CAP. 1

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Fue sorprendente ver a mis hermanas fuera de mi habitación, todas ellas me rogaban para ir a ayudar a nuestra hermana Gondul.

No entendía del todo qué pasaba, así que alcé mi mano para que se calmen, todas ellas, decían cosas muy distintas que no entendía muy bien.

—También es un gusto volver a verlas, pero... ¿qué es exactamente lo que me están pidiendo?...— pregunté algo confundido por la situación.

Es en eso que, entre ellas se miraron unos segundos, para luego asentir y dejar que sólo una hablara.

—¡Hermano Hércules!— me llamó Geir —Tienes que ir inmediatamente al laboratorio del señor Tesla— me dijo cosa que no entendía el porqué y al parecer ella lo entendió —¡Nuestra hermana Gondul te necesita!, Jack...— antes de decir algo más, la interrumpí inmediatamente.

—¡¿Jack?!, ¡¿qué ocurrió con Jack?!— si Jack se encontraba en peligro no dudaré en ir hacia él.

—¡El señor Jack intentó detenerlos!, pero ahora... ¡están en peligro!— sin dudar, alcé a Geir entre mis brazos mientras ella gritó sorprendida —¡Waaah!—

—Guíame— dije antes de correr por los pasillos siendo perseguido por mis demás hermanas valkirias.

No fue mucho el recorrido, pensé que demoraríamos más, hasta que llegamos a una gran puerta, en dónde bajé a mi pequeña hermana y ella rápidamente apretó unos botones de la pared antes de que la puerta empezará a abrirse.

Sin esperar nada más, me adentré rápidamente a esa habitación, en dónde cuando apenas ingresé, había una enorme nube morada cubriendo todo y al pisar el suelo del laboratorio, me hallé con varios trozos de vidrios rotos regados por el suelo.

—¡Jack!— lo llamé en medio de la gran nube.

¡Basta Beelzebub!, ¡Detente!— escuché gritar a aquel hechicero, pero antes de decir algo más, oí romperse un vidrio —¡NO!

Con la preocupación presente, tomé la decisión de invocar una de mis doce tareas.

—Aves de Estinfalo— fue así que con mi mazo, pude dispersar todo el humo que impedía ver lo que estaba pasando.

Es ahí, que veo a Beelzebub perseguir con enojo a Jack, mientras que trataba de tirarle un frasco con un líquido extraño y ante aquella escena, me puse furioso.

—¡Hey, Beelzebub!— lo llamé —¡Aléjate de Jack!— con decisión me acerqué a ellos para defender a Jack.

Fue así que sin ningún aviso, tomé a Jack de la cintura y lo cargué haciendo que se siente en mi brazo, mientras que mi mazo impedía a Beelzebub acercarse más hacia nosotros, no sé porqué se veía enojado, pero aquello no le da derecho a lastimar de Jack.

¡No interrumpas!— dijo cambiando la tonalidad de sus ojos y voz, pero aquello no me inmutó.

—Beelzebub, con todo respeto, ¿qué está pasando aquí?— pregunté seriamente mientras lo veía a los ojos.

—¿Qué?, ¿Acaso esa perra a la que proteges, no te lo dijo?— el insulto que le lanzó a Jack no me gustó para nada y aquello me hizo gruñir enojado.

Sin embargo, antes de poder responder, alguien más se interpuso.

—¡Beel!, ¡no tienes que decir aquellas palabras groseras!, ¡pide disculpas ahora mismo!— habló enojado el hechicero mientras se acercó hacia el furioso Beelzebub.

No obstante, él lo miró furioso y lo alejó de su lado mientras también lo veía con esos ojos rojos.

—¡Oh!...— exclamó Beelzebub —¡¿Acaso vas a decirme, que te gustó que esa perra te halla besado?!— aquello me descolocó y antes de poder mirar a Jack, sentí inmediatamente cómo me tiraron algo en el pecho.

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