XVII

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Jun durmió con su cabeza en mi regazo mientras veíamos una película en mi ordenador.

Tenía las rodillas entumecidas, pero tenía una imagen tan maravillosa de Jun durmiendo plácidamente, que no pude despertarlo y aguante el dolor de mis piernas.

Cuando no pude aguantar más, decidí despertarlo y masajeando mis dormidas piernas.

- ¿Y la película? - Preguntó limpiandose el pequeño rastro de babas que tenía en la comisura de los labios.

- Acabó hace media hora. Se podría decir que has dormido dos horas y media, contando con que viste solo veinte minutos de película. - Dije sin detener el masaje que buscaba despertar mis piernas para poder ponerme en pie.

- Lo siento... Podemos ver otra, si quieres. -

Negué y me levante con las piernas temblorosas.

- Tengo hambre, bajemos a por algo de comida. - Sugerí.

Al bajar me di cuenta de que mis padres no estaban en casa, de no ser por el imbecil que estaba en mi cocina, estaríamos Jun y yo solos.

- Hola Jun. - Saludo Terren, ignorando mi presencia. - Mamá olvidó hacer la compra, seguramente lo hará a la vuelta, no hay mucho que comer, si es lo que buscas. Puedo compartir contigo mi sándwich. - Ofreció.

Jun le sonrió y rechazo su oferta.

- Saldre a comprar algo. ¿Quieres algo? - Pregunté a Jun.

Si Terren me ignora yo haré lo mismo.

- Amm... - Me sentía un poco culpable por meter en esta incómoda situación a Jun, todo por culpa de ese estupido alfa infantil. - Podemos comprar salchichas, pan de hotdog, queso y bebidas. Me apetecen unos perritos calientes... Y patatas fritas. - Sugirió.

- Vale, iré a por mi billetera. -

Jun me acompañó, en principio íbamos a ir juntos a la tienda, pero mientras salíamos tuvo que ir al baño de urgencia. Al final acabó mandándome un mensaje y diciendo que fuese solo por que la situación en el baño iba para largo.

Me reí al recordar que se había tomado un té hace poco, siempre que lo hace se encierra media hora en el baño y cuando sale es mejor no entrar hasta que se ventile. Este chico no aprende la lección.

Fui a la tienda y compré todo lo que Jun dijo, más dos llaveros que llamaron mi atención. De regresó a casa no pude evitar sonrojarme y sonreír mientras veía los dos llaveros a juego.

Valió la pena que el señor de la tienda me mirase raro. Los llaveros tenían forma de las siglas Alfa, Omgea y Beta. Se supone que son llaveros de pareja con medio corazón cada uno, que contiene un imán, en cuanto lo hacerlas a la otra mitad, se enganchan y hacer un corazón. La cosa es que puedes elegir entre Alfa u Beta, ya que el que yo tenía era el de Omega, pero en lugar de eso cogí otro con la sigla de Omega, los corazones se juntaron sin problemas, así que lo compre.

El señor que me atendió era Alfa y cuando vio los dos llaveros me dijo con una sonrisa amable, que los llaveros eran de pareja y que me había equivocado, incluso se ofreció a cambiarlo por mi, pero le dije que no. Fue entonces cuando su sonrisa se transformó en una mueca de confusión y me echo una mirada de pies a cabeza.

Al llegar a casa encontré a mi madre y mi padre en la puerta.

- ¿Qué haces fuera? - Preguntó mi madre.

- Jun y yo teníamos hambre y como no había nada en casa decidí salir a comprar algo. - Dije enseñándole la bolsa.

Escondí el llaveros en mi bolsillo fuera de la mirada curiosa de mi madre.

Destinado [BL]Where stories live. Discover now