Sala de Proyección

117 8 0
                                    

—¡Steve, cariño! —Dice una dulce voz, con un tono aniñado y de fingida molestia. —Peter y Morgan no quieren bañarse.

—¡No es cierto! —Grita una chillona voz.

—¡Mamá está mintiendo! —Secunda la pequeña Morgan.

—¡No es cierto, Steve, no los escuches, estos niños no se han bañado desde hace siglos!

Entonces dos chillonas voces, en sintonía, gritan, con clara decepción e impresión.

—¡Mamá!

—¿¡Qué!? ¡Es la verdad!

Y Steve entra en escena, ya vestido con su ropa del día a pesar de ser solo las 9 de la mañana, pues sus mañanas, como siempre, empiezan desde las 6. Abraza desde atrás a su esposa y le da un pequeño beso en la coronilla, riendo un poco de la cara disgustada de sus hijos ante su pequeña muestra de amor.

—Háganle caso a su madre y vayan a bañarse.

—Bien, pero yo igual iba a bañarme aunque no me dijeran... —Murmuró Peter, intentando parecer más adulto de lo que es mientras se iba, no sin antes haber tomado la mano de su mamá con la suya para apretar suavemente, en un gesto que tenía desde niño, antes de irse.

Morgan, por otra parte, solo asiente, y luego de darle un pequeño beso en la mejilla a su papá y a su mami (que ambos tuvieron que agacharse), se va, dando pequeños saltitos.

—Estos niños cada día me irrespetan más, a este paso serán como yo en la adolescencia, y te juro por dios que yo no voy a soportar eso de nuevo.

Steve se ríe, realmente divertido de lo que dice su esposa, y niega con la cabeza.

—No tengo problemas con seguirlos durante su adolescencia, tu puedes dejarme eso a mí, ya sabes, por algo soy el Capitán Aburrido.

—Si terminas sin pelo no será culpa mía, eh, amor. —Susurra coquetamente, volteando su cabeza 80° grados, para guiñarle el ojo y darle una nalgada.

—¡Natasha!

—Oh, vamos, Capitán Aburrido, los niños se están duchando, no nos van a molestar.

—Solo un pequeño beso, en lo que los gemelos se duchan.

—De acuerdo, ven aquí.

Y sus rostros se acercan.

Steve puede sentir la cálida respiración de su amada esposa, su aroma tentador, de su perfume favorito evaluado en cientos de dólares, su brazo en su cintura, piel a piel, en la casa de ambos, unos cálidos labios sobre los suyos.

[PRONTO FINAL DEL TIEMPO DE LA PROYECCIÓN]

Suena de pronto, en una voz suave, artificial, falsa.

Natasha, su Tony, queda suspendida en su lugar, y él se separa, con tristes sentimientos surcando su corazón y su garganta, y ve llegar a su querida hija, una que pudo haber tenido, con toda la apariencia y belleza de Tony, corriendo hacía él, para abrazarse a su pierna.

—Hola, papi.

Y quedar congelada también.

El dolor le hace sentir pesado, pero aún así se obliga a seguir respirando.

[FAVOR DE SALIR DE LA SALA DE PROYECCIÓN]

Y sus ojos se llenan de lágrimas mientras su amada Tony y su pequeña hija Morgan desaparecen ante sus ojos, Peter también desapareciendo, seguramente, de una de las habitaciones de la casa.

El dolor de saber que esa pudo haber sido su vida, que de haber escuchado más, de no dejarse guiar por sus acalorados sentimientos, pudo estar felizmente casado, siendo un padre, le incapacita casi físicamente también.

Tony, no, Natasha, nunca le iba a perdonar, no solo había besado a la agente Carter durante las últimas discusiones que tuvieron, sino que la había dejado en Siberia, inconsciente, con la mitad de la cara destrozada y sufriendo un aborto a los 5 meses, mientras se iba con Bucky, a pocos meses de su boda, como un patán, un terrorista.

Dios, si T'Challa no hubiera estado ahí, Tony habría muerto, por su culpa.

¿Si hubiera sabido, en ese mismo momento de la pelea, que cuando la arrojó contra la pared, y la dejó inconsciente, la careta de su máscara sufrió un corto circuito y le quemó la mitad del rostro, se habría detenido, habría dejado que se llevaran a Bucky, a favor de quedarse con ella?

¿Hubiera dejado a su suerte a Bucky, si se hubiera enterado también de que iba a ser padre?

Él dice "sí, hubiera cambiado las cosas", pero una pequeña parte, egoísta, retorcida, dice "no, Bucky fue mucho más importante, y volvería a hacerlo para que esté a salvo, se lo debo", y esa pequeña parte era la razón del porqué se encontraba ahí, fingiendo una vida que nunca tendría.

Natasha ni siquiera le miraba, ahora siempre usando cubrebocas y lentes oscuros, huyendo de él, de todos, prefiriendo a cualquier otra persona, antes que a sus amigos, o bueno, antiguos amigos.

Pero se lo merece, le arruinó la vida a Natasha, eso no quiere decir que no quiere llorar y rogar por un perdón, por regresar las cosas en el tiempo.

[FAVOR DE SALIR DE LA SALA DE PROYECCIÓN. ESTE ES EL ÚLTIMO AVISO.]

—Steve, si algún día llegamos a tener una hija, quiero que se llame Morgan, ya sabes, se escucha, bien, de alguien poderosa, y si es niño, Peter, porque se escucha lindo, ¿no lo crees?

—¿Hum? Sí, se escucha bien, cariño. —Responde, claro desinterés en su voz aunque intenta lo contario, pues está más interesado en pensar sobre dónde podría estar su hermano, que en lo que sucede a su alrededor. —Muy bonitos nombres.

Ahora solo hay recuerdos lejanos, y "¿qué habría pasado si yo... ?", que nunca iban a suceder, porque, aunque Steve puede mentirle al mundo, no puede mentirse a sí mismo con la misma facilidad.

Simplemente, tiene prioridades.

FIN

HISTORIAS STONYTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang