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Capítulo cuatro. ' Howard el chico bueno '
── ¿Fiona está embarazada?
── ¿¡Saliste con Noah Howard!?
Tanto Debbie como Ivory detuvieron su caminata matutina a la escuela, se quedaron viendo sin poder creer lo que la otra había dicho. La exclamación de Gallagher fue más fuerte, sin embargo la mente de Ivy seguía procesando la nueva gran noticia.
── No puede ser── la pelirroja se llevó una mano al pecho intentando mantener su respiración calmada, luego mira a su amiga que no podía ocultar su impresión── ¿Es una broma?── preguntó recibiendo un ceño fruncido de respuesta── ¡El madito Noah Howard! ¿Tuvieron sexo?── la interrogó sin importar la cantidad de alumnos que pasaban por su lado── Me hubiese gustado que él fuera el padre de mi bebé, ¡no sabes cuántas veces intenté salir con él! Es un completo idiota.
── Primero, no es un idiota como Henry McNally── soltó sonando bastante obvia aunque en realidad el comentario logró molestarla, solo quería creer que el embarazo y las hormonas tenían a Gallagher muy emocional, más de lo que ya era de por sí── Noah es un buen chico.
¿Es un buen chico? ¿Eso era todo lo que su cerebro pudo armar? Sonó como si hablara de un vecino amable que siempre ayudaba a la comunidad, podría ser cualquiera. Una descripción tan insípida que llegaba a ser aburrida.
── ¿Tuvieron sexo?── se apuró a saber. Miller puso los ojos en blanco para después negar con la cabeza, solo pasaron a comer donas en un puesto cerca de la escuela ese mismo día── Puedo ayudarte a que se acueste contigo.
── Porque veo que te funcionó bastante bien── sonrió de forma sarcástica señalando el vientre de Debbie. Antes de generar una discusión se adelantó a cambiar el tema── ¿De verdad Fiona está embarazada?
La escuela estaba cada vez más cerca, era poco imaginable que Ivy y Debbie estuvieran asistiendo en la preparatoria sabiendo todos los años que pasaron antes. No eran las mismas pequeñas sin amigas que se vieron obligadas a relacionarse al verse solas, tampoco vestían de flores imitando a los dibujos animados de la televisión ni sus peinados eran iguales como les gustaba ir creyendo que era un pacto de amistad eterna. Eran adolescentes, una con antecedentes penales a los catorce y la otra con embarazada con quince años.
── Sí, y quiere abortar── dijo Debbie molesta con su hermana── Así que tienes que ayudarme para que no lo haga, Ivy.
── No pienso meterme en otro embarazo Gallgher.
Con justa razón mantenía su postura, pues Ivy recibía constantemente intensas peticiones de Fiona cada vez que se cruzaban ya sea en la casa Gallagher o en la calle rogándole a la adolescente que hiciera lo necesario para lograr que Debbie cambiara de opinión respecto a su embarazo, cosa que Miller nunca accedió. Así que no iba a hacer lo contrario esta vez, no deseaba ser un factor que influyera en las desiciones de Debbie o Fiona, como si en su propia casa no tuviese que lidiar con sus imbéciles hermanos y su madre que cada mañana era un misterio su paradero.
