Oneshot #3

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Día 5: Firsts 


***


Kunigami se observó en el espejo con una expresión seria. Hizo un recorrido completo a todo su cuerpo, detallando la camisa, los pantalones y zapatos que llevaba puestos. Aprobó cada uno de ellos en su mente y se pasó las manos por el cabello por undécima vez.

Asintió y apretó las manos en puños. Estaba listo.

Ese día tendría su primera cita con Chigiri Hyouma, su compañero de equipo y novio. En Blue Lock les habían dado el fin de semana libre para ir a sus respectivos hogares, así que Kunigami había aprovechado la oportunidad para pedirle una cita a Chigiri. Sería la primera vez que saldrían los dos solos que no estuviera relacionado con Blue Lock, así que... definitivamente debía ser especial.

En la mente de Kunigami, todo estaba debidamente calculado. Irían al parque de diversiones juntos, después irían a comer y luego Kunigami acompañaría a casa a Chigiri donde compartirían su primer beso.

Bueno, lo del beso realmente dependía de Chigiri, mas en la cabeza de Kunigami esa era la secuencia del día. Todo debía salir a la perfección, nada tenía por qué salir mal, ¿no es así?

Respiró profundo y miró su celular. Su corazón pegó un salto al percatarse que iba cinco minutos tarde de la hora acordada para encontrarse en el metro.

—¡Maldita sea, ya debo irme! —exclamó, agarrando su móvil y billetera con rapidez.

Salió de la casa a gran velocidad, escribiéndole al mismo tiempo a Chigiri para que lo esperara porque ya iba en camino. Por fortuna, la estación quedaba cerca a su casa, pero no pensó que se distraería tanto organizándose.

Cuando llegó a la estación, estaba jadeando y sudando un poco. Sin embargo, en cuanto vio una melena rojiza esperándolo a la entrada no pudo evitar sonreír.

—H-hola —fue lo primero que dijo para luego inclinarse y apoyar las manos en las rodillas.

—Kunigami, ¿estás bien? No tenías que venir corriendo —respondió Chigiri Hyouma, su espectacular y precioso novio, apoyándole una mano en el hombro.

El toque envió un cosquilleo por todo el cuerpo de Kunigami. Se enderezó finalmente y tomó aire una última vez, ampliando la boca en una sonrisa.

—Estoy bien, no te preocupes. ¿Esperaste mucho?

Chigiri se veía tan bien como siempre. Llevaba un sweater tejido de un azul oscuro junto a unos pantalones beige. Además, llevaba el cabello recogido en una coleta. Era una imagen demasiado adorable, pero debía disimularlo.

—No, hace poco llegué —respondió Chigiri, acomodándose un mechón detrás de la oreja. Quizá se había percatado del examen visual de Kunigami después de todo.

—Entonces, ¿vamos? —preguntó Kunigami, haciendo señas para entrar a la estación. Chigiri sonrió y afirmó con la cabeza, siguiéndolo a un lado.

Había llegado tarde a su primera cita, pero no era algo del otro mundo. Le podía pasar a cualquiera. A partir de ahí, todo iría viento en pompa como lo había planeado.

Por fortuna, el tren estaba casi vacío, así que pudieron sentarse juntos. Kunigami sentía cómo su corazón latía presuroso, lo cual se debía más al hecho de saber que tenía a Chigiri junto a él. No era igual a cuando pasaban tiempo juntos en Blue Lock, allí ambos estaban enfocados en entrenar y en avanzar las siguientes rondas. En aquel momento, estaban en una cita.

Sentimientos fluorescentes |KuniGiri Week 2023|Where stories live. Discover now