Repartidor

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Era en momentos como esos, que Joffrey agradecía tener por hermano a Lucerys Velaryon, su hermano mayor era tan fácil de convencer que incluso a veces le sorprendía que su padre y abuelos lo envíe a hacer tratos de trabajos importantes para la empresa.

De toda maneras no iba a darle vueltas al asunto, no cuando su hermano le había hecho el favor de cubrirle con su padre.

Ahora estaba en casa de unos amigos disfrutando de una buena tarde antes de que su mamá se entere de lo que pasó en la escuela, era el último año, en fin ya se ocuparía de eso luego.

—Pedí pizza, papá me recomendó el lugar dice que aunque este lejos de aquí la pizza es buenísima.— el grupo de jóvenes no le prestó una real atención a Joffrey Arryn —Gracias por escuchar, son muy amables.

Oscar le hizo una señal con la mano para que se callara y se acerque a continuar jugando video juegos con ellos.

—¡Fantástico! Ganamos.— le dijo eufórico Benjicot Blackwood.

—Lo sé Ben, llevamos ganando tres veces.— le respondió con una sonrisa.

—¿Sabes que es realmente fantástico? Que Joff este aquí, sus papás casi no lo dejan salir es increíble que lo logrará mas aún si su padre.— en ese momento el timbre de la mansión de su amigo llamó la atención de todos.

—Abriré yo, necesito aire.— se levantó del sofá y se encaminó desde el cuarto de juegos hasta la puerta del entrada.

Frente a él se encontraba un chico de cabello rubio, tenía los ojos de un color índigo que le corto la respiración, un piel blanca y tenía pecas que no se notaban mucho por las mejillas sonrojadas que tenia, Joffrey no sabia si se debía al sol o es que estaba muy nervioso.

Traía puesto el uniforme de la pizza y una gorra con el logotipo de esta.

—A...aquí...—Joffrey miraba al joven que se esforzaba por encontrar su voz, se veía como de su edad, trató con todas sus fuerzas no ponerse nervioso por la atención del otro. —Su pizza.

Extendió las cajas de cartón frente a él y Joffrey buscó en sus pantalones billetes, encontró uno de veinte dragones y se lo entregó al chico.

—Muchas gracias.— dijo Joffrey cuando este se fue casi huyendo y dándole una mirada que no pudo descifrar.

¿tal vez le dio muy poca propina? Se maldijo por no llevar más dinero, es que normalmente usaba tarjetas, a sus padre no les gustaba estar sacando el dinero para pagar algo preferían presentar una tarjeta.

—¡Llegó la pizza!— Gritó y eso hizo que los chicos salieron a la cocina a buscar las bebidas, los vasos y platos.

Durante lo que quedaba del día Joffrey no pudo sacarse al lindo chico de la cabeza, a las seis Jacaerys le hizo una llamada para avisarle que lo estaba esperando.

Se despidió de todos y salió todo encontrarse con su hermano mayor, al parecer Lucerys había conseguido meterlo al barco de mentiras, Joffrey entró al auto deportivo de Jace y evitó mantener una conversación con el mayor.

—¿Qué trato hiciste con el diablo?— sonrió al escuchar como había llamado su hermano a Lucerys.

—Tendré que organizar los papeles en orden alfabético, pero debes admitir que fue inteligente padre siempre cae en las mentiras de Luke.— Jacaerys asintió y eso le dio más confianza.

—Pero fue muy fácil ¿No crees?— Joffrey lo pensó y Jace tenia razón ordenar los papeles no era gran cosa sobre todo cuando Lucerys era tan ordenado.

—Va salir esta noche.— Ambos hablaron a la vez mirándose a los ojos.

—¿Qué te dijo para que vengas?— preguntó curioso.

Day to day with the TargaryenOnde as histórias ganham vida. Descobre agora