365 DAYS [FANCFIC CHRISCHEL]

24 ★

Maratón 2/2

Atentando

Rachel

- ¡Que no, joder! - Se pelliza el puente de la nariz

- ¿Por qué no? Se manipular armas grandes, y todo tipo de explosivos gracias al entrenamiento que me dió mi padre no veo el problema - Insisto

- No vas Rachel y punto - Intenta salir de la oficina pero lo tomo de la manga de la chaqueta de cuero

- Por favor, aunque sea para acompañarte no quiero quedar aquí..- Sigo - Enserio me puedo quedar en una especie de hotel o algo

- Esta bien - intento no saltar de alegría - Te quedarás en un hotel mientras yo no estoy - Mi sonrisa se borra

- Oye, así no era - Me quedó pataleando en la oficina mientras el sale «Ya lo convencere»

Salgo yendo a buscarlo, es imbécil si cree que me voy a quedar soportando a la nana y a Gema

Lo consigo fumandose un cigarrillo en el jardín

- Quiero ir - Rueda los ojos - Quiero acompañarte, anda..¿Si?

- Si digo que si, ¿Te callas? Pareces perico - Abro la boca ofendida

- No hablo tanto - Entrecierra los ojos - Está bien, pero lo importante es que iré - Sonrió yendo a depositar un casto beso en sus labios, un beso que profundiza tomándome de la cintura

Envuelvo mis brazos al rededor de su cuello alargando el momento, pero..

- Señor. - Un hombre que creo que es su hombre de seguridad nos interrumpe

Christopher lo fulmina con la mirada y el pobre hombre decide hablar

- Lamento interrunpir, pero el stocapo está llamando con urgencia, dice que necesita de su presencia en las calderas - el hombre se retira y Christopher toma el teléfono que estaba en tumbona

- Quiero ir contigo - Me le voy detrás

- Ahora pareces un chicle..- Me molesta cuando nos subimos a la camioneta y le golpeó el hombro

- Te encanta que valla contigo, no lo niegues - Chasqueo la lengua con una sonrisa acomodándome el cinturón cuando la camioneta arranca

- Ajá

El camino se hace algo largo, y me la paso molestando al hombre a mi lado o viendo por la ventana

Cuando llegamos hombres bajan la cabeza a penas entramos

Paseo la vista por las mesas de las armas y me emociono, «Ya hare que me dé una de esas»

Entramos a lo que parece ser una oficina donde hay mapas desplegados y algunas fotos con hilos rojos

- Hola, Rachel ¿Cómo estás? - Me saluda Patrick

- Muy bien y ¿Tu? - Le sonrió «Me cae muy bien» aunque solo lo haya visto dos veces

- Bien..