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Solo el tranquilo sonido de sus respiraciones era lo que podía oír, a diferencia de hace un rato, donde los gemidos y los choques de sus pieles resonaban por las paredes. El pecho de Gavi subía y bajaba lentamente, sus mejillas bastante coloradas y ojos cerrados, después de tres rondas Pablo estaba cansado y cayó rendido entre los sus brazos, donde con cada segundo que pasaba se acurrucaba más hacia él.

Por su parte Robert estaba más que despierto, ojos clavados en el menor y brazos firmes en la delgada cintura de su chico. Gavi era hermoso, mucho más de lo que era hace un tiempo, sus carnosos labios, sus brillantes ojos, suave piel, hermoso cabello y dulce sabor que tenía, si le preguntabas a Robert con qué palabra define a Gavi te lo podría contestar rápidamente, perfecto era la respuesta correcta, no solo físicamente, su personalidad era algo que le cautivaba demasiado, era joven, tenía ese espíritu con ganas de explorar todo a su paso.

A veces no podía recordar desde cuando pensaba tanto en Gavi y mucho menos supo en qué momento el sol iluminó la habitación del español.

El menor arrugó un poco su ceño, parecía que iba a despertar, Lewandowski besó con cuidado su rostro y acarició este mismo, haciendo que vuelva a ese estado de sueño, aunque no fue por mucho, pues esos grandes ojos lo miraron atento.

- Buenos días - Bostezó mientras se estiraba un poco.

- Buenos días, hermoso - Besó sus labios, este correspondió algo cansado.

- Dormí tan bien - Gavi sonrió, se sonrojó un poco al notar como Lewandowski lo miraba tanto - ¿Qué miras? -.

- Tu hermoso rostro -.

- No seas ridículo, Lewandowski - Desvió su mirada por la vergüenza que sentía.

- Es la verdad, eres hermoso, Gavira - Pablo negó y mira por su ventana.

- Deberías irte, Anna debe estar preocupada -.

- ¿Desde cuándo te importa Anna? - Preguntó Robert con una sonrisa divertida.

- Nunca, pero solo creo que debes irte - Gavi se sentó sobre su cama - No llegas desde ayer -.

- Me gustaría seguir durmiendo contigo - Gavi nuevamente se iba a negar, pero esos azules ojos en los que se fijó desde el primer día lo hipnotizaron.

- Solo un rato - Suspiró y enredó sus piernas alrededor de su cadera. Robert escondió su cara en el cuello de Gavi - Algunas veces me gustaría que te quedes por siempre, Robert -.

- ¿De verdad? -.

- Sí, supongo que me acostumbré a tenerte - Las suaves manos del español acariciaban su desnuda espalda - No solo por el sexo obviamente, pero ahora hasta extraño tu risa - Su corazón latió, no como las otras veces, ahora era distinto, era suave, incluso su cuerpo se sentía ligero - Eres lindo, Robert -.

- También te extraño - Su tono de voz se notaba tímido - Es tu culpa por volverme tan adicto a ti - Succionó la piel de su escondite - Es extraño que en tan poco tiempo te volviste mi droga favorita, eres la razón por la que me levanto todos los días, solo con la esperanza de verte aunque sea un segundo - Le hubiera encantado seguir hablando, pues tenía mucho que decir, pero su mente le hizo una mala pasada, temía por la reacción de Gavi.

- Eres adorable, Robert - El polaco finalmente lo miró a los ojos, Gavi sintió por un momento que no podría seguir hablando, pues la sensación que había en su pecho era extraña - Creo que hay que desayunar algo para que luego vayas a tu casa - Asintió.

- ¿Quieres algo especial? -.

- ¿Cómo qué? - El menor puso sus labios entre sus dientes.

- Lo que quieras, galletas, hot cakes, no lo sé, dímelo tú -.

MISTAKE //Lewandowski x Gavi //Where stories live. Discover now