Oneshot #2

317 38 1
                                    

Día 4: Soulmates AU


***


El mundo de Chigiri era gris.

O al menos eso era lo que había escuchado durante toda su vida. Ni siquiera podía saber con exactitud qué era exactamente el color "gris". Sus padres le habían explicado desde muy pequeño el cómo funcionaba el mundo. También, en la escuela, desde primer grado, tuvo clases sobre cómo funcionaban los colores y la conexión de ellos con las personas. Y en las noticias siempre había visto casos en los que las personas afirmaban ver los demás colores al conocer a su otra mitad.

Sin embargo, para Chigiri todo era "gris".

En su mundo, los colores no existían hasta que conocías al amor de tu vida. Existían colores principales que caracterizaban el alma de las personas, como lo eran el azul, rojo, naranja, amarillo, verde y morado. A su vez, cada color poseía una gama de tonalidades que se diferenciaba según los objetos y el lugar en el que se encontrara. Según entendía, existían tonos cálidos y fríos. O al menos, esos eran los principales.

En aquel mundo, las almas gemelas realmente existían o eso era lo que había escuchado desde niño. Sin embargo, solo serías capaz de ver los diferentes colores al conocer a tu alma gemela. Antes de eso, el mundo era simple y llanamente "gris", lo cual significaba que carecía de color.

Por ejemplo, el padre de Chigiri poseía una tonalidad púrpura y su madre roja. Así que ambos eran capaces de ver los colores del otro. También, al haber despertado aquella habilidad después de haberse conocido, ya eran capaces de observar los colores de las demás personas y darse cuenta quiénes eran realmente almas gemelas o quiénes todavía vivían en el mundo grisáceo.

Eso le sucedió a los padres de Chigiri cuando se conocieron. También a sus abuelos paternos y maternos. Y tenía amigos y conocidos que ya habían conocido a sus "almas gemelas" y sus mundos se adornaban de colores.

No obstante, el mundo de Chigiri continuaba siendo totalmente descolorido como siempre lo había conocido. Se suponía que conocías a tu alma gemela entre los diez y treinta años. Chigiri tenía diecinueve años, pero nada había cambiado durante todo ese tiempo.

Ni siquiera cuando conoció a su actual novio, Reo Mikage.

—El siguiente fin de semana mi familia y yo iremos a la cabaña de mis abuelos, ¿quieres ir, amor? —preguntó su novio, quien se hallaba frente a él. No obstante, no lo veía directamente, sino que estaba tecleando con rapidez en su celular.

Chigiri sonrió un poco incómodo y se acomodó en la silla. Se encontraban sentados en una de las mesas de un restaurante lujoso, el tipo de restaurante al cual siempre lo había llevado desde que lo conocía.

—Eh, sí, no hay problema —respondió, medio dudoso—. Aunque debo prepararme para la época de exámenes y...

Se percató que Reo ya no le estaba prestando atención porque solo asentía con la cabeza. Chigiri soltó un suspiro pesado y dejó la frase en el aire.

Reo era su novio desde hacía un año, aproximadamente. Lo había conocido en la Universidad en una de las clases que compartían y Reo fue quien lo invitó a salir después de dos semanas de estar conversando. Si era sincero consigo mismo, lo aterró un poco el hecho de no haber visto desde un inicio los colores de Reo. Cuando habló con su madre, le explicó que habían casos específicos en los que los colores podían aparecer después de un tiempo de estar juntos, y fue por ello que aceptó salir con Reo.

Sentimientos fluorescentes |KuniGiri Week 2023|Where stories live. Discover now