365 DAYS [FANCFIC CHRISCHEL]

28 ★

MORGAN

RACHEL

Me concentro en ver por la ventana durante el trayecto, me ofrecen desayuno que como todo lo que puedo

A pasado tanto que no me e sentado a pensar y es que ahora estoy en el ojo del huracán, la mafia más sanguinaria le puso precio a mi cabeza y por más preocuparme en mi, me preocupa más mi familia

Mis hermanas y mis padres, ellos no tienen nada que ver en esto y nisiquiera saben en realidad que Christopher es un mafioso

«Mi mamá enloqueceria»

Solo saben de él es que es un magnate hotelero, también dueños de algunos restaurantes y nada más

Siempre e tomado en cuenta la opinión de mis padres, pero joder tampoco voy a poner lo que digan por encima de mi felicidad

Estos días que e pasado con Christopher me han servido muchísimo para terminar de aclarar lo que siento por el

Ya no es un simple Deseó sexual o eso lo vine a entender desde que no se nada de el y la angustia es tanta que me ahoga

Y eso me lleva a la pregunta de los últimos días  «¿Estoy enamorada? ¿lo amo?»

Todas las noches por mi mente pasan los momentos que hemos pasado hasta ahora, la vez que me dió el collar en el Jet o la que me llevo a la feria y después nos fuimos a comer pollo frito

Todo ese año que pase hablando con un tal «Señor Backs» que resultó ser el, cada palabra que me decía me hacía erizar y mojarme al mismo tiempo imaginando quien sería el hombre misterioso con el que estaba hablando

La mirada perdida en la lujuria que me dedica...esos pequeños momentos que llevo guardados en mi corazón

Todo eso lleva a una sola cosa y es que me enamore de Christopher Morgan

Cosa que en cierto modo me aterra, por qué ¿Que significo yo para el?

¿Un capricho? Que tal vez se le pueda pasar con los meses..

Niego con la cabeza, ahora mismo no estoy para estar pensando en esas cosas

Necesito que el vuelva y este sano y salvo y también llegar al citio dónde pasaré algunos días

— Estamos apunto de aterrizar, por favor, abrochese el cinturón — Me avisa la azafata y asiento haciendole caso

Alcanzó a ver la pista de aterrizaje y los hombres vestidos de negro

Aterrizamos y bajo del lado de Olga que insiste en traer mi maleta

Apenas bajo me suben a una camioneta, vidrios polarizados y blindados

No me apetece nisiquiera preguntar ya que se que voy a obtener la misma respuesta de siempre

Calcule las horas y fueron más de siete horas, no tengo ni idea en dónde estamos

Alcanzó a ver varios edificios por una hora y media, después nos adentramos a una carretera boscosa

No hay casas, ni nada solo árboles

La carretera termina en unas grandes rejas negras con una “M” dorada en el centro

El chófer apaga y prende las luces, haciendo que los de seguridad de la casa abran las rejas