6537

20 2 0
                                    

"Querido Rizell Marí:

Hace mucho que no te escribo, pero lo hago para expresarme, porque creo necesitarlo. Quiero confesarte mi sentir, aunque no tenga ni el más mínimo sentido.

En un momento creí que te encontrabas en descontento, ese era mi insistente sentir. Mis miedos partían de mis dudas. Creí que te aislabas del mundo, evitando a todos y esforzándote en no estar; creí que te sentías solitario, abandonado y quizá cuestionándote si alguien se tomaba el tiempo de averiguar si eso era cierto en ti. Pensé que eso procurabas ignorar.

A veces te veía feliz, pensando que todo eso lo divagabas... que optabas por ahogarte en tu mente.

Quizá te dolía mientras nunca triste contabas; quizá para ti todos los días llovía... quizá olvidar todo por un momento era tu súplica. Como si tu presente no pudieras contemplar.

Me asegurabas que morirías; que vivirías si así cambiabas y cuando no hubiese testigo alguno sollozarías en cautela mientras los demás solo apatía creen que puedes expresar.

Solía pensar eso, solía recordar eso. Solía llorar al pensar en esa posibilidad, me dolía que pudiese ser verdad. ¿Pero sabes qué? Yo siempre te pienso, yo siempre te recuerdo, yo siempre te he estado apreciando con mi cariño; yo te extraño y yo estaría dispuesto a buscarte.

Al día de hoy sigo sin conocerte ni saber quién eres en realidad, creo que nunca sabría algo con exactitud. Pero desde que te presentaste en mi vida has abarcado gran parte de mi pensamiento rutinario. Quiero que, donde sea que te encuentres, sepas que eres alguien muy maravilloso, que si la palabra "sueño" fuese una persona, serías tu. Y que de verdad... me haces sentir muy afortunado de poder saber de ti."

Rizell MaríWhere stories live. Discover now