La Invasión

Capítulo 2

—Se los llevaron. —Cubro mi boca con ambas manos y mi vista se cristaliza. —Esto no está sucediendo... —me tiro de rodillas al suelo— Luis... por favor dime que esto solo es una pesadilla, la peor que he tenido en toda mi vida —duele— los quiero de vuelta... —Lágrimas humedecen mis mejillas, los brazos de Leslie me rodean.

Mi hermano permanece inmóvil, ve a su al rededor y una chispa de enojo y desesperación se ve en sus ojos, conozco esa mirada y sé qué hará una tontería.

—Iré a buscarlos. —Suena molesto, se acerca a la mesa de herramientas y toma lo primero que se encuentra con una punta afilada y sale de prisa.

—¡Luis! —Leslie se pone de pie rápidamente para ir detrás de él.

Yo sigo en paralizada, no entiendo si es real y no acepto el hecho de que mis padres están bajo tierra, cubiertos de baba...

Luis.

¡Es mi hermano! ¡Está cegado por la ira!

Rápidamente reacciono de golpe y subo las escaleras con una velocidad que ni yo sabía que podía tener, al estar completamente afuera del sótano corro en dirección a la puerta de la casa en donde Leslie intenta hablar con Luis para que no salga.

—Cariño, allá afuera están esas cosas y son demasiadas para ti solo... por favor escúchame.

—¡Suéltame Leslie! —Él no es violento con ella, sin embargo, intenta salirse de su agarre. Al llegar junto a ellos también lo sujeto del brazo. —¡Suéltenme! ¡Debo ir por ellos! —Sus movimientos aumentan en fuerza y logra soltarse del agarre, veo que Leslie corre hacia otra dirección y yo no dejo que abra la puerta.

—No hagas esta tontería Luis, te van a comer vivo... no puedes dejarnos solas. —El me mira directamente a los ojos

—Ellos deben estar ahí afuera.

—Luis... —intento no romper en llanto— Ya no están, se los han llevado, para siempre.

—¡Sé que no! —Cubro su boca con ambas manos, los invasores nos atacarán. El me aparta de su camino con fuerza, veo su mano tocar la perilla para salir y luego un ruido de algo quebrándose. Luis cae inconsciente y veo con terror a Leslie, cubre su boca con ambas manos.

—Dime que no lo he matado. —Sus ojos se cristalizan y rápidamente me inclino para tomar su pulso.

—Solo está inconsciente... —ambas suspiramos.

—Iba a salir... tenía que hacer algo. —Busca mi mirada para disculparse.

—Descuida, hubiera hecho lo mismo. Ahora debemos llevarlo hacia arriba, vendrán por este escándalo. —Ella asiente y juntas lo levantamos, es algo delgado y levantarlo no es tan difícil como creí.

De seguro la adrenalina nos da la fuerza suficiente y en cuestión de minutos estamos en el pasillo de arriba, nos detenemos por escuchar un vidrio roto.

—Ya vienen... —susurra con miedo y camino más rápido, ella me sigue el paso. Al llegar a la habitación en el final del pasillo me giro hacia las gradas. Logro ver al menos a cuatro de esas cosas, son rápidos; con los nervios de punta entramos de prisa a la habitación y cerramos la puerta, dejamos caer a Luis y corremos directo hacia un mueble.

—Uno... dos... tres. —Ambas empujamos con fuerza en dirección a la puerta, para bloquearla.

—Listo. —Soltamos un suspiro, necesitamos unos segundos para recuperarnos. —Luis... —Escucho la voz preocupada de Leslie, quien corre hacia él y se agacha para verlo, lo dejamos caer de cara...

—¿Estará bien? —Ambas vemos su rostro y soltamos una pequeña risita.

—No creo que lo recuerde.