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"Lo que sea que venga, déjalo venir, lo que se queda, deja que se quede, lo que se va, déjalo ir"

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"Lo que sea que venga, déjalo venir, lo que se queda, deja que se quede, lo que se va, déjalo ir".

—Amit Ray.


Jungkook sacudía sus manos húmedas mientras su mirada se perdía en el cuerpo semi-desnudo de Sooyoung a través del espejo de ese estrecho baño. Se había repetido a sí mismo no volver a hacer algo como eso con la chica en horas de trabajo, pero después de una semana de abstinencia, no tuvo control sobre la situación.

—Deja de mirarme, sino no saldremos de aquí nunca y hay cosas que hacer —comentó la chica dándose vuelta mientras abotonaba los botones de su camisa.

—No estaba mirando —se defendió.

—Sí, claro —sonrió para caminar a su dirección y colocarse de pie frente a él—. Pasó un tiempo desde la última vez que cogimos, esto fue impresionante.

—Estuve reteniéndome por un tiempo —llevó su mano hacia el cuello de la camisa de la joven para bajar un poco la tela, y observar el chupón que había dejado sobre la blanca piel de sus clavículas—. Lo siento.

—Esta bien, me gusta el sexo duro —Jungkook rió ante lo directa que era— ¿Por que estabas reteniendote? Creí que eras adicto a estas cosas ¿Te enamoraste de alguien?

—Que estupidez —musito apoyándose en el lavabo mientras Sooyoung se enjuagaba—. Es solo que creí que no tendría necesidad de estar con alguien más después de haberme acostado con esta persona.

—Entonces te enamoraste de esa persona.

—Que no —gruño y Sooyoung sonrió—. Es solo que... puede que me haya hecho un poco adicto a su forma de complacer...

—Idiota —se burlo—, me dijiste que solo cogieron dos veces ¿Tan rapido te ilusionas?

—Mejor callate, saldré primero —dijo irritado caminando hacia la puerta y dejando a la joven atrás con una sonrisa burlona.

Sooyoung no era tan tonta como para no darse cuenta de la tensión altamente sexual que había entre su compañero y su jefe, incluso si ambos juraban ni siquiera tener intenciones de cruzarse con el otro.

Jungkook acomodo un poco su cabello hacia atrás y estiró su camisa antes de acercarse a donde se encontraba el resto del equipo. Habían decidido viajar como coordinadores para supervisar el montaje de la tarima y Seokjin estaba a cargo de ello, teniendo como mano derecha a su esposo y al jefe de redacción.

Todos se encontraban sumamente ocupados y el único trabajo asignado al castaño se reducía en ayudar a transportar cosas y tomar listado de las cajas que llegaban. Jungkook en lo único que podía pensar era, que ni siquiera tenía porque estar allí; su trabajo se trataba de redacción y traducción ¿Entonces por qué diablos hacía todo eso?

Sweet Revenge 🍒 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora