Caminamos unas cuantas cuadras charlando de cosas triviales hasta que llegamos al bar donde tocaba todos los sábados. Bar que ya conocía de memoria, ya que ya había estado en este lugar incluso mas tiempo del que él tenia noción.
— uh es tardisimo... los pibes me van a matar... — comentó con la respiración algo acelerada ya que habíamos metido una caminata con bastante ritmo para poder llegar mas o menos a horario, mientras me tomaba con firmeza de la cintura.
Nos encontrabamos apoyados en una de las paredes laterales del bar. Estaba bastante oscuro, la gente al parecer no pasaba tanto por ahí como por el frente.
— y anda... — le propusé
— me imagino que no te irás a la segunda canción... — soltó pasando su mirada de mis ojos a mis labios y viceversa
— no se... veremos...
— en serio te digo Athina... — suspiró corriendo un mechon de mi pelo y colocandolo detrás de mi oreja, para luego esa misma mano colocarla en la zona entre mi cara y mi cuello mientras se acercaba lentamente
— mucho calentar la pava poco cebar el mate... — solté susurrandole a milimetros de su boca viendo como lentamenten se formaba una sonrisa en su rostro
— si sabes que no... pero es que ahora no tengo tiempo... no llegamos... — me explicó entre los varios picos que iba dejando sobre mi boca
— y bueno... ¿entonces que hacemos? — le pregunté provocandolo al morder ligeramente su labio inferior
— quedate y nos vamos a mi departamento cuando termine... — me propusó acercandome aún más a su cuerpo, si es que eso era posible
— ¿pára qué? — dije esta vez mirandolo a los ojos
— deja de provocarme hija de puta... me tengo que ir... te voy a pegar la cojida de tu vida asi que esperame... posta... esperame... — termino por decir mientras negaba con una sonrisa y se despegaba de mi empezando a caminar con dirección al frente del bar
Yo por mi parte me quede unos segundos más, tratando de asimilar la situación, intentando descrifrar en que momento mi plan se había ido tan al carajo.
— yo te dije que te tendrías que haber quedado en el molde... — soltó mi voz interior, retandome como cada vez que pasaba algo en mi vida
— no se juzga la comida antes de probarla... — le respondí a mi cabeza mientras empezaba a caminar en dirección al frente del bar
Entré y me senté en una de las mesas mas alejadas, me pedí una birra y esperé impaciente verlo aparecer arriba del escenario
— ¿vas a escuchar todas las canciones? — me pregutó mi voz interior que estaba bastante insistente con el tema
— y no se que queres que haga... yo me pienso ir de este lugar con ese hombre... corta... — le respondí
— no podes escuchar todas las canciones... mira si pasas la peor noche de tu vida... mañana ya no vas a tener otra cosa mas interesante para hacer. Escucha las tres que te tocan hoy... en el peor de los casos te van a quedar 9 canciones para seguir viviendo...
— mi vida no puede depender de un par de canciones
— pero si dependen y lo sabes...
— no se si ahora es tan así...
El ruido del microfono me sacó de mis pensamientos.
— buenas noches... ¿como les va? espero que esten disfrutando de la comida y de la birrita. Yo vengo otro sabado mas a mostrarles un poco de lo que hacemos, un poco de lo que es esta locura hermosa llamada DS3. Espero que les guste... — dijo el hombre con los ojos mas hermosos del mundo, buscandome entre la gente y sonriendo cuando me vio a lo lejos
Los instrumentos empezaron a sonar, como cada sábado que me pasaba por este bar. Cada semana las cosas parecían ser igual, mismo horario, casi mismas palabras por parte de Valentín antes de empezar, mismas canciones...
Pero a la vez, cada semana la noche tenía una magia distinta, haber conocido a Valentín de otras formas, me daban ganas de más y más y eso que sentía que recién me estaba empezando a divertir.
Escuche fresco, después pantano y ahora quería deleitarme con la nueva canción que Valentín tenía para ofrecerme.
— no va a bajar, no va a bajar, de gira saliendo pal chino a comprar — fue lo primero que mis oidos escucharon
Era una canción movida, con una energía que no podría explicar con palabras. Verlo caminar sobre el escenario, la manera en la que se movía. Realmente había nacido para eso, se notaba a kilometros que era lo suyo.
— andaté... está por terminar... hace que atendés una llamada y salí... dale... — me insistió reiteradas veces mi cabeza
— ¿y después que le invento? no puedo ser tan forra... él...
— dale andate....
Actué haciendome la sorprendida y agarre mi telefono simulando la llamada mas inesperada de la historia. No sabía que le iba a inventar después... no sabía como iba a terminar de escuchar el resto de las canciones si me iba cada vez que él me invitaba.
Ya en las afueras del bar, la brisa fría choco contra mi cara.
— él me va a buscar con la mirada... se va a dar cuenta que me fuí a la tercera canción...
— ya se te va a ocurrir algo que inventarle...
— y si le cuento...
— uf si super cuerdo decirle que escuchas las canciones de a una para no matarte tan rápido... seguro le pareces la mina mas dulce y quiere pasar el resto de sus dias con vos. Dios claramente es la idea mas estupida que alguna vez se te ocurrió
La realidad es que esta vez esa voz de mierda algo de razón tenía, no podía decirle la verdad, tampoco podía seguirle inventando excusas de mierda... bueno ya se me iba a ocurrir algo... o eso esperaba.
holi holi qué talles dejo capítulo espero que les esté gustando ahora que estoy actualizando mas seguido
comenten y voten y esas cositas bellas
ESTÁS LEYENDO
12 canciones
Teen Fiction-cuando llegó a la última canción caí en cuenta de que ya no había marcha atrás, ya no quedaba nada-