mi hora de trabajo tomé mis cosas y me propuse salir los más rápido posible de ese lugar para así acabar finalmente con ese martirio que no me dejaba respirar.
Pero mi respiración se detuvo nuevamente cuando sentí tu mano aferrarse a mi muñeca para luego arrastrarme al lugar más escondido del jardín.

-¡¿Qué estás haciendo?!-susurré con temor de ser vistos. -Si alguien nos descubre te meterás nuevamente en problemas.

-Eso es lo que menos me importa en este momento - tapó mi boca con su mano cuando notó que estaba a punto de reprenderlo - hace mucho no respondes mis mensajes, mucho menos atiendes mis llamadas.

-¿Por qué debería hacerlo? - inevitablemente mi voz salió como un sollozo - Eso fue lo que me ordenaron o ¿No es así?

-¡Por dios, Jimin! - su voz sonaba cada vez más desesperada - Olvídate de las palabras de mis padres, olvídate de los medios ¡Simplemente olvídate de todo! - tomó suavemente mi mentón y me obligó a mirarlo fijamente a los ojos - Pero no te olvides de mí...Necesito saber cómo estás.

-¿Acaso te parece que estoy bien? - solté una pequeña risa que fue mezclada con un nuevo sollozo - ¿Acaso te parece que me agrada el sentimiento de no poder ni tan siquiera mirarte a los ojos cuando estamos en un mismo lugar?, nos convirtieron en dos fantasmas que fueron condenados a evitarse mutuamente por los siglos de la eternidad.

Ghost of youWhere stories live. Discover now