Capítulo 14

133 9 5
                                    

Jeon Jungkook

Me encuentro en mi oficina, pero no dejo de pensar que hoy no debí venir a trabajar. Desde la mañana, una noticia me ha atormentado: Jennie ya no es mi secretaria, y en su lugar, me asignaron a un secretario, alguien muy querido por mi suegro.

Hace apenas unos minutos después del almuerzo, llamé a Gaeul para informarle que regresaría a casa temprano, pero su respuesta fue fría y distante. Estoy seguro de que es debido a que ella ya está con alguien más.

Hay una posibilidad, una sombra de sospecha, de que mi esposa esté saliendo con mi secretario, Jimin, su mejor amigo de la infancia. Pero me pregunto, ¿por qué nunca lo conocí?

—Jimin, ¿puedes venir a mi oficina, por favor? —llamé a mi secretario por el teléfono de la oficina.

—Señor Jeon, ¿en qué puedo ayudarlo? —preguntó.

—Tengo algunas preguntas, siéntate —dije, intentando crear un ambiente más relajado, un intento de ganarme su confianza—dime solo Jungkook, no necesitas ser tan formal.

—De acuerdo, Jungkook —dijo Jimin, todavía un poco incómodo por mi solicitud.

—Cuéntame, ¿cómo es tu relación con mi esposa? —le pregunté directamente, consciente de que fui bastante directo.

Jimin me miró con sorpresa y respondió, revelando detalles de su conexión con Gaeul.

—Gaeul es mi mejor amiga, pero me fui al extranjero años atrás, antes de que comenzara su relación contigo —confesó.

—¿Cuándo regresaste a Corea? —pregunté con curiosidad.

—Regresé el fin de semana —respondió—y desde que ella se casó, no hemos hablado mucho, solo intercambiamos unos pocos mensajes.

—Si eres su mejor amigo, ¿por qué no te vi en nuestra boda? —inquirí, tratando de entender por qué no lo había conocido.

—Estaba ocupado con exámenes esa semana, pero la felicité en su día especial —dijo Jimin y luego añadió—dime la verdad, ¿quieres saber si hay algo entre ella y yo?

Lo había descubierto.

—Bueno, me preocupo por ella —admití, no era una mentira, después de todo, es mi esposa.

—Ella y yo somos como hermanos, nos conocemos desde que teníamos dos años —dijo Jimin con calma—y cuando eran novios, ella solo hablaba de cuánto te amaba.

Descubrí que siempre había sido su único amor, que Gaeul me amaba de verdad. Sin embargo, no estaba seguro de si eso seguía siendo cierto después de haberme comportado como un completo idiota.

—Jungkook, no puedo negar que el señor Kang me informó que estan teniendo problemas —mi suegro s un chismoso—pero sé que pueden resolverlo, solo debes recordarle cuánto se amaban.

Agradecí a Jimin y me disculpé por mi interrogatorio. Después, me dediqué a terminar algunos pendientes y el tiempo pasó rápidamente. Al revisar mi celular, noté que ya eran las seis de la tarde en punto, y mi horario de trabajo oficialmente había terminado.

—¿Puedo pasar? —escuché la voz de Jennie.

—Por supuesto, linda —respondí, y ella entró a mi oficina.

Se sentó frente a mi escritorio y me miró seriamente, lo que me llenó de inquietud.

—Jungkook, necesito tiempo para reflexionar sobre nuestra relación. Sé que quieres cumplir tu promesa —dijo mientras tomaba mis manos—pero, ¿de verdad me amas?

—Jennie, por supuesto que te quiero mucho. Prometo que te daré toda mi atención después de mi divorcio con Gaeul —respondí, esperando que entendiera.

—Nunca me has dicho que me amas. Estoy harta, Jeon Jungkook. Ya no quiero continuar con esta relación —declaró, soltando mis manos con brusquedad—no vuelvas a buscarme nunca más. Que quede en tu conciencia que no pudiste cumplir tu promesa.

—Jennie, por favor, hablemos —imploré, sintiendo un nudo en el estómago. Pero ella me ignoró y se fue por la puerta.

No podía dejarlo así; realmente quería cumplir mi promesa de casarme con Jennie. No quería arruinar otra relación.

Guardé mis pertenencias y salí de mi oficina. Caminé hasta el ascensor y bajé al estacionamiento. Una vez dentro de mi auto, me dirigí a una floristería para comprarle rosas a Jennie. Una amable señora me atendió.

—¿Viene a comprar rosas para su esposa? —preguntó, y negué con la cabeza—son para mi novia.

—Entiendo. Tengo estos ramos aquí —los miré detenidamente y elegí el más hermoso, esperando que le gustara.

—Es una elección encantadora, su novia quedará fascinada —dijo la señora.

—Espero que así sea. Es mi manera de disculparme por haberla enfadado —confesé.

Después de pagar, agradecí a la señora y me dirigí al departamento de Jennie. A pesar de que sabía que estaba con su amiga, solo quería hablar con ella durante unos minutos, nada más.

Estacioné mi auto al llegar, entré al edificio, tomé el ascensor, seleccioné el cuarto piso y me dirigí al departamento de Jennie.

Estaba a punto de tocar la puerta, pero la vi entreabierta, lo que me pareció inusual. Decidí entrar, pero a medida que avanzaba por el pasillo, sentí un repentino arrepentimiento por mi decisión.

The one ||Jeon Jungkook y Kim Seokjin|| Where stories live. Discover now