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Estaba leyendo un libro cuando escuché que llamaban a mi puerta, al abrir vi a Rick.

-¿Puedo pasar?

Me hice a un lado y él entro para después yo cerrar la puerta.

-He venido a disculparme por el empujón del otro día, estaba cegado por la ira. 

-Lo noté. -Dije. -Y no te preocupes, sé que no lo hiciste a propósito.

-Supongo que irás está noche, te necesito por si algo sale mal.

-Iré, y de verdad espero que no haya que amenazar a las personas.

Rick asintió.

-En fin , sólo he venido para decirte esto. 

Asentí y nos despedimos, después cerré la puerta para subir al baño y darme una ducha, me vestí con mis mejores galas y salí de casa para ir a la reunión a casa de Deanna. Había mucha gente cuando yo llegué, vi a Maggie y me puse a su lado.

-Vamos a comenzar. -Anunció Deanna.

-¿Podemos esperar? -Preguntó Maggie. -Aún faltan algunas personas.

-Vamos a empezar. -Dijo Deanna. -Tenemos que hablar de lo ocurrido. No de la pelea ni del motivo, vamos a hablar de uno de nuestros alguaciles, Rick Grimes, y más concretamente de cómo robó una pistola de la armería y cómo apuntó con ella a la gente. Me encantaría que él estuviese aquí.

-Él dijo que vendría. -Dijo Michonne.

-Iré a buscarle. -Le susurré a Maggie.

Salí de casa de Deanna moviéndome entre las sombras sin ser vista, fui a buscar a Rick, él estaba luchando contra los caminantes, me acerqué para sacar mi navaja.

Maté a un caminante que estaba encima de Rick, me manché de sangre.

-¿Estás bien? -Le pregunté preocupada. -¿Cómo han entrado?

-No lo sé. 

Le ayudé a levantarse del suelo.

-Iré a mirar.

Corrí hacía la entrada, el portón estaba abierto, y no había nadie vigilando, cerré el portón, guardé mi navaja y regresé corriendo al laso de Rick, a medio camino vi cómo cargaba con un caminante, le expliqué todo lo que había dicho Deanna en la reunión hasta que yo salí a buscarle, Rick tiró el caminante al suelo, todos le miraban atónitos. 

-El portón estaba abierto y sin vigilancia.

-Le pedí a Gabriel que cerrará. -Dijo excusándose Spencer.

-Ve. -Le dijo Deanna molesta.

-Yo no le dejé entrar, entró sólo, siempre van a intentar entrar, tanto los muertos como los vivos, porque nosotros estamos aquí, y los que están fuera nos perseguirán.

Yo tenía la esperanza de que con aquel discurso Rick logrará convencerlos.

-¡No eres uno de los nuestros! -Comenzaron a gritar.

Todos miraron hacía la entrada y vimos como Pete entraba con la katana de Michonne, yo estaba más cerca de la entrada y retrocedí lentamente.

-Pete no hagas esto. -Dijo Reg acercándose a él.

-Aléjate de mi, Reg. -Le contestó Pete. 

En un abrir y cerrar de ojos Pete le cortó el cuello a Reg. Abraham se lanzó contra Pete y lo tiró al suelo dejándole inmovilizado, no podía apartar mis ojos de los de Reg viendo como se desvanecía lentamente, Deanna lloraba desconsolada.

-Rick. -Le miró. -Hazlo, ahora.

Rick no lo pensó dos veces, sacó su arma y disparó a Pete, me di la vuelta mirando al portón y vi a Aaron, Daryl y a un hombre negro.

-¿Morgan? -Preguntó Rick sorprendido.

Le miré confundida viendo aquel reencuentro, vi como Daryl me hacía una señal y me alejé de ellos para verme con él.

-¿Estás bien? -Me preguntó Daryl.

-Si.

-Tienes sangre en la cara y en la ropa.

Daryl llenó de saliva su dedo pulgar para después quitarme la mancha de sangre de la cara.

-Gracias.

Vi a Eugene llegar con rapidez para hablar con nosotros.

-Tara ha despertado.

-Iré a verla. -Dijo Daryl. -Te veo en un rato en casa.

Pronto se unió Maggie a ellos para después ir los tres a ver a Tara.

Llegué a casa, quería quitarme toda la suciedad y muerte de mi ropa y cuerpo, puse la ropa en la lavadora para después subir al baño corriendo para poder ducharme, estaba harta de que cada vez que encontrábamos un lugar seguro dónde creo que puedo criar a mi bebé junto a Daryl, pasen cosas malas, tengo miedo de que mi hijo nazca y crezca en un mundo dónde no podrá tener una infancia feliz y normal, no jugará con juguetes, pero si tendrá que aprender a disparar un arma, matar caminantes e incluso tener que matar a personas cuando se encuentre en peligro.

Las lágrimas comenzaron a inundar mis ojos, colocando mis manos en mi abdomen comencé a pensar en cosas positivas, intentaba relajar mi mente, poco a poco volví a ser la Liv de siempre, la fuerte, al salir de la ducha me puse un pijama cómodo y sequé mi cabello para no coger frío. 

Salí al porche para que me diera un poco de aire nocturno, hoy la luna no iluminaba el cielo, pero tampoco estaba sumida en una oscuridad total, Daryl estaba sentado en las escaleras, al verme apagó el cigarrillo, me senté a su lado y abracé su brazo para recargar mi cabeza sobre su hombro.

-Te he echado mucho de menos. 

-Y yo a ti también.

Sentí cómo el besaba mi cabeza, me separé para ponerme en pie.

-Vamos adentro, seguro estás cansado, ¿has cenado?

-He comido algo en casa de Rick. -Me dijo poniéndose de pie.

Ambos llegamos a nuestra habitación, él se puso ropa más cómoda para dormir para después meternos bajo la colcha y acurrucarnos juntos.

-Tu cuerpo da mucho calor, me encanta. -Dije sonriendo.

Daryl jugaba con mi cabello, mientras yo me debatía en si contarle o no todo lo que ha pasado mientras él ha estado fuera, terminé explicándole todo porque sabría que se enteraría de todos modos. 

Al  terminar de contarle todo y darnos algunos besos y caricias apagamos las luces para irnos a dormir. 

THE WALKING DEADWhere stories live. Discover now